Lo que Major League Baseball quiere es que su producto se mueva y fluya de una manera que atraiga a nuevas generaciones de fanáticos, muchos de los cuales ahora tratan cualquier indicio de aburrimiento con un toque de la próxima aplicación, pasando a la siguiente.
Esta preocupación fue el factor motivador detrás de la regla del mínimo de tres bateadores que se ha implementado para 2020: cualquier relevista convocado a un juego debe enfrentar al menos tres bateadores, o lanzar hasta el final de la entrada, con excepciones hechas por lesión o enfermedad.
En las últimas temporadas, el ritmo de muchos juegos se desaceleró drásticamente, piense en un carro que se hunde en un pantano de lodo, una vez que los gerentes recurrieron a su bullpen para sucesivos cambios de lanzadores. La esperanza en la oficina del comisionado es que el mínimo de tres bateadores mantenga el juego en movimiento y tal vez fomente más ofensivas.
A medida que los gerentes, los entrenadores de pitcheo y los tipos de las oficinas centrales tratan de descubrir el impacto de la nueva regla y las mejores formas de convertirla en una ventaja estratégica, sigue siendo impopular en algunos rincones.