Mahomes está en la cúspide de la NFL, sin embargo, hay que dejar claro que todavía hay una brecha importante entre él y el mejor jugador de todos los tiempos
Cinco años como quarterback titular, dos veces campeón de Super Bowl y dos MVP de Super Bowl (54 y 57), dos MVP de temporada (2018, 2022), jugador ofensivo del año (2018), cinco Pro Bowls (2018-2022) y 11-3 récord en Playoffs. Él es Patrick Lavon Mahomes II, quarterback de los Kansas City Chiefs y la gran figura de la NFL, quien a sus 27 años ha logrado mucho más de lo que cualquier jugador de la NFL pudiera soñar.
Sin embargo, hay que dejar claro que todavía hay una brecha importante entre Patrick Mahomes y el mejor jugador de todos los tiempos, quien recientemente, a sus 45 años, anunció su retiro. Sí, hablamos de Tom Brady, apareció en 10 Super Bowls, ganando siete de ellos, Mahomes al momento tiene un récord en el “Super Domingo” de 2-1 y esa derrota fue hace un par de años ante los Buccaneers de Brady.
¿Pero qué había hecho Tom Brady en su quinta temporada como titular?
A diferencia de Patrick Mahomes, quién fue seleccionado en la primera ronda del Draft del 2017 con la clara idea que sea el jugador franquicia de los Chiefs, Brady fue seleccionado por los New England Patriots en la sexta ronda del Draft de 1999, dejando una gran duda si podía tener cabida en el equipo. Para mérito de Brady, logró a base de esfuerzo, dedicación y perseverancia entrar al equipo y fue hasta la semana dos de la temporada 2001 cuando se le abrió la oportunidad para jugar como titular, misma oportunidad que jamás dejó ir.
Durante sus primeros cinco temporadas como quarterback titular Tom Brady llegó a tres Super Bowls (36, 38 y 39), habiendo ganado dos MVP de Super Bowl (36, 38), tres Pro Bowls (2001, 2004 y 2005) y un récord de 12-2 en playoffs, que a comparación con Mahomes, lo que le faltaba en este entonces era el MVP de temporada, conseguiría tres más adelante en las temporadas (2007, 2010 y 2017).
Con 24 años y en su primera temporada como quarterback titular, Tom Brady ya estaba jugando su primer Super Bowl y ganándolo de la mano de Bill Belichick, con quien hizo una dupla extraordinaria durante su largo recorrido con el equipo de Massachussets.
Por su parte, Patrick Mahomes también llegó al gran partido por el Vince Lombardi a los 24 años; sin embargo, era su segunda temporada como titular con el equipo de Kansas City, pero tuvo la misma suerte que el mejor de todos los tiempos y se ganó el tan ansiado trofeo. Tanto Brady como Mahomes comparten la coincidencia de haber jugado dos Super Bowls de manera consecutiva en sus primeras cinco temporadas como titulares, la diferencia es que el máximo portador de anillos ganó los tres, siendo bicampeón en 2003 y 2004, y el QB de los Chiefs solo dos.
En cuanto a estadísticas, el ex mariscal de Patriots y Buccaneers sumó 18,029 yardas por aire, superando en su quinta campaña como titular las 4 mil yardas; además de lanzar para 123 touchdowns. Por otro lado, Mahomes ha logrado 23,957 yardas por aire, superando en todas las temporadas las 4 mil yardas, incluso en dos años superó las 5 mil; y ha lanzado para 192 touchdowns, una cifra impactante cuando la comparamos con el mejor de todos los tiempos.
Si bien los números apantallan y podrían inclinar la balanza un poco a favor de Mahomes, no hay duda que en cuanto a títulos conseguidos en la misma cantidad de tiempo favorece a Tom Brady; sin embargo, el joven quarterback de Kansas City tiene un futuro brillante, pues con tan solo 27 años ya están en la élite, pues se unió a la selecta lista de mariscales que han ganado dos Super Bowls, la cual obviamente está comandada por Tom Brady (7), seguido de Joe Montana (4) y Terry Bradshaw (4), Troy Aikman (3), Peyton y Eli Manning (2).
Patrick Mahomes tiene la calidad para ser un extraordinario jugador, ha tenido de guía a un excelente head coach como lo es Andy Reid y ahora tendrá el reto dentro de su brillante carrera de alcanzar o superar a una leyenda como Tom Brady. Al final lo que importa son los Vince Lombardi y el actual MVP de la temporada y del Super Bowl tiene un largo camino por recorrer