SANTO DOMINGO, República Dominicana -- El jonronero dominicano David Ortiz, uno de los peloteros más temibles y carismáticos de su generación, fue electo el martes por la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) al Salón de la Fama del de Cooperstown, el honor más importante de la pelota estadounidense.
Ortiz será homenajeado el domingo 24 de julio en el Complejo Deportivo Clark de Cooperstown, estado de Nueva York, junto a los cubanos Tony Oliva y Minnie Miñoso, Bud Fowler, Gil Hodges, Jim Kaat y Buck O’Neil, quienes fueron electos por los comités de eras del Salón de la Fama .
“Me siento emocionado”, dijo Ortiz a ESPN Digital en un restaurante del centro de Santo Domingo, donde esperó los resultados, rodeado de amigos y familiares. “Este es uno de los días más felices de mi vida. Gracias a Dios por ser tan bueno conmigo”, agregó.
Ortiz fue el único de los 30 candidatos en la boleta de la BBWAA alcanzar el 75% obligatorio de los votos, tras ser nombrado en 307 de 425 papeletas, para un 77,9% del electorado. Los legendarios, pero conflictivos, Barry Bonds (66%), Roger Clemens (65,2%), Curt Schilling (58,6%) y el dominicano Sammy Sosa (18,5%) fallaron en entrar en su décima y última aparición en la boleta de los escritores.
“Para ser honesto, no tenerlos conmigo es difícil de creer. Estos muchachos fueron buenos, ni siquiera me comparé con ellos”, dijo Ortiz.
"Muchas felicidades, estamos muy contentos y muy orgullosos, el país está de fiesta con esa justa decisión", dijo Luis Abinaber, presidente de República Dominicana, durante una llamada a Ortiz. "Más que felicitarte a ti, quiero hacerlo a toda tu familia, especialmente a tu papá Leo Ortiz que es una persona muy especial en tu vida. El país está de fiesta, un fuerte abrazo".
El llamado del Salón de la Fama se produce 31 meses después de que Ortiz casi pierde la vida por un balazo en la espalda durante un atentado en un centro de diversión de su país natal. También dos meses después que el ex pelotero fuera exaltado al Pabellón de la Fama de República Dominicana y días antes de que reciba igual distinción en la Serie del Caribe, que arranca en el fin de semana en Santo Domingo.
“Uno es hijo de Dios y Él decide lo que pasará con nosotros. Yo estoy aquí porque él así lo quiso. Estamos celebrando aquí porque él así lo quiso”, dijo Ortiz.
“Lo que me pasó a mí le puede pasar a cualquiera. Gracias a Dios que tengo la oportunidad de contar la historia. Este triunfo es de la República Dominicana, siempre amaré a mi país”, agregó.
En la historia del Salón de la Fama, creado en 1936, una docena de peloteros latinoamericanos fueron electos por la BBWAA al Salón de la Fama. Del grupo, los lanzadores Juan Marichal (1983) y Pedro Martínez (2015), el jardinero Vladimir Guerrero (2018) y Ortiz son nativos de República Dominicana, el país extranjero con mayor representación cada año en las Grandes Ligas (MLB) del béisbol norteamericano.
Ortiz, de 46 años, jugó por dos décadas en las Grandes Ligas con Minnesota Twins y Boston Red Sox, entre 1997 y 2016. Firmado originalmente por los Seattle Mariners en Santo Domingo en noviembre de 1992, Ortiz debutó con los Twins en 1997, pero su carrera parecía estancada cuando Minnesota lo dejó sin protección al final de la temporada del 2002.
Uno de los peores movimientos deportivos en décadas recientes, sin embargo, permitió que Boston firmara al pelotero y lo que ocurrió posteriormente fue que Ortiz se transformó en el “Big Papi”, uno de los bateadores más productivos y oportunos de los últimos tiempos. Una llamada de Martínez, el lanzador estrella de los Red Sox, facilitó la histórica reunión con Ortiz.
“Me siento extraordinariamente feliz por David y por haber sido parte del proceso para que se convirtiera en un miembro de la gran nación Red Sox. Con esta votación, se hizo justicia”, dijo Martínez.
"Se ha discutido mucho sobre el valor de un bateador designado, pero David fue especial. Por eso es el primer bateador designado que es electo en su primera aparición en la boleta", agregó Martínez.
Jugando casi exclusivamente como bateador designado, Ortiz bateó 500 jonrones --incluyendo 17 en la postemporada-- con la camiseta de los Red Sox, que ganaron los títulos de la Serie Mundial en 2004, 2007 y 2013, sus primeros desde 1918. El toletero zurdo fue Jugador Más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004 y de la Serie Mundial del 2013.
Además de Ortiz, Babe Ruth, Reggie Jackson y Mickey Mantle son los únicos otros miembros del Salón de la Fama con más de 500 jonrones y al menos tres campeonatos.
Durante su estadía de 16 años con Boston, Ortiz fue convocado a 10 Juegos de Estrellas y recibió siete Bates de Plata y siete premios como Bateador Designado del Año. En 2005 y 2016 recibió el premio Hank Aaron como mejor bateador del joven circuito.
En total, bateó .282 con 541 vuelacercas, 1,768 impulsadas y 1,1419 anotadas en su carrera. Para la franquicia de Boston es segundo en jonrones (483), tercero en dobles (524) y remolques (1,530), quinto en anotadas (1,204) y sexto en hits (2,079).
Ortiz se retiró después de la temporada 2016 a la edad de 40 años. Ese año bateó .315 y lideró las ligas mayores en dobles (48), extrabases (87), slugging (.620) y OPS (1.021). De acuerdo a Elias Sports, es el único jugador en la historia del béisbol que encabeza MLB en dobles, extrabases, slugging y OPS en su última temporada.
Sus 48 jonrones fueron la mayor cantidad en una temporada para un jugador de 40 años o más en la historia de la MLB y, además de vuelacercas, fue el líder del joven circuito con 127 carreras impulsadas.
“No podía con mis piernas. Quería seguir jugando, aún podía batear a los mejores lanzadores, pero no era justo que terminara mi vida útil postrado en una silla de ruedas por no retirarme a tiempo. Nunca me he arrepentido de haber dicho adiós cuando lo hice”, dijo Ortiz, quien al igual que Martínez, funge como un asesor especial de la directiva de los Red Sox.
“Dios ha sido muy comprensivo conmigo y le agradezco por tantas cosas que me ha dado, incluyendo la oportunidad de estar en un grupo tan selecto como el Salón de la Fama”, dijo Ortiz.
"Para un joven de Santo Domingo, siempre soñé con jugar béisbol profesional. Gracias al apoyo de mi padre, Leo, y de mi madre, Ángela Rosa, supe desde mis primeros días en la Escuela Secundaria Espaillat en República Dominicana que tenía la oportunidad de perseguir mi sueño de jugar en las grandes ligas", dijo Ortiz en un comunicado publicado por los Red Sox.
"Y aunque mi camino hacia el éxito no fue sencillo, fue mi amigo, el miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez, quien convenció a los Red Sox para que me dieran la oportunidad de alcanzar el éxito. Y aunque mi camino a Boston tomó 10 años, esos 14 años con el uniforme de los Sox fueron los mejores de mi vida", dijo Ortiz.
"Rompimos la maldición y luego conseguimos dos campeonatos más antes de que me retirara en 2016. Ha sido un viaje muy dulce y hermoso", agregó.