El dominicano logró sellar su nombre en la inmortalidad luego de una productiva carrera de 20 años en las Grandes Ligas
¡La espera terminó para “Big Papi”! En su primer año como elegible en la boleta de votación al Salón de la Fama, el poderoso bateador designado e inicialista de Minnesota Twins y Boston Red Sox ha recibido el llamado a la inmortalidad y oficialmente se convierte en miembro de Cooperstown.
Con 77.9 por ciento de los votos emitidos por la prensa autorizada, David Ortiz consiguió su entrada a la inmortalidad y se convierte en apenas el cuarto dominicano en lograrlo, uniéndose a Juan Marichal (1983), Pedro Martínez (2015) y Vladimir Guerrero (2018).
Adicionalmente, Ortiz es el segundo jugador de posición dominicano en alcanzar la inmortalidad, al igual que el segundo en lograr entrar a Cooperstown en su primera aparición en la boleta de votación, siguiendo los pasos de su excompañero de equipo, Pedro Martínez.
Considerado como uno de los mejores bateadores designados de la historia, tuvo 10 invitaciones al Juego de Estrellas y siete premios Bate de Plata en su carrera. Culminó su paso de 20 años por Grandes Ligas con un promedio de bateo de .286, junto a un OPS de .931, 2,472 hits de los cuales 541 fueron cuadrangulares y 632 fueron dobles, 1,768 remolcadas, mientras que anotó en 1,419 ocasiones.
Ganó tres campeonatos de Serie Mundial junto a los Red Sox, entre los que se encuentra el más recordado de la historia del equipo en 2004, cuando fue una parte fundamental en romper la llamada “Maldición del Bambino”, la cual se extendió por 84 temporadas en que el equipo no ganó un “Clásico de Otoño”, a pesar de llegar en cuatro ocasiones (1945, 1967, 1975 y 1986).
David es recordado por sus hazañas de postemporada, en especial durante el 2004, donde fue el propulsor del único regreso en la historia de MLB que se ha realizado luego de estar debajo tres partidos a cero frente a New York Yankees y por supuesto, por sus números durante 2013, donde ganó el premio de Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.