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Yankees obligados a buscar con Soto el éxito inmediato que no tuvieron con Alex Rodríguez

A pesar de llegar en circunstancias completamente distintas al equipo, los “Bombarderos del Bronx”, la intención de llevar a Soto al conjunto encaja a la perfección con lo que se trató de hacer con “A-Rod” en el 2004.

Ganar la Serie Mundial es la intención de cada uno de los treinta equipos de Grandes Ligas cuando se canta “Play Ball” por primera vez en cada temporada. Para hacerlo, no existe un camino único, algunas escuadras invierten grandes sumas de dinero, otros conjuntos tratan de desarrollar talento a lo interno, un grupo incurre en múltiples cambios y algunos más en alguna combinación, no hay una fórmula secreta que asegure dicho resultado cada año.

Sin embargo, cada cierto tiempo llega un talento generacional a la MLB, el cual causa un completo interés por parte de otros equipos, siempre que este se encuentre disponible en el mercado de cambios. En el caso particular de los Yankees, una de las escuadras más emblemáticas del béisbol profesional, estos nunca se han alejado de realizar movimientos agresivos en busca de adquirir talentos generacionales que transformen el rumbo de la franquicia.

En el caso particular de Juan Soto, considerado universalmente como uno de los mejores bateadores en las Grandes Ligas en estos momentos, el equipo busca inyectar a su alineación con un hombre que respalde al capitán del equipo, Aaron Judge, en la misma forma que en el año 2004 buscaron insertar a otro talento que era ampliamente considerado como uno de los mejores jugadores de MLB en Alex Rodríguez.

Sin entrar en las consideraciones posteriores a lo que ocurrió en la carrera de “A-Rod” y enfocándonos en lo que significó su adquisición para los Yankees, en la misma forma en que hoy se ve la de Soto, ambos movimientos buscaban corregir situaciones a lo interno del conjunto, aunque en circunstancias distintas.

En 2004, cuando los Yankees hicieron el movimiento por Rodríguez, el equipo venía de un viaje a la Serie Mundial en la que quedaron cortos frente a los entonces Florida Marlins (hoy Miami Marlins). Estaban sumamente cerca, en cuanto a tiempo, de su último triunfo en dicha instancia, pero necesitaban un bate de mayor impacto en el corazón de una alineación que ya contaba con Hideki Matsui y que también vio la llegada de Gary Sheffield.

Hoy, los Yankees han visto pasar 14 temporadas sin ir a una Serie Mundial y vienen de un año en que quedaron fuera de la postemporada y donde no se vieron competitivos durante ninguna parte del mismo.

Cuando “A-Rod” llegó, lo hizo con un acuerdo multianual que posteriormente se convirtió en una nueva extensión contractual. Soto llega con un solo año de contrato y todos los reportes apuntan que su misión es llegar hasta la agencia libre una vez culmine la campaña 2024. Sin embargo, en ambos casos, los Yankees se encontraban en una ventana de ganar inmediatamente, existiendo las mismas expectativas de “Serie Mundial o fracaso” que rodean cada año a la escuadra neoyorquina.

Con Alex Rodríguez, la Serie Mundial llegó cinco años más tarde de su entrada al equipo tras múltiples viajes a postemporada, cuando finalmente, en 2009 el equipo rompió una sequía de nueve campañas sin campeonato, tiempo que por lo menos en estos momentos, no tienen con Soto, por lo que el golpe de impacto inmediato que buscan los Yankees debe llegar en 2024, porque no hay nada asegurado después.

Esta contratación busca exactamente eso, que Soto sea la pieza que rompa la sequía de 14 años sin alcanzar el “Clásico de Octubre”, cosa que no pudo lograrse con Rodríguez, a pesar de todo el talento que aportó al equipo.

Al menos por lo pronto, los Yankees se ven como un sólido contendor para la temporada 2024, pero a diferencia de 2004, hoy hay múltiples obstáculos que no existían en ese momento, como unos Houston Astros que se han convertido en la horma en el zapato del equipo del Bronx o Los Angeles Dodgers que luego de una gran temporada baja son los favoritos para llevárselo absolutamente todo.