Ejecutivos y cazatalentos de la NFL explican qué les atraía de estos 15 proyectos, y por qué no colmaron sus elevadas expectativas
Ross Cockrell estaba enfocado en su propio desempeño durante el Combinado de la NFL, pero no dejaba de notar al DB25, un back defensivo de 6 pies de estatura con zapatillas rosas con tacos en azul neón, una fluidez natural en la cadera, y un tiempo letal en las 40 yardas de 4.37 segundos. Llamó a su padre esa noche, e hizo una predicción acerca de ese prospecto destacado: Justin Gilbert sería el primer esquinero elegido en el Draft 2014 de la NFL.
Ocho años más tarde, Cockrell, undécimo esquinero seleccionado en aquel año, se mantiene en la liga como un defensivo confiable con 47 inicios de NFL y un anillo de Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers. Pero Gilbert, seleccionado octavo global y primer esquinero elegido, participó en un total de 424 jugadas defensivas de NFL antes de verse fuera de la liga en el 2017 con suspensiones múltiples, luego de violar la política de abuso de sustancias.
Tratar de explicar esa disparidad genera muy gastadas pero significativas interrogantes para cada prospecto de NFL que pasa por la maquinaria del draft: ¿Ama el juego? ¿Llegará al equipo ideal para desarrollarlo? ¿Lo sustentará su ética de trabajo a lo largo de la difícil transición? Son preguntas que los equipos no siempre pueden responder, a pesar de las incontables horas que se invierten en hacerlo. A veces, no lo sabrán con realidad hasta que el jugador ingresa por primera ocasión al complejo como un profesional.
Por eso es que casi todos los visores tienen a un jugador que marcaron como estrella en potencia, y que nunca terminó por alcanzar esas expectativas. No son necesariamente fiascos de draft; algunos siguen siendo jugadores productivos en la liga. Simplemente, no alcanzaron el estándar, y algo en el reporte de los visores del equipo no se tradujo en éxito.
Así que preguntamos a visores de la NFL, ejecutivos y coaches, nombrar a un jugador que haya pasado por el draft a lo largo de los últimos 15 años o menos, y que realmente amaran, pero que se quedara corto. Las respuestas a veces fueron sorpresivas. No todos fueron reclutas de primera ronda, pero la mayoría fueron jugadores seleccionados por otros clubes. Consideren estos yerros personales como aquellos que escaparon.
Los equipos sienten una conexión con todos los jugadores en el draft, debido al tiempo invertido en evaluarlos. A aunque la incertidumbre sirve para aumentar la intriga en el draft --los equipos típicamente se sienten afortunados si batean .500 en un año dado--, algunas fracasos duelen más que otros. Debes esperar que las fortalezas de un jugador se impongan a las banderas rojas, y la convicción lleva a la confusión cuando sus carreras no reflejan lo que proyectaban durante el proceso de draft. Aquí hay 15 de esos ejemplos.
Josh Rosen, QB (N° 10 en el 2018)
Lo que se suponía iba a ser: Un letal pasador de bolsillo
Lo que fue: Un suplente nómada
El talento de brazo es intrigante, y los desempeños de Rosen lanzando en UCLA lo llevaron hasta el status de un Top-10. En el 2018, los Arizona Cardinals canjearon para ascender en el orden de selecciones y tomarlo en el turno N° 10 global, que, en su momento, era considerada una caída para él.
"Su simplemente lo veías lanzar el balón, es muy talentoso", estimó un ejecutivo de la NFC. "Hay mucha habilidad allí. Y la mostró por momentos en el colegial. Así que creo, quien sea que estaba buscando seleccionarlo, quería creer que esas fortalezas lo llevarían".
Pero, interrogantes previas al draft en torno a la madurez de Rosen le han seguido a lo largo de un inicio nómada a su carrera de NFL. Con Rosen iniciando 13 partidos, los Cardinals del 2018 contaron con la peor ofensiva de la NFL. Un año más tarde, Arizona lo traspasó a los Miami Dolphins, una movida sin precedentes. De acuerdo a datos de ESPN Stats & Information research, Rosen es el único pasador en la historia de la liga reclutado en el Top-10 en ser canjeado del equipo para el que jugó su primera campaña antes de que comenzara su segundo año.
Seguro, Arizona no precisamente maximizó sus habilidades. Quedó atrapado en la transición Steve Wilks-Kliff Kingsbury que llevó a los Cardinals a seleccionar a Kyler Murray primero global en el Draft 2019, y el talento a su alrededor no era grandioso. "A donde llegas importa, y él no fue colocado en posición de tener éxito", dijo un ejecutivo de la NFC. "Un sistema de soporte más sólido y quizás lo logra".
Rosen ha portado cuatro jerseys desde aquel canje de Arizona, pasando el año pasado con los Atlanta Falcons y pasando entre los puestos de segundo y tercero en el orden de plantilla.
Como apuntó el ejecutivo de la NFC, sus temas de madurez pueden rastrearse hasta sus días con UCLA. Y un visor de la NFL recuerda asistir a una práctica de los Bruins donde Rosen no prestaba atención, asumiendo un rol de payaso de la clase en las laterales, y con el entonces head coach Jim Mora obviamente molesto mientras intentaba preparar un partido. Rara vez se ve a un head coach obligado a hacer del quarterback un ejemplo, rememoró el visor.
"Como quarterback, debes estar más enfocado que los demás, y no estoy seguro que él haya entendido eso", explicó el cazatalentos.
La experiencia de Rosen en el 2021 con Atlanta fue predominantemente positiva, no obstante, y los Falcons notaron crecimiento en su madurez. Rosen es agente libre sin restricciones, y podría regresar a Atlanta.
O.J. Howard, TE (N° 19 en el 2017)
Lo que se suponía iba a ser: Jugador perenne de Pro Bowl
Lo que fue: Sólido segundo ala cerrada en el orden, con potencial
Un visor veterano de la AFC recuerda haber estudiado de cerca a Howard, desde observar sus partidos con Alabama en vivo hasta todos sus movimientos en el Senior Bowl.
"Pensé que era un talento infalible", dijo el cazatalentos. "Tenía la clase de tamaño y atleticismo necesario para la posición".
Varios ejecutivos y visores hicieron eco a ese mismo sentimiento. Howard no ha sido un fiasco, seguro. Sus 119 recepciones para 1,737 yardas y 15 touchdowns a lo largo de cinco temporadas con los Tampa Bay Buccaneers son respetables. Una rotura de ligamento anterior cruzado en octubre del 2020 le hizo rezagarse, también. Y acaba de firmar un acuerdo de un año y 3.5 millones de dólares con los Buffalo Bills. Pero, el ex recluta N° 19 global parecía encaminado a unirse al panteón de grandes alas cerradas, algo que simplemente no ha sucedido.
Dante Fowler Jr., OLB (N° 3 en el 2015)
Lo que se suponía iba a ser: Una fuerza dominante por la orilla
Lo que fue: Un sólido especialista en presionar quarterbacks
La temporada de destape de Fowler llegó en el 2019 con Los Angeles Rams, consiguiendo 11.5 capturas y obteniendo un contrato de tres temporadas y 48 millones de dólares con los Falcons. Pero, nunca pasó al nivel de élite, que era la expectativa como tercer recluta global para los Jacksonville Jaguars.
Un visor veterano de la AFC veía cualidades de estelar cuando Fowler salía de la Universidad de Florida, porque podía dominar de varios modos: doblando la esquina, convirtiendo velocidad en poder, o con una movida de contra por el interior.
"Lo único que no tomé en cuenta es que los verdaderamente buenos cazadores de quarterbacks poseen buena movilidad en las caderas, o son realmente veloces o extremadamente poderosos", explicó el visor. "Y aunque Dante era repentino y tenía sus recursos, no arrojó excelentes números en las pruebas de atleticismo como algunos de los mejores".
Ese reporte del visor se materializó. Fowler estuvo bien posicionado en un rol de apoyo para Aaron Donald en Los Angeles, pero sufrió por dos años en Atlanta, que lo dejaron libre en febrero. Fowler firmó con los Dallas Cowboys en este receso de temporada, con la oportunidad de revivir su carrera junto a Micah Parsons y trabajar de nuevo con Dan Quinn, su ex entrenador con Atlanta.
Justin Gilbert, CB (N° 8 en el 2014)
Lo que se suponía iba a ser: Un esquinero cerrojo con longitud y velocidad
Lo que fue: Un clásico fiasco de la NFL
El guino para Gilbert saliendo de Oklahoma State apuntaba más a la fama que la quema. Reclutado al lado del quarterback Johnny Manziel como una futura piedra angular para los Cleveland Browns, Gilbert no cargaba banderas rojas importantes como colegial, y no hay conocimiento público de algún arresto. El talento nunca fue un tema. Sus habilidades de cambio de dirección y tango eran merecedoras de un sitio en el Top-10. Al hacer entrevistas respecto a la caída de Gilbert hace algunos años, varios coaches colegiales o compañeros intentaban encontrarle sentido a todo.
El esquinero veterano de la NFL, Kevin Peterson, quien inició al lado opuesto de Gilbert en OSU, dijo que Gilbert "realmente amaba" al fútbol americano, siempre alentando a compañeros a correr tan rápido como él, o incrementar sus límites en el gimnasio. Respondió a los retos de los coaches y era agradable dentro de las instalaciones. El experimentado coach colegial Jason Jones, quien reclutó a Gilbert a Oklahoma State, recibió esa pregunta en torno al amor por el juego de todos los visores y ejecutivos que estudiaron a Gilbert en el proceso previo al draft. Respondió que sí, sí amaba al fútbol americano, Eso es lo que creía, al menos, dejando a aquellos cercanos a él procesando una clara desconexión entre el colegial y el profesional.
"Pensé que sería uno de esos tipos que jugaría por largo tiempo", reconoció Jones, ahora coach de safeties en Indiana.
Las expectativas de draft crecían, con los equipos enamorados de sus herramientas físicas, Pero, los reportes de visores no eran todo elogios. Un evaluador de la NFC dijo que su club tenía preocupaciones por su manera de beber. Un ejecutivo diferente de la NFC dijo que Gilbert a veces carecía de la atención al detalle en su trabajo, y practicaba "dureza selectiva", particularmente frente a la carrera.
"Especialmente como recluta alto, realmente quieres aceptar la competencia para hacer que funcione", explicó un coach defensivo veterano de la NFL que estudió a profundidad a Gilbert. "Ese componente no estaba allí".
El ex coach de backs defensivos de Oklahoma State, Van Malone, dijo a equipos durante el proceso previo al draft que Gilbert necesitaba dirección y un fuerte sistema de apoyo. Cuando Gilbert platicó con Malone sobre su turbulento año de novato en Cleveland, Malone admitió que quizás lo había tratado como un niño, en ocasiones. La NFL no hará eso, le recordó; te van a multar en lugar de eso. Y, Cleveland no era exactamente un ejemplo de consistencia en ese punto, con la franquicia percatándose en tiempo real del error que había sido Manziel.
"Lamento que, como coach, no le di más", admitió Malone. "Cuando llegas hasta ese nivel ... tu vida está a punto de cambiar ... No hay dónde esconderse en la NFL".
Y así, las últimas jugadas de Gilbert en la NFL llegaron en el 2016 con los Pittsburgh Steelers, y naturalmente, fueron hermosas: apagó al ala cerrada de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, en zona roja con su longitud y trabajo de pies. Luego, estaba fuera. Varios intentos de contactar a Gilbert a lo largo de los años han sido en vano.
Solomon Thomas, DL (N° 3 en el 2017)
Lo que se suponía iba a ser: Un liniero defensivo versátil, capaz de crear caos
Lo que fue: Un liniero rotacional
Los equipos amaban el motor y la versatilidad de Thomas en el 2017. Los San Francisco 49ers pensaron que habían hallado a un ancla defensiva, y otros en el Top-10 lo codiciaban. Con el cazador de quarterbacks Myles Garrett como el obvio recluta N° 1 global para Cleveland y los Chicago Bears canjeando para ascender por el quarterback Mitch Trubisky en el N° 2, Thomas y San Francisco parecían un acomodo natural.
"Fue tan productivo, podía jugar por la orilla o ganar por dentro, tan pulido, un gran tipo", dijo un ejecutivo de la AFC. "Pero, cuando lo desmenuzas, la pregunta era, ¿cómo va a ganar consistentemente? No es un tackle defensivo de 290-300 libras, y es un técnica-3 de tamaño pequeño y un ala defensiva pequeño".
Thomas, de 280 libras, finalizó su estadía de cuatro años en San Francisco con 95 tacleadas y seis capturas. Los 49ers básicamente admitieron su error al declinar su quinto año opcional de contrato. Después de jugar la temporada pasada con Las Vegas Raiders, Thomas firmó un acuerdo por un año y 1.4 millones de dólares con los New York Jets en el receso de campaña. Entrar a una sexta campaña de NFL como pieza clave de una línea defensiva no es poca cosa. Pero, los equipos esperan mucho más de un recluta del Top-3.
Andre Dillard, OT (N° 22 en el 2019)
Lo que se suponía iba a ser: Un tackle izquierdo titular
Lo que fue: Un suplente con potencial no realizado
Cuando los Philadelphia Eagles consiguieron a Dillard con el turno N° 22 del 2019, algunos otros clubes quedaron celosos.
"Pensé que era un robo donde lo eligieron", explicó un ejecutivo de la AFC.
El liniero de 6 pies con 5 pulgadas y 315 libras, procedente de Washington State, parecía encaminado a proteger la orilla todos los domingos. Dillard era considerado por muchos como el mejor tackle disponible en aquel draft, y con los Houston Texans buscando sumar ayuda en la posición de tackle en el turno N° 23 global, los Eagles parecieron inteligentes al saltar hasta el puesto N° 22 para tomar a Dillard. (Los Texans seleccionaron al tackle Tytus Howard).
Pero, Dillard ha servido sobre todo como suplente, se perdió la totalidad del 2020 por una lesión de bíceps, y ha sido sujeto de rumores de canje.
"Pensé que sería un tackle izquierdo titular", dijo un visor de la NFC. "Realmente buena rapidez y pies".
Quizás, todavía haya tiempo para ello. Si los Eagles declinan su opción de quinto año de contrato, Dillard será un agente libre intrigante en el 2023. Los equipos son parciales hacia los jugadores que calificaron alto durante el proceso de draft.
Duke Dawson Jr., CB (N° 56 en el 2018)
Lo que se suponía iba a ser: El siguiente esquinero cerrojo de los New England Patriots
Lo que fue: Canjeado luego de una campaña
El recluta de segunda ronda de los Patriots en el 2018 parecía estar en la senda para convertirse en el siguiente esquinero de cobertura de presión productivo para Bill Belichick. Dawson, séptimo esquinero seleccionado en aquel año, fue el jugador de cobertura reclutado más alto por New England desde que Ras-I Dowling se fuera N° 33 global en el 2011.
Pero, Dawson nunca participó en una jugada para New England, comenzando el año en la lista de reservas lesionados por un tema de tendón de la corva y fracasando en su intento de ganarse un lugar en la alineación a su regreso. New England lo traspasó a los Denver Broncos, donde ha tenido dos inicios en 26 partidos, pero se rompió el ligamento anterior cruzado a finales del 2020. Pasó parte del 2021 en la escuadra de prácticas de Denver y ahora es agente libre, entrenando para su siguiente oportunidad de NFL, se cree. Dejando de lado la mala fortuna con las lesiones, la carrera de Dawson nunca ha comenzado realmente.
"Ese fue uno grande, pensé que sería mejor", dijo un visor de la AFC. "Podría ser cosa de Bill B. Si no soportas el duro estilo de inicio, puede ser difícil recuperarse después de eso".
Josh Jones, S (N° 61 en el 2017)
Lo que se suponía iba a ser: Un safety capaz de hacerlo todo que iba a estabilizar el backfield defensivo de los Green Bay Packers
Lo que fue: Un agente libre después de dos campañas
Los Packers usualmente aciertan en selecciones defensivas altas en el draft, y Jones fue calificado como uno de los mejores safeties en la clase del 2017, con mensurables impresionantes. Con 6 pies y 1 pulgada de estatura y 220 libras de peso, corrió un tiempo de 4.41 segundos en las 40 yardas y registró un salto largo estático de 11 pies. El analista de draft de la NFL, Mel Kiper Jr., consideró a Jones su jugador N° 39 global en aquel año.
Pero, Jones inició 12 partidos a lo largo de sus primeras dos temporadas, pidió un canje, y al final fue cortado. Ha jugado para cuatro equipos desde entonces, sin estabilidad a la vista.
"Pensé que sería un safety versátil, capaz de hacer de todo", admitió un ejecutivo de la AFC. "No funcionó para él".
Sam Darnold, QB (N° 3 en el 2018)
Lo que se suponía iba a ser: La solución al problema de largo plazo de los Jets en la posición de quarterback
Lo que fue: Un titular de bajo estrato en la NFL
Darnold es un caso curioso porque es estimado, trabaja duro y posee habilidades destacadas. La gente alrededor de la liga lo respalda. Pero, eso es cada vez más difícil después de 52 intercepciones en cuatro temporadas. Mala toma de decisiones lo llevaron a ser traspasado de los New York Jets a los Carolina Panthers, quienes ahora buscan a su reemplazo.
Saliendo de USC, Darnold parecía estar a punto de solidificar la posición de quarterback para los Jets de una vez por todas. El equipo envió la sexta selección global y tres turnos de segunda ronda a los Indianapolis Colts por el derecho de tomar a Darnold en el N° 3. Algunos alrededor de la liga creyeron de todo corazón en esa movida, y todavía guardan esperanzas. Un ejecutivo de la NFC incluso dijo que Darnold lo ha decepcionado un poco, en buena medida porque "amaba al chico" saliendo de colegial.
"Simplemente pensé que era inteligente, sabía qué hacer con la ofensiva, con el ovoide, atlético, puede lanzar el balón", notó el ejecutivo. "Pensé que tenía todo lo que se requería para ser un gran quarterback. Pensé que quien sea que lo reclutara, estaba recibiendo a un gran quarterback franquicia. Quizás, todavía haya tiempo para eso. Espero que funcione para él en Carolina".
Hace poco más de un año, Carolina cedió turnos de segunda, cuarta y sexta vuelta a New York por los derechos a Darnold. Así que, no está demasiado alejado de haber tenido algún valor alrededor de la liga.
"Aunque no funcionó el año pasado, no es una mala movida para Carolina", agregó un ejecutivo de la NFC diferente. "Su historia no está totalmente escrita"
Jarvis Jones, OLB (N° 17 en el 2013)
Lo que se suponía iba a ser: El sucesor de James Harrison en Pittsburgh
Lo que fue: Un titular de nivel medio que estaba fuera de la liga después de cuatro temporadas
Jones llegó a los Steelers como recluta de primera ronda con toneladas de talento. Impuso la marca para la Universidad de Georgia de capturas en una campaña con 14.5 en su último año colegial. Cuatro años más tarde, Jones había producido seis capturas y fue enviado a la banca en su campaña final en Pittsburgh. Arizona lo firmó por un año en el 2017, pero se lastimó y nunca participó en otra jugada de NFL.
"Esa fue una donde había que confiar en tus ojos, porque no marcó tan bien durante el proceso previo al draft, pero le dimos el beneficio de la duda porque lideró a la SEC en capturas", dijo un ejecutivo de la NFC. "La producción es apenas parte de la ecuación".
Chris Cook, CB (N° 34 en el 2010)
Lo que se suponía iba a ser: Un esquinero largo que pudiera dar a Calvin Johnson problemas en la NFC Norte
Lo que fue: Titular de medio tiempo con problemas fuera del campo
Un coordinador de la NFL vio habilidad de primera ronda en Cook, reclutado por los Minnesota Vikings al inicio de la segunda ronda en el 2010.
"Realmente, un tipo talentoso, velocidad, 6 pies con 2 pulgadas, con rango", dijo el coordinador. "Tenía grandes esperanzas para él. Simplemente creo que se fue desviando fuera del campo, y afectó su carrera".
En el 2011, Cook enfrentó un cargo de agresión doméstica por estrangulación y un cargo de agresión de tercer grado --ambos delitos mayores-- luego de una pelea con su entonces novia. Fue absuelto más tarde. Cook completó su contrato de novato, pero Minnesota no lo retuvo. Luego, jugó para San Francisco por un año, pero estaba fuera de la liga para el 2015.
Tavon Austin, WR (N° 8 en el 2013)
Lo que se suponía iba a ser: Un explosivo jugador ofensivo capaz de hacer de todo
Lo que fue: Un buen jugador de rol
Los Rams sorprendieron a muchos cuando invirtieron una selección del Top-10 en Austin, pero la verdad es que no estaban solos en su fascinación con Austin. Varios clubes estaban enamorados con las posibilidades ofensivas en torno al receptor de 5 pies con 8 pulgadas.
"Realmente, solo esperaba a un jugador explosivo con la habilidad de desmarcarse desde la ranura, así como brillar en jugadas de engaño desde el backfield", argumentó un ejecutivo de la AFC. "También pensé que sería dinámico en las devoluciones. Mirando atrás, realmente no tenía una posición definida".
Austin sí mostró destellos en los en regresos con un touchdown en devolución de patada de despeje en cada una de sus primeras tres temporadas, Pero, ha encontrado las diagonales para un total de 29 veces, y nunca ha cruzado la marca de las 550 yardas en una campaña como receptor o como corredor.
Austin, de 31 años de edad, jugó más recientemente con los Jaguars en el 2021. Sigue entrenando y podría recibir algún interés como agente libre después del draft o más cerca de la temporada regular.
Josh Doctson, WR (N° 22 en el 2016)
Lo que se suponía iba a ser: Un receptor de jugadas grandes
Lo que fue: Un recorte de plantilla imposible de traspasar
Los equipos aciertan en receptores abiertos todo el tiempo en drafts recientes, pero a mediados de los 2010s, hubo una época difícil. En el 2015, el recluta N° 7 global, Kevin White, decepcionó a pesar de "tenerlo todo", en términos de habilidades, dijeron varios visores. Y los otros cuatro reclutas de primera ronda en aquel draft --DeVante Parker, Nelson Agholor, Breshad Perriman y Phillip Dorsett-- han tenido rachas productivas pero se combinan para cero Pro Bowls.
Pero, una alta selección todavía persigue a un visor de la AFC: Doctson. Mostró destellos de gran habilidad saliendo de TCU, pero atrapó un total de ocho pases de touchdowns en la NFL.
"Ese es un fallo personal para mí", reveló el cazatalentos. "Pensé que sería un buen N° 2. En lo que fallé fue en la velocidad y la habilidad para yardas después de la atrapada".
Doctson --quien corrió en un tiempo de 4.50 segundos las 40 yardas en el Combinado-- tuvo un total de 1,100 yardas en recepciones a lo largo de sus primeros tres años, 260 de las cuales llegaron después de la atrapada. Muchos de los mejores receptores abiertos de la liga están muy por encima del 30 por ciento en esa área.
Washington cortó a Doctson antes de la campaña del 2019, incapaz de encontrar a algún interesado en canje. Tres equipos más lo liberaron en años futuros, y ahora está fuera de la liga.
Vic Beasley, DE (N° 8 en el 2015)
Lo que se suponía iba a ser: Un líder en capturas de la NFL
Lo que fue: Un líder en capturas de la NFL ... antes de apagarse
Es difícil llamar a Beasley un fracaso total, considerando lo que produjo durante la campaña del 2016: lideró a la liga con 15.5 capturas y se ganó un sitio en el equipo All-Pro. Pero, ahora es un defensivo de 29 años de edad que fue agente libre por segundo receso de temporada consecutivo. Los Falcons no intentaron retener a Beasley después de cinco campañas, y luego de firmar un acuerdo por una temporada con los Tennessee Titans, Beasley jugó un total de 125 repeticiones defensivas antes de ser liberado por el equipo al término de la campaña del 2021.
El ex gerente general de los Falcons, Thomas Dimitroff, recientemente tocó el tema de Beasley en una amplia entrevista con el Atlanta Journal-Constitution, sugiriendo que una falta de pasión fue un problema.
"La cosa con respecto a Vic es que necesitaba a alguien que fuera capaz de conectar con él y motivarlo constantemente, seguir sobre él, y eso es difícil al siguiente nivel, donde debes motivarte solo", dijo un coach defensivo veterano de la NFL que estudió a Beasley de cerca.
Lo que hace ahora es incierto. Múltiples equipos no tienen certeza de que sigan entrenando en busca de un futuro empleo de NFL.
Cameron Erving, OT (N° 19 en el 2015)
Lo que se suponía iba a ser: Un liniero de Pro Bowl
Lo que fue: Un profesional sólido
Los equipos estaban emocionados por las aptitudes de Erving y su versatilidad de cara al Draft 2015, con los Browns eligiéndolo N° 19 global. Era considerada una selección sensible, dado que el equipo tomó a Gilbert y Manziel en la primera ronda del año previo.
La buena noticia es que Erving ha jugado las cinco posiciones a lo largo de una línea ofensiva de NFL durante siete temporadas, ayudándole a conservarse dentro de la liga. La mala noticia es que, bueno, Erving ha jugado las cinco posiciones a lo largo de una línea ofensiva de NFL. Los Browns incluso lo probaron como centro, que puede ser un ajuste mayúsculo al siguiente nivel, en especial para un jugador de 6 pies con 5 pulgadas y 315 libras.
"Nunca realmente pudo asentarse en un puesto", relató un ejecutivo de la AFC. "Cleveland probablemente no era la mejor situación para él, tampoco. Demasiada transición allí. Hubo interrogantes por su dureza, pero se hubiera podido sobreponer a aquello".
Los Browns canjearon a Erving a los Chiefs después de dos temporadas. Jugó tres campañas en Kansas City, una con los Cowboys y una con los Panthers, que en el 2021 lo firmaron por dos año y 10 millones de dólares para ser un titular puente como tackle izquierdo. Iniciar 56 encuentros a lo largo de siete años no es cualquier cosa, pero muchos visores vieron un futuro más brillante para él.