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Una respuesta con autoridad de Reales

"My friends and I -- we've cracked the code"

Así comienza la segunda estrofa de la canción "Royals", de artista Lorde, que está causando revuelo en esta Serie Mundial, pero que en efecto describe a la saciedad lo que ocurrió en la parte baja de la sexta entrada, cuando los Reales de Kansas City explotaron para cinco carreras en ruta a una victoria por 7-2 sobre los Gigantes de San Francisco para nivelar la Serie Mundial a un juego.

Tras sufrir una derrota por 7-1 en el partido inaugural en la cual James Shields apenas llegó a la cuarta entrada y la ofensiva logró solo dos hits ante Madison Bumgarner, los Reales necesitaban ganar el segundo partido, razón por la cual el rally de la victoria resulta más impresionante dado al hecho que Yordano Ventura, a sus tiernos 23 años, abrió el partido para Kansas City permitiendo un cuadrangular a Gregor Blanco que puso al equipo local "detrás del ocho" desde el inicio.

Pero la cría que llevó a los Reales a ganar sus primeros ocho partidos de la postemporada antes del tropezón del martes, regresó a la ofensiva.

Lorenzo Cain pegó un doble en la parte baja de la primera y, luego de que el abridor de los Giganes, Jake Peavy, cediera una base por bolas a Eric Hosmer, Billy Butler pegó un hit impulsador que niveló la pizarra.

Y fue en esa misma parte baja de la primera en la cual se probó que estos Reales van en serio. Contrario al primer partido, cuando los Gigantes tomaron una ventaja de 3-0 en la primera entrada y los Reales no reaccionaron, en esta ocasión si se veía un poco de agresividad desde el primer turno de Alcides Escobar.

Claro está, Peavy no es, ni será Bumgarner, pero sigue siendo un lanzador experimentado contra una alineación joven en Kansas City que está nadando en aguas profundas por primera vez. Y los Reales no estaban intimidados, y eso marcó la diferencia.

Los Reales estaban atendiendo sus turnos con agresividad. De los 24 bateadores que Peavy enfrentó, solo uno se ponchó y tomaron su primera ventaja de la Serie Mundial en la tercera entrada con dobles de Omar Infante y Escobar, y aunque esta ventaja fue de vida corta, esa agresividad sentó las bases para lo que ocurrió en la sexta -- bateando con más confianza, los Reales montaron un rally un poco atípico en términos de la cantidad de carreras, pero hecho al estilo de Kansas City.

Sencillo de Cain, base por bolas de Hosmer, sencillo de Butler, doble de Salvador Pérez y un extraño cuadrangular de Infante, todo entremedio de cuatro cambios de lanzadores por parte de Bruce Bochy -- empatando el récord de la Serie Mundial con cinco lanzadores en una entrada.

En fin, ya los Reales no están como el venado entre las luces del automóvil. Los Reales tuvieron un reencuentro con su agresividad ofensiva y, en tienen una zapatilla en la cual construir en su viaje a San Francisco.

Gran labor de Ventura

No se puede reaccionar a este partido sin mencionar la gran labor de Yordano Ventura, quien laboró por 5.1 entradas, ponchando a dos y con una recta que estuvo entre las 96 y 100 millas por hora por la mayoría de la noche.

Nadie sabía que esperar del novato lanzador dominicano, quien mostró inconsistencia en la Serie de Campeonato ante los Orioles de Baltimore, habiendo permitido cuatro carreras en 5.2 entradas en su salida del 11 de octubre.

Pero Ventura le dio a os Reales exactamente lo que necesitaban, una salida de calidad para nivelar la serie.