Ahora en su undécima temporada, Travis Kelce ha buscado modos de contribuir en Kansas City, aparte de solo atrapar pases
ANDY REID INTENTABA compartir algo de su sabiduría con los Kansas City Chiefs en su vestidor durante el Juego de Campeonato de la AFC.
No pudo terminar el mensaje porque Travis Kelce lo seguía interrumpiendo.
"Travis seguía cortándolo con un gran grito y decía, 'Sí, eso es correcto, vamos'", relató el linebacker Drue Tranquill.
Kelce no necesariamente interrumpe a Reid cada semana. Solo estaba emocionado como nunca por el partido en contra de los Baltimore Ravens. Durante la semana, dijo que deseaba que los Chiefs ganaran, como nunca antes había deseado una victoria.
Sus acciones en el día de juego sugieren que no eran solo palabras vacías. Provocó a la afición de Baltimore cuando fue abucheado durante los precalentamientos. Lanzó las cosas de Justin Tucker cuando sintió que el pateador de los Ravens invadía el espacio de preparación de Patrick Mahomes.
Luego, consiguió uno de los mejores desempeños de su carrera, con 11 atrapadas para 116 yardas y el primer touchdown del juego. Al término del encuentro, que ganaron los Chiefs por 17-10 para catapultarlos al Super Bowl LVIII en contra de los San Francisco 49ers, compartió un emotivo abrazo con su hermano Jason sobre el campo, e intercambió saludos con aficionados a los Chiefs en las tribunas.
Fue una exhibición extrema para cualquiera, incluido Kelce. Pero, el ala cerrada siempre ha sido la fuente de energía de los Chiefs.
"Pienso que aporta una tonelada", admitió Mahomes. "Es la energía. La gente ni siquiera lo ve en la práctica. La energía que tiene ... debemos sacarlo del entrenamiento solo para entrenar y él desea estar allí para cada jugada.
"Esa mentalidad, donde ves a un ala cerrada de calibre Salón de la Fama, que quiere ser el tipo que más trabaja, eleva el estándar del resto. Eleva el estándar para cómo entrenas, eleva el estándar para cómo te preparas, porque sabes que el tipo lo ha hecho al nivel más alto y continuar haciéndolo cada semana, cada día. Al mismo tiempo, se divierte mucho haciéndolo. Eso muestra que puedes trabajar extremadamente duro y pasarla bien al mismo tiempo, llegando a trabajar todos los días".
KELCE ENTRÓ A LA temporada, ya como uno de los jugadores de más alto perfil de la NFL, el receptor más importante para un equipo dos veces ganador del Super Bowl. Luego, su relación con Taylor Swift lo catapultó hasta otro nivel de fama.
Kelce llevaba paso para tener alguna de sus mejores campañas. Tuvo una racha de tres encuentros al inicio de la temporada con 31 recepciones, 370 yardas y dos touchdowns.
Se vino abajo junto con el resto de los Chiefs después de eso, y no alcanzó las 1,000 yardas por primera ocasión en ocho campañas. Eso condujo a las sugerencias desde el exterior de que ya no estaba enfocado en el fútbol americano.
"Sería bobo decir que no lo noté", confesó Kelce. "Obviamente, cómo vivo mi vida fuera del campo ... Me lo eché encima yo solo, y sí disfruto divertirme con todo, y la cosa más importante es cerciorarme de que mi enfoque está aquí en la organización".
Swift, quien ganó un Grammy por Álbum del Año, por cuarta ocasión en su carrera el pasado domingo, y que se halla en medio de una gira mundial totalmente vendida, ha ofrecido a Kelce consejo sobre cómo lidiar con el escrutinio.
"La única cosa de lo que hablamos es que, mientras estemos contentos, no se puede escuchar nada que sea ruido externo", comentó Kelce.
AL TIEMPO QUE SE aproxima al final de su trayectoria, ahora en su undécima temporada, Kelce ha buscado modos de contribuir, aparte de solo atrapar pases. Desea dejar un impacto, incluso cuando no está disfrutando de un gran juego, como el que logró en Baltimore.
Intenta hacerlo mostrando el camino a sus compañeros. Mahomes es la voz que todos escuchan dentro del vestidor. Es el que entrega el mensaje a los Chiefs cuando salen al campo para calentar, y cuando se marchan al término de los juegos.
Kelce habla, pero prefiere acciones en lugar de palabras.
"Es un desafío encontrar modos nuevos de tener éxito y pienso que lo que me ha traído este año es ese obstáculo y encontrar la manera de sacar lo mejor de mí, descifrar cómo puedo sacar lo mejor de mis compañeros, y hacerlo todo al mismo tiempo", expuso Kelce. "Ser un gran líder, aportar esa energía para los chicos jóvenes, el tipo de mentalidad determinada que se debe tener, semana a semana.
"Y, ¿saben qué? Amo ese desafío. Estaba charlando el otro día con mi hermano en el podcast. Hay ciertas cosas que te dan retos en la vida, que simplemente debes apreciar al estar siendo desafiado, porque no todos reciben esas oportunidades".
El Juego de Campeonato de la AFC, con una cuarta aparición en cinco temporadas en el Super Bowl aguardando a los Chiefs, fue una de esas oportunidades. Kelce dijo que su energía extra inició desde el inicio de la semana, cuando comenzó a ver video de la defensiva de los Ravens, que permitió menos puntos que cualquiera otra en la liga este año.
Kelce dijo que vio a los Ravens imponiendo su voluntad, y que intentaba mostrar a sus compañeros que iba a ser menester igualarla.
Tranquill no fue el único jugador de los Chiefs en notar una diferencia en Kelce esa semana.
"Es uno de esos tipos que aman los desafíos", declaró Mahomes. "Escuchamos cuán grandiosa era su defensiva, y lo fueron. Nos apagaron en la segunda mitad, pero para Travis es como, 'Esta bien, ¿qué puedo hacer frente a esta gran defensiva?'. Posee esa mentalidad y nos lidera de ese modo.
"Cuando las luces son más brillantes, él juega mejor. Y esa es la marca verdadera de un campeón, y es lo que es él".
A Reid no pareció importarle la intrusión de vestidor de Kelce en Baltimore. Ellos han tenido algunas batallas a lo largo de los años, pero Reid está consciente de lo que aporta Kelce a los Chiefs, más allá de su habilidad para jugar.
"Travis siempre está prendido", manifestó Reid. "Para los playoffs, incluso más. Nunca me preocupa que no esté listo. Siempre está allí y aporta esa emoción, ese sentimiento seguro de que vamos a caminar, sin importar lo que sea.
"Aprecio esa actitud, siempre".
Reid lo aprecia tanto, como para ceder el escenario a Kelce en uno de los partidos más grandes del año.
"No siento que lo estaba cortando", expuso Kelce. "Pienso que quizás le estaba ganando en llegar al final, prendiendo a todo encendiendo a todos. Solamente estaba emocionado e intentaba canalizar toda esa energía y cerciorarme de que todos me escucharan".