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Brian Castaño-Jermell Charlo: La Hora de la verdad

Este sábado 17 de julio se habrá terminado la espera y, cuando suene finalmente la esperada campana, Brian Carlos Castaño y Jermell Charlo estarán frente a frente. Y frente, también, a sus destinos.

Mientras llega ese momento, que será difundido por ESPN KnockOut, en una emisión especial que dará comienzo a las 20, hora de la Argentina, el análisis de lo que puede pasar apasiona a los aficionados al boxeo.

Los datos dicen que Castaño, nacido el 12 de septiembre de 1989, subirá al ring con una campaña amateur de 181 ganadas (Incluyendo a Erroll Spence Jr y Sergiy Derevyanchenko) y 5 derrotas, y un record profesional de 17 peleas ganadas, 12 antes del límite y un empate. Es el actual campeón WBO de la división super welter, luego de que la WBA lo despojara de ese cinturón en un trámite oficinesco incomprensible.

Jermell Charlo, nacido el 19 de mayo de 1990, hizo una campaña de 56 triunfos y 8 derrotas como amateur. Y, en el campo profesional, suma 34 victorias (18 antes del limite) con una derrota (22 de diciembre de 2018, cuando cayó por puntos ante Tony Harrison, de quien se desquitó luego). Luce los cinturones WBC, WBA e IBF.

El que gane quedará como único e indiscutido campeón de la división de las 154 libras.

El combate se va a celebrar en el estadio AT & T Center en San Antonio, Texas.

El norteamericano, con su metro y 80 centímetros, tratará de sacar ventaja de su mayor alcance, ya que el argentino con 1,71m es más bajo y estará obligado a achicar los espacios.

Ambos son muy buenos boxeadores, pero con actitudes diferentes.

Castaño suele ejercer mucha presión en cada combate, obligando a los rivales a pelear en retroceso. En su última pelea, cuando capturó el cinturón WBO, lanzó mas de mil golpes ante el brasileño Patrick Teixeira. Ejerció un ataque constante, que mantuvo durante los 12 asaltos y que neutralizó a un rival que en la teoría era difícil y que terminó siendo totalmente dominado por el entonces retador. De hecho, Patrick estuvo cercano a caer en el último round: "Pensé que iba a pasarle lo que a Cedric Vitu, a quien lo tiré en el último cuando el referí paró la pelea", expresó el argentino. "Sin embargo, Teixeira aguantó como un campeón".

La mención a este encuentro -el último de Brian, 13 de febrero de este año, Indio, California- va mucho más allá de los 1136 golpes lanzados por El Boxi. Es, también, la síntesis de su determinación, estado físico impecable y una mezcla de trabajo de demolición con un boxeo atildado.

Charlo, por supuesto, conoce todo esto. Su hermano, Jermall, también campeón mundial, ha reconocido que "Castaño es un rival difícil, respetable y todo un campeón, porque posee gran cantidad de golpes, al contrario de Jermell, que sin embargo tiene más potencia".

Por ahí pasan las claves a favor de Jermell, porque además de un excelente jab, posee puntería para tirar uppercuts de corto recorrido y malas intenciones, ideales para lanzar ante un rival más bajo como el argentino, obligado a avanzar. Es que se supone que Jermell estará, amparado en el contragolpe, emboscado y esperando los descuidos de El Boxi, el crédito de Argentina y de Isidro Casanova.

Claro que estas especulaciones también se pueden deshacer cuando se rompa el hielo, porque los dos son de aceptar la pelea riesgosa y áspera (lo que, además, presupone que será un combate de alto voltaje).

En su última pelea, 26 de septiembre de 2020, Jermell noqueó a Jeison Rosario con un tremendo jab lanzado al cuerpo de su rival, quien no logró recuperarse, más allá de que además, había recibido mucho castigo a la cabeza: la derecha larga es, tambien, una amenaza constante por parte de Charlo.

Pero también es cierto que, cuando está contra las sogas, Charlo no siempre luce y recibe mucho castigo al cuerpo -un elemento que el argentino seguramente va a utilizar a su favor-.

El favorito es el norteamericano, al menos si se toma en cuenta su calidad pugilística, su condición de local y, en un grado menor, el apoyo del público. Después de todo, Castaño está acostumbrado a ser visitante. Y tiene muy bien en claro que para ganar tiene que acumular todo lo que se pueda para evitar fallos localistas.

Se destaca el gran trabajo de su preparador físico, Matías Erbin, quien tuvo también una destacada labor junto a Lucas Matthysse.

Hay otro elemento que suele determinar el destino de una pelea, y es la capacidad de aguante de los boxeadores. No se trata solamente de la capacidad de encajar golpes de poder -que, por cierto, es un elemento fundamental-, sino también de otra clase de aguante. Y es esa cuota que define a los grandes del resto: los que son capaces de soportar un momento desfavorable y, a pesar de todo, sacar fuerzas de flaqueza.

Esa determinación que, en el momento del sufrimiento, convierte una situación difícil en una catapulta para proyectar aún más todo el coraje y la determinación para lograr el triunfo.

Castaño ha remontado momentos difíciles (recordar su combate con Michel Soro, donde sufrió un cabezazo que lo sacó de foco de pelea durante varios asaltos) y seguramente se los va a crear a Jermell. Será en ese instante, de producirse, cuando sabremos también hasta cuánto puede exponerse el triple campeón.

Le damos un crédito especial a Castaño, que ha esperado ansiosamente esta pelea convencido de su victoria. Como lo expresó el argentino, que es conducido por su padre Carlos en el rincón y Sebastián Contursi como su promotor, "Será una guerra".

Será cuestión de esperar el momento de la campanada inicial para saberlo, el momento que todo el mundo espera y que estará en la pantalla de ESPN KnockOut, que además incorpora un audio alternativo para personas con discapacidad visual. El sábado, como suele ocurrir, se escribirá la historia y será en ESPN KnockOut.