El final de la relación como jugador del dominicano y los Angels no llegó de la mejor manera pero tiene un claro propósito
La noticia de que Albert Pujols habría sido puesto en libertad por Los Angeles Angels sorprendió a todo el mundo. No porque estuviera teniendo una magnífica temporada y aportando victorias en el terreno de juego, si no por todo lo que representa el dominicano para el equipo y para el béisbol.
Pero negocios son negocios, y muchas veces pesan más que los sentimientos. Los Angels como organización entienden que sin Pujols, dando juego a otros hombres, pueden ser un equipo competitivo.
Y hay presión ya que desde 2014 no han ido a una postemporada a pesar de contar con el mejor jugador de todo el béisbol en los últimos años y con una sensación asiática que lo puede hacer todo en el terreno de juego.
Las actuaciones que están teniendo Mike Trout y Shohei Ohtani pueden ser consideradas para una votación temprana al Jugador Más Valioso, y aun asi el equipo no es competitivo. Las adquisiciones de Dexter Fowler, José Quintana, Alex Cobb y un poco más atrás Anthony Rendon, se hicieron para competir. Pero no han tenido los resultados esperados.
Y lamentablemente para Pujols su temporada no ha sido buena bateando solo .198 con 5 cuadrangulares en 24 partidos. Por eso hoy Albert no forma parte del equipo a pesar de todo lo que ha logrado en su carrera.
Aunque esto no solo se evidencia en la franquicia de California. A pesar de la excelente relación que une a Tony LaRussa con Albert, el dirigente de los Chicago White Sox fue claro: No hay espacio para Pujols en el equipo de la División Central de la Liga Americana. No lo necesitan ni en el terreno, ni como estrategia de relaciones públicas.
De momento solo conocemos la versión del equipo y todo lo ocurrido se hizo de mutuo acuerdo según lo comunicado, aunque es extraño que Pujols no participara de una conferencia de empresa junto a Perry Minasian y John Carpino, gerente general y presidente de los Angels. Pero esto es un negocio, y día a día se toman decisiones difíciles.
Así que tendremos que esperar para conocer el otro lado de la historia. Mientras tanto, una vez más se demuestra que negocios son negocios, nada es personal y en ocasiones no respetan figuras, records y legados, pero queda la sensación de que la situación entre Albert Pujols y Los Angeles Angels se pudieron haber manejado mejor.