Cada día que transcurre sin que los propietarios de clubes y el sindicato de peloteros alcancen un acuerdo en todos los detalles de una temporada especial afectada por la pandemia del coronavirus, se reducen las probabilidades de jugar muchos partidos en una serie regular que comenzaría cerca de la tradicional fecha del Juego de Estrellas.
Desde hace un par de semanas, las Grandes Ligas (MLB) y la Asociación de Jugadores (MLBPA) negocian un protocolo de salud y la forma en que se pagaría a los protagonistas de un evento que se jugaría sin aficionados en las gradas por una gran porción de su inicio. Mientras la liga propone un calendario de 82 partidos, el sindicato cree que se pueden realizar 100 o más.
Sin importar que la serie regular tenga un calendario de 80, 90, 100 o 120 cotejos, si MLB y MLBPA se ponen de acuerdo para jugar pelota en el 2020, los playoffs serán ampliados en duración y participantes. Extraoficialmente, el número de conjuntos clasificados a los playoffs sería de 14, siete en cada liga, con cuatro puestos comodines.
¿A cuáles clubes conviene más una temporada regular corta con unos playoffs ampliados? ¿A los equipos más poderosos o a los que están en el segundo escalón competitivo? ¿A los favoritos New York Yankees, Los Angeles Dodgers, Houston Astros y Atlanta Braves?
Incluso en el volátil y loco universo de la pelota, es poco probable (aunque no imposible porque esa palabra es prohibida en béisbol) que los Baltimore Orioles, Detroit Tigers, Miami Marlins y Seattle Mariners levanten el trofeo del comisionado el último día de la temporada, ya sea que se jueguen 55 o 5,000 juegos en la serie regular o que el 75% de los equipos tengan un puesto garantizado en la postemporada.
¿Pero y esos buenos equipos que están en la franja del medio, entre los súper favoritos y los cuasi eliminados? Hablamos de conjuntos como los St. Louis Cardinals, Chicago White Sox, Minnesota Twins, Tampa Bay Rays, Washington Nationals, New York Mets, Oakland Athletics, San Diego Padres, Philadelphia Phillies y Chicago Cubs.
Como ocurre con todo alrededor en el béisbol, no hay una sola respuesta para esas preguntas.
La teoría general aprobada es que los grandes equipos mejoran sus oportunidades a largo plazo, mientras que los equipos buenos, pero no muy profundos, tienen más oportunidades en calendarios cortos, donde una buena arrancada podría significar el avance a postemporada.
El portal fivethirtyeight.com (parte de la familia ESPN) que se enfoca en el análisis de encuestas de opinión, política, economía y deportes, realizó un estudio con la ayuda de Out of the Park Developments para dejar las respuestas de esas cuestiones a las computadoras.
En el ejercicio, hecho en abril, se realizaron mil simulaciones de temporadas normales (162 juegos) y recortadas (usando 102 partidos como un referente), mostró que los mega favoritos seguirían teniendo buen desempeño, pero los Chicago White Sox, Chicago Cubs y Cleveland Indians se beneficiaban más de un calendario corto que Astros, Braves y Nationals, para poner un ejemplo.
Cuando se agrega el elemento de la ampliación de los playoffs a 14 equipos, Oakland y San Diego mostraron el mayor incremento de probabilidades de ganar la Serie Mundial entre temporadas de 162 y 102 juegos.
No es que esos clubes pasarían a ser los grandes favoritos si MLB finalmente juega lo que será, sí o sí, una campaña recortada. Lo que dice ese estudio computarizado es que los clubes de la franja del medio muestran un mayor incremento que los súper favoritos cuando se comparan temporadas normales y recortadas.
Por otro lado, hay que recordar que existen variables no contempladas como veteranos sin contratos garantizados peleando un puesto que no se define hasta la última semana de los entrenamientos, jugadores importantes recuperándose de lesiones graves que en una temporada normal se perderían los dos primeros meses de acción, pero comenzando en julio no tendrían ausencia, y otros elementos abstractos.
Por último, y con eso regresamos a la cuestión original, los grandes favoritos siguen al frente de los demás, sin importar si la temporada arranca en marzo o julio.