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Con todas esas rectas de humo, ¿cuánto duran los lanzadores?

OAKLAND, California -- Incluso José Canseco no está seguro de cómo le iría enfrentando tanta velocidad.

Con todas esas rectas de 100 millas por hora cruzando el plato en estos días, lanzadas por Aroldis Chapman, Noah Syndergaard y otros, los serpentineros que tiran duro son cada vez más la norma, en lugar de la excepción.

''Nosotros teníamos unos personajes grandes, poderosos. Era gente que se dedicaba a presentar un espectáculo. Pero pienso que ahora lanzan más duro. El pitcheo es asombroso'', dijo Canseco, un ex toletero que se retiró hace 16 años. ''Ahora ves a muchos abridores que lanzan 100 mph. En aquel entonces no teníamos eso. Entonces, una recta buena era de 92-93 mph. Hoy, es casi 100, así que pienso que tienes que darles crédito a todos esos bateadores, que tienen menos tiempo para reaccionar. Los pitchers tiran más duro, tienen rotaciones en las que dos o tres de los abridores lanzan por encima de 95 mph, y casi se da por descontando que los relevistas lancen a 100 mph''.

La campaña pasada, 31 lanzadores diferentes alcanzaron 100 mph al menos una vez. Chapman alcanzó o rebasó esa marca con 538 de sus 972 lanzamientos --un asombroso 55,35% de las ocasiones, de acuerdo con el sistema de estadísticas de las Grandes Ligas Advanced Media Statcast. El relevista cubano regularmente alcanzó 102 y 103 millas por hora.

El dominicano Mauricio Cabrera, de los Bravos de Atlanta, le siguió con 344 de 644 --53,42%.

''Si tienes control y lanzas duro, pienso que es una de las cosas más excitantes en el béisbol'', dijo Goose Gossage, que tuvo una carrera de 22 años en las mayores y que fue instructor invitado en los entrenamientos de primavera con los Yankees de Nueva York este año. ''Básicamente sabes que lo que viene es una recta y ahí está, batéala si puedes. Lanzar como Chapman, rectas duras con control, es una tremenda ventaja''.

Pero hay una interrogante importante: ¿Cuánto pueden aguantar los brazos con todo ese esfuerzo?

La campaña pasada hubo 18 cirugías del codo para jugadores en las nóminas de las Grandes Ligas, comparado con 36 en el 2012, de acuerdo con Baseball Heat Maps.

''Parece ser un tema creciente en el béisbol. Sin dudas la velocidad ha subido, en abridores y relevistas'', dijo Stan Conte, ex entrenador de los Gigante de San Francisco y los Dodgers de Los Ángeles que ahora es consultor. ''Aunque el número de reconstrucciones del ligamento ulnar colateral en las Grandes Ligas bajó respecto a los más de 30 del 2012, hubo un incremento en las menores. Eso está relacionado directamente con la velocidad y la presión en el ligamento''.

Tan así que al cátcher de los Atléticos de Oakland, Stephen Vogt, está preocupado.

Vogt ve a jóvenes serpentineros lanzando tan duro que no pueden siquiera colocar sus lanzamientos y considera eso una tendencia peligrosa --lo que él llama ''una mentalidad de úsalo hasta que no da más''.

''Estamos viendo a muchos muchachitos que llegan lanzando 95, 98 mph, con todo lo que pueden, por una campaña y entonces regresan y el brazo está acabado. Nuestros cuerpos no están diseñados para soportar tanta velocidad. Si lo soportas, eres una rareza'', dijo Vogt. ''Pero pienso que se ha vuelto la mentalidad de muchas franquicias: 'Bueno, usamos a este tipo hasta que no pueda lanzar más y entonces usamos al siguiente' No me gusta eso''.

Los cazatalentos lo ven en todas partes, en todos los niveles.

''Pienso que el circuito de audiciones de talentos y esos muchachos tratando de lanzar con todo lo que tienen definitivamente ha tenido un impacto en las lesiones'', dijo Ellikot Strankman, supervisor de cazatalentos de los Minnesota Twins.

El taponero de Oakland, Sean Doolittle, y otros en el bullpen a menudo se asombran de que los bateadores puedan hacer contacto con la pelota dados los lanzamientos que ven --o no ven.

''A veces estamos en el bullpen y miramos la pistola de radar y nos decimos: '¿Cómo bateó eso?'''