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El panorama de peso ligero: ¿Shakur Stevenson, el nuevo Rigondeaux?

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Shakur Stevenson no pudo noquear a Artem Harutyunyan (0:53)

Shakur Stevenson defendió con éxito por primera vez su título mundial de las 135 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al derrotar por decisión unánime a Artem Harutyunyan. (0:53)

La última victoria de Shakur Stevenson en casa se sintió como una derrota a su imagen por las altas expectativas y poco espectáculo.


La victoria reciente de Shakur Stevenson sobre Artem Harutyunyan en su propia casa dejó una señal que es alarmante: abucheos. El pálpito del público en esa noche fue de decepción. Esperaban que la joven estrella del boxeo resplandeciera la ciudad, marcara la pauta de un futuro prometedor en donde se convertiría en agente libre. El rival era adecuado para que Stevenson se luciera entre los suyos y aplacara las críticas de ser un paleador aburrido, incapaz de tomar riesgos y brindar espectáculo. Y el joven de 27 años no limpió su imagen, sino que ratificó su estatus de boxeador poco atractivo y perdió una posición en el ranking divisional de ESPN, dejando la interrogante: ¿es el nuevo Guillermo Rigondeaux?

En una ocasión cuando se le preguntó a Freddie Roach sobre el cubano, dijo: “Es el mejor talento que he visto” y soltó esas declaraciones mientras entrenaba también a Manny Pacquiao y nadie cuestionaba esas palabras de Roach, porque el cubano era un fenómeno en el ring con una izquierda letal y una defensa impenetrable. El problema con “el mejor talento” que Roach vio es que se dedicó a ganar como si estuviera en el amateurismo, sin importarle el show o satisfacer al fanático. Rigondeaux fue relegado al ostracismo. Un súper boxeador incapaz de generar emociones y condenado al olvido.

Cuando Stevenson se convirtió en campeón mundial ligero del CMB contra Edwin De Los Santos, rompió el récord por realizar la pelea de título mundial en la que menos golpes se han conectados, con apenas 40, en 38 años de CompuBox. Y más allá de sus atributos técnicos de pugilista élite con una mano izquierda respetada, la cual podría noquear a cualquiera si tomara riesgos, y llegar a ser en tricampeón mundial con 26 años, no alcanza el grado de satisfacción, tal como lo hace Gervonta Davis. En un negocio como el boxeo es más importante el cómo, que simplemente ganar.

El futuro de las 135 libras

Aunque se insinuó que la pelea entre Gervonta Davis y Shakur Stevenson estaba destinada a realizarse y hasta existió intercambio de palabras por ambos pugilistas, hubo un giro en el guion. Ya hay negociaciones entre Davis y Vasiliy Lomachenko para chocar al final del año, dejando por completo a Stevenson fuera del panorama. Decidieron ignorarlo, y no porque exista miedo sobre el ring, sino más bien porque los promotores les huyen a los abucheos si hay millones de dólares en juego.

A pesar de eso, Shakur es joven y está a tiempo de girar ese oscuro destino. No le tema a nadie. Quiere a Lomachenko, a Davis, dice estar dispuesto a saltar a superligero para retar a Pitbull Cruz y tampoco le incomoda defender su cetro contra William “El Camarón” Zepeda. Este último, que viene de noquear en tres asaltos a Giovanni Cabrera, ascendió al tercer lugar en el ranking divisional de las 135 libras y Oscar De La Hoya, promotor del mexicano, lo declaró listo para cualquier cita, incluyendo Stevenson.

Mientras que, en un segundo plano, pero con el atractivo del título de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) está el veterano peleador ucraniano Denys Berinchyk (quinto en el ranking divisional de ESPN) que detuvo las aspiraciones de tetracampeonato de Emanuel “El Vaquero” Navarrete. Y un poco más atrás (sexto) la joven promesa Keyshawn Davis, quien cumplió derrotando el fin de semana pasado al mexicano Miguel Madueño, reflejando paso a paso su ascenso al círculo de los protagonistas.