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¿Sosa debe hacer las paces?

SANTO DOMINGO -- Este miércoles se celebraron 100 años de fundación del Wrigley Field, hogar de los Cachorros de Chicago.

Pero los Cachorros, que ganaron su última corona hace 106 años y no van a una Serie Mundial desde 1945, prefieren destinar sus esfuerzos a otras cosas muy diferentes a pensar en ganar partidos.

Los Cachorros prefieren mantener su campaña de descrédito contra quien ha sido, quizás, el mejor jugador en toda la historia de la franquicia: el jardinero dominicano Sammy Sosa.

Sí, Sosa puede disputar esa condición con figuras como Ernie Banks y Ryne Sandberg, dos de los más legendarios jugadores del equipo de la Ciudad de los Vientos, aun cuando los Cachorros quieran vender otra idea.

Sosa no fue invitado a la celebración del centenario de la casa de los Cachorros y aunque el propietario de la novena Tom Ricketts ha dicho en múltiples ocasiones, incluyendo en varias visitas a la República Dominicana, que el ex toletero tiene las puertas abiertas en Chicago pero que todo se hará en su momento.

No importa que Sosa conectara 545 de sus 609 jonrones de por vida con los Cachorros. No importa que ganara el premio al Jugador Más Valioso de la temporada de 1998 y que básicamente cargara con la escuadra hacia esos playoffs.

No importa que en tres oportunidades pasara la marca de los 60 jonrones, único hombre que lo ha hecho en toda la historia de las mayores.

No, nada de eso importa. Lo único que importa a los Cachorros es que en el último partido de la temporada del 2004, Sosa se fue del estadio antes que terminara el encuentro. Al menos, en eso es que han basado toda la campaña de descrédito que su antiguo equipo ha librado por ya una década.

El portavoz de los Cachorros, Julian Green, dio unas declaraciones a ESPNChicago.com que simple y llanamente solo pueden ser tomadas con pinzas.

"Hay algunas cosas que Sammy tiene que mirar y considerar antes de que vuelva a tener un compromiso con el equipo", dijo Julian Green.

Fuentes le indicaron a Jesse Rogers de ESPNChicago.com que una de las cosas que Sosa tiene que hacer es hacer las paces con algunos ex compañeros de equipo por sus acciones al final de su carrera con los Cachorros.

¿Estamos en el bachillerato o en un equipo de Grandes Ligas? ¿Con quién, cómo y para qué debe hacer las paces?
La verdad es que las declaraciones reiterativas de Tom Ricketts de que Sosa tiene las puertas abiertas para volver a los Cachorros lucen más hipócritas que reales y eso, al menos desde mi punto de vista, no tiene lógica.