Quien tenga leve conocimiento de las escalas de calificación de 20 a 80 de los scouts pondrá la más reciente noticia sobre Tim Tebow en perspectiva: es un novato de 29 años que, pese a todo su esfuerzo, aún luce como un jugador futbol americano que intenta jugar beisbol.
Ese promedio de bateo de .222 y su .651 de OPS con los Fireflies de Columbia en la Liga del Atlántico Sur de Clase A ofrece mucha evidencia de que el sueño de Tebow de llegar a las Grandes Ligas es sólo un sueño.
Sin embargo, mientras Tebow continúa con su perseverante esfuerzo en su nuevo deporte, el anuncio del domingo sobre su promoción al equipo de Port St. Lucie en la Liga Estatal de Florida le da un giro intrigante a su aventura profesional.
En septiembre, cuando los Mets de Nueva York firmaron a Tebow con un contrato de ligas menores luego de una práctica en el sur de California, varios indicaron que la decisión era sólo una estrategia para ganar dinero del dueño del equipo, Fred Wilpon, y afirmaron que Tebow no sería nada más que una distracción.
Nueve meses más tarde, los Mets sorprendieron con la promoción y necesitan a todos los patiños posibles para desviar la atención del producto que venden en los parques de las Mayores.
Durante la actual temporada, los Mets han sido protagonistas de muchas noticias decepcionantes, desde los problemas extra deportivos de Matt Harvey y los problemas de lesión de Noah Syndergaard hasta la molestia de Asdrúbal Cabrera por jugar en segunda base.
Así que, aquí estamos, a dos semanas de la pausa del Juego de Estrellas y con la especulación en aumento sobre si veteranos como Curtis Granderson, Jay Bruce y Cabrera estarán entre los veteranos de los Mets en oferta para negociar cambios desde ahora y hasta la fecha límite del 31 de julio.
El avance de Tebow en el sistema de los Mets no logrará que los más fervientes aficionados de los Mets se sientan mejor por lo que ha sucedido en 2017, pero, para un jugador al que no se le toma en serio en los círculos del beisbol, Tebow merece crédito por adoptar una actitud humilde, mantener la boca cerrada y trabajar con ahínco diaramrnte para mejorar.
Desde un punto de vista de temperamento y carácter, Tebow ha sido todo lo que los Mets esperaban cuando el gerente general Sandy Alderson dijo que el alguna vez quarterback le daría un ejemplo positivo a los jóvenes jugadores de la organización en la liga de desarrollo y en los campamentos de primavera.
La más reciente pryeba de paciencia para Tebow llegó durante un viaje a Charleston, Carolina del Sur, cuando el equipo rival, los RiverDogs, se burlaron de él y de su fe religiosa con entretenimiento de mal gusto durante el partido. Alderson calificó las burlas como acciones “muy de ligas menores”, pero nadie escuchó una queja de Tebow.
Una vez que Tebow llegue a Port St. Lucie, será grandioso para el negocio.
Cuando llego a las instalaciones de la liga de desarrollo de los Mets en septiembre, más de 400 aficionados lo esperaban en la reja perimetral del Tradition Field para pedir su autógrafo. Los aficionados al jugador de futbol americano/pelotero gastaron $120 dólares en jerseys de réplica y hablaron de los días de Tebow como ganador del Trofeo Heisman en la Universidad de Florida. Algunos papás incluso le permitieron a sus hijos faltar a la escuela para ver a Tebow en la práctica de bateo.
Conforme Tebow continúe con malas estadísticas y batalle para dominar los detalles del beisbol en las ligas menores, la abrumadora naturaleza de su experiencia se convierte cada vez más en algo real, pero, cuando los temas alternos de discusión en la tierra de los Mets son el estatus del trabajo del manager Terry Collins, potenciales candidatos para ser negociados antes de la fecha límite de cambios y los días que acumulan varios peloteros del equipo en la lista de lesionados, la promoción de Tebow le da un respiro a todos de las malas noticias.
Hace nueve meses, Tebow fue catalogado como una distracción. Ahora, es el protagonista de una historia positiva para toda la organización.