Los jugadores pueden apelar sus suspensiones, una opción que tomará Oday Aboushi
El apoyador de los Denver Broncos, Randy Gregory, y el escolta de Los Angeles Rams, Oday Aboushi, fueron suspendidos un juego cada uno después de que intercambiaran golpes tras la victoria de los Rams por 51-14 el domingo.
Mientras los equipos se apiñaban en el centro del campo de camino a sus vestidores después del partido, Randy Gregory y Oday Aboushi intercambiaron palabras, con los cascos puestos, y Gregory golpeó a Aboushi en el casco; Aboushi respondió con un puñetazo antes de que se separaran.
En cartas enviadas a los jugadores el lunes, el vicepresidente de operaciones de la NFL, Jon Runyan, comunicó: "Mientras caminaban hacia un grupo de compañeros de equipo, entrenadores y medios, ambos se detuvieron y se golpearon la cabeza y/o el cuello. Su conducta pudo causar lesiones graves y claramente no refleja los altos estándares de deportividad que se esperan de un profesional".
Gregory y Aboushi serán elegibles para regresar a sus respectivos equipos el 2 de enero. Los jugadores pueden apelar sus suspensiones, una opción que tomará Aboushi, dijo el lunes el entrenador de los Rams, Sean McVay.
El domingo fue solo la segunda vez que Gregory jugó desde que sufrió una lesión en la rodilla en la Semana 4. Firmó un contrato de cinco años y $70 millones en la temporada baja, pero se limitó a seis juegos.
La escaramuza final coronó un juego de momentos de indisciplinas para Gregory. Fue sacado del juego dos veces por el entrenador Nathaniel Hackett: una en la primera mitad cuando Gregory arrojó su casco después de un touchdown de los Rams; luego por un golpe tardío al mariscal de campo Baker Mayfield.
"Después de ese segundo, lo sacamos, eso es inaceptable", indicó Hackett, quien fue despedido el lunes.
Gregory se negó a abordar los incidentes después del partido, aparte de decir: "Todos quieren saber si lo golpeé en la boca, lo hice".
Con información de Jeff Legwold de ESPN.