Dos festejos. Dos momentos fundamentales. El del inicio y el del cierre. El grito de desahogo por ese triple en el primer cuarto para sacarse la bronca de la derrota en el primer juego de la serie y el puño apretado en el período final tras culimnar una secuencia de asistencia de caño seguida de triple personal. Facundo Campazzo volvió a mostrar que su experiencia en partidos importantes tiene valor, mucho valor.
El base argentino tuvo un comienzo brillante de partido, como para darle una dosis de energía extra a sus compañeros. Fue el autor de los primeros dos puntos de Denver Nuggets en el partido con una penetración veloz que culminó en un doble fácil. Luego, también acertó su primer intento de tres puntos. El cordobés condujo al equipo de Michael Malone con solidez en el primer parcial: 5 puntos, 3 asistencias y 1 robo en los 10:24 minutos que estuvo en cancha. En ese cuarto inicial en el que Nikola Jokic anotó 14 puntos, los Nuggets quedaron 31-25 al frente.
Si bien Denver presentaba un mejor funcionamiento que en el primer partido, aún había un problema a resolver: ¿cómo detener a Damian Lillard? En esa tarea, Campazzo, el mejor defensor de los Nuggets a lo largo de toda la temporada, no encontraba soluciones. Es que el base de Portland Trail Blazers estaba en llamas: convirtió 32 puntos en la primera mitad, 17 de ellos defendido por el argentino. Facu hacía su mayor esfuerzo, pero Lillard estaba indetenible. Con 8 triples convertidos, el astro de los Blazers igualó el récord de mayor cantidad de tiros de tres puntos convertidos en una mitad de partido que ostentaba Vince Carter desde el 11 de mayo de 2001.
Tal vez frustrado por la lluvia de triples de Lillard, Campazzo cometió 3 pérdidas de pelota en ese período. Más allá de esos inconvenientes, los Nuggets se fueron al descanso largo en ventaja 73-61.
En el tercer cuarto, si bien no brilló, Facu volvió a mostrar algunas de sus mejores cartas. Estuvo muy rápido para robarle un balón a Robert Covington y así convirtió el doble en contraataque. Más tarde, impuso su intensidad defensiva: provocó el fastidio de CJ McCollum, quien lo empujó y, tras la exagerada caída de Campazzo, le cobraron falta flagrante.
Denver controlaba el partido. Lillard ya no era una máquina de convertir triples y Portland no encontraba respuestas. Los Nuggets ganaban 101-87 al cierre del tercer parcial.
El último ingreso de Campazzo al partido fue a toda orquesta. Cuando restaban 6.35 para el final y los Blazers se jugaban sus últimas fichas, Facu sacó a relucir su capacidad para sentenciar partidos. En una ráfaga hizo de todo. Primero le impidió un lanzamiento a Enes Kanter. Después, le dio una asistencia a Jokic entre las piernas de McCollum. Y cerró su show con un triple que desestimó cualquier esperanza de los Blazers.
De esa manera, Campazzo finalizó con 12 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes y 3 robos en 30:20 minutos. Solo quedó tiempo para que Michael Malone decidiera la salida del argentino, lo que generó la inmediata ovación del público. En el Ball Arena ya tienen a Facu como uno de sus jugadores favoritos. Él se ganó ese reconocimiento.
La victoria 128-109 le dio a Denver la igualdad en la serie y le aseguró que regreserá a su estadio para un quinto partido. La historia entre Nuggets y Blazers aún tiene mucho por ofrecer.