MÉXICO -- J.J. Watt es probablemente el mejor jugador en la NFL, independientemente de la posición. El ala defensiva de los Houston Texans fue nombrado Jugador Defensivo del Año en tres de las últimas cuatro campañas, designado al equipo All-Pro en las últimas cuatro temporadas consecutivas, e incluido en la plantilla de Pro Bowl de las últimas cuatro campañas.
Cundo se oficializó a principios de año durante la semana previa al Super Bowl 50, que los Texans serían uno de los equipos que jugaría en México, sin duda Watt se convirtió en la mayor atracción del partido, desde el punto de vista de los jugadores.
No obstante, una serie de lesiones --principalmente en músculos abdominales y un disco herniado que requirió cirugía durante el verano-- que datan desde la temporada pasada, impedirán a la afición mexicana ver a Watt en acción este lunes frente a los Oakland Raiders. El defensivo se encuentra en la lista de reservas lesionados de Houston desde finales de septiembre, y no es seguro que regrese a jugar en la temporada.
Sin el defensivo más dominante de la última década sobre el terreno de juego, ¿quiénes serán los jugadores a seguir en el "Monday Night Football"? Te presentamos una docena de ellos:
HOUSTON TEXANS
DeAndre Hopkins. El receptor abierto se metió entre la élite de la posición en el 2015, tras atrapar 111 pases para 1,521 yardas y 11 anotaciones, todo mientras los Texans empleaban un carrusel de cuatro mariscales de campo titulares diferentes --Brian Hoyer, Ryan Mallett, T.J. Yates y Brandon Weeden-- atrapando al menos un pase de touchdown y registrando al menos un partido de 100 yardas por aire con cada uno de ellos. Lamentablemente para él, el nuevo pasador de los Texans se ha quedado muy corto respecto a las expectativas de un contrato de 72 millones de dólares como agente libre. Brock Osweiler acumula un índice de pasador de 74.1 (N° 31 en la NFL), un Total QBR de 49.5 (N° 29 en la NFL) y en la última jornada, ni siquiera pudo alcanzar las 100 yardas por pase. Hopkins sigue siendo un estelar, pero necesita más ayuda del encargado de distribuir el ovoide a la ofensiva.
Jadeveon Clowney. Es natural que todos los ojos se dirijan a tu persona y nivel de juego cuando eres seleccionado N° 1 global en el draft. Tal es el caso de Clowney, quien fuera el primer jugador seleccionado en el sorteo del 2014, y cuya primera campaña colegial fuera una decepción absoluta. No obstante, Clowney ha visto expandirse su rol a la defensiva, principalmente gracias a la ausencia de Watt, y ya acumula en lo que va del año el mismo número de salidas como titular que tuvo en todo el 2015, nueve. Su producción en capturas sigue lejos de lo que se espera para un jugador de su calibre y cualidades físicas --apenas 3.0 en el 2016, 7.5 en dos temporadas y media de NFL--, pero los Texans han sido un equipo que sabe presionar al mariscal de campo y Clowney ha desempeñado un rol importante en la rotación defensiva para lograrlo.
Whitney Mercilus. Probablemente, ningún jugador ha mejorado tanto su nivel de juego en los últimos tres años en la defensiva de Houston que Mercilus. Buena parte de ello podría deberse a la llegada de Clowney. Mercilus acumuló apenas 18 capturas en sus primeros tres años en la liga, del 2012 al 2014, pero el ex recluta de primera ronda se destapó en el 2015 con 12. En la temporada en curso, lleva 4.5. Como buena parte de la plantilla de los Texans, los números de Mercilus han caído desde el inicio de la temporada, y el apoyador externo ya suma tres partidos en fila sin captura. Su trabajo será fundamental en las aspiraciones de Houston para frenar al ataque de alto octanaje de los Raiders.
Benardrick McKinney. Lejos de los reflectores de los defensivos que le rodean, McKinney se está convirtiendo en uno de los mejores apoyadores de la nfl. El recluta de segunda vuelta del 2015 procedente de Mississippi State se ha convertido en pareja ideal de Brian Cushing en el interior de la defensiva de los Texans, y rara vez se le ve lejos del ovoide, sea jugada de pase o carrera. McKinney entra a la Semana 11 empatado en noveno sitio en la NFL con 81 derribos, y junto a Zach Brown de los Buffalo Bills, es el único jugador de la lista entre los primeros 11 con al menos tres capturas. Si no eres fan del juego de McKinney todavía, te recomiendo seguir al N° 55 de Houston en el emparrillado del Azteca para que te conviertas en uno.
Will Fuller. El novato de primera ronda tuvo un debut soñado como profesional, aprovechando las constantes doble coberturas en contra de Hopkins para despacharse con 107 yardas y un touchdown en la Semana 1, y otras 104 en la Semana 2. Sin embargo, sus números han ido en picada desde entonces. En los últimos cuatro partidos de los Texans, Fuller acumula apenas 51 yardas por aire, incluyendo un juego de la Semana 6 en que no tuvo participación. Fuller arrastra una lesión en la pierna desde la Semana 8, y aunque ha entrenado de manera limitada en las últimas sesiones, se espera que juegue frente a los Raiders, aunque no esté al 100 por ciento.
Duane Brown. Admito que me sorprendí en el draft del 2008 cuando Houston seleccionó en la primera vuelta a Brown, procedente de Virginia Tech. No obstante, aterrizó con el gurú del sistema de bloqueos por zonas, Alx Gibbs --entonces entrenador en jefe asistente de los Texans--, y tres viajes al Pro Bowl más tarde, podríamos hablar de él como el mejor liniero ofensivo en la historia de la franquicia. Brown salió con una lesión de cuádriceps del partido final de la campaña pasada, y gracias a la extensa rehabilitación, el tackle izquierdo no estuvo listo para el arranque de la actual temporada. Si los Texans aspiran a correr el balón eficientemente de la mano de Lamar Miller y Alfred Blue, Brown será un elemento crítico, particularmente después de la terrible lesión --se rompió ambos tendones rotulianos el mismo tiempo-- que sufrió el tackle derecho Derek Newton hace poco menos de un mes.
OAKLAND RAIDERS
Khalil Mack. El año pasado, Mack se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL en ser nombrado como All-Pro de primer equipo en dos posiciones diferentes: ala defensiva y apoyador. Si los Raiders poseen un punto débil que preocupe en cuanto a sus esperanzas de Super Bowl este año, es la defensiva, pero no se puede culpar a Mack, un jugador que en poco tiempo se ha internado en la élite de la liga. Por si fuera poco, el encuentro del lunes por la noche servirá para llevar un paso más la comparación entre las carreras entre Clowney y Mack. Después de todo, los Raiders tomaron al producto de la Universidad de Buffalo con el quinto turno global --segundo defensivo en el orden--, después de que Houston se decantara por el ex estelar de South Carolina con la primera selección del sorteo. Hasta el momento, no existe la menor duda de que Mack ha disfrutado una mejor carrera como profesional.
Derek Carr. El mariscal de campo de los Raiders se ha convertido en una de las revelaciones ofensivas de la temporada, sumando su nombre a la lista de candidatos para obtener el premio al Jugador Más Valioso. Aunque es temprano para echar las campanas al vuelo --particularmente con competencia de figuras como Tom Brady, Matt Ryan y hasta el novato Ezekiel Elliott--, nadie puede poner en duda lo que ha aportado Carr al ataque de Oakland. Carr es décimo en la NFL en yardas por partido (7.1), noveno en pases de anotación (empatado con Andrew Luck, con 17), y noveno en índice de pasador (99.1). Por si fuera poco, solamente Brady, Russell Wilson, Dak Prescott y Alex Smith, entre los pasadores de tiempo completo, llevan menos intercepciones que sus tres. Buena parte del futuro como franquicia de los Raiders depende de Carr, y de acuerdo a lo que ha mostrado en el 2016, ese futuro de los Raiders será brillante.
Amari Cooper. Si algo hay que aplaudirle mucho a los Raiders en años recientes, han sido sus buenas selecciones de draft, después de años de decisiones equivocadas y mala fortuna. Cooper fue seleccionado cuarto global el año pasado, proveniente de Alabama, y no ha defraudado. Se trata de uno de los receptores más dinámicos en salir de las filas colegiales en el pasado reciente, y la sociedad AC/DC (Carr-Cooper) invita a pensar en que Oakland será potencia ofensiva por varios años. Cooper superó las 1,000 yardas como novato, y al paso que lleva actualmente, culminaría el 2016 cerca de las 1,500. Si acaso, la única crítica que se puede hacer a Cooper son sus dos recepciones de touchdown en el año, con Carr lanzando pases de anotación a siete receptores diferentes tras nueve partidos.
Michael Crabtree. Hablando de pases de anotación, nadie se ha llevado más de manos de Carr esta campaña que Crabtree, quien ha visto renacer su carrera profesional en Oakland. Al paso que lleva, Crabtree culminaría la campaña con más de 1,000 yardas en recepciones por apenas segunda ocasión en ocho campañas de NFL, y podría culminar con doble dígitos en touchdowns por primera ocasión. Nunca ha sido el receptor más veloz sobre el campo, pero su precisión a la hora de correr rutas cortas e intermedias, y seguridad de manos, lo convierten en complemento ideal para Cooper, quien posee mayor facilidad para estirar el campo. Su desempeño será vital para la ofensiva de los Raiders jugando en la altura de la Ciudad de México, donde las ofensivas pueden reducirse verticalmente debido a la fatiga.
Kelechi Osemele. Considerado como el agente libre de línea ofensiva más codiciado del pasado receso de temporada, Osemele aterrizó en Oakland vía un contrato de cinco años y 60 millones de dólares que lo convirtió en el guardia mejor pagado de la historia. El producto de Iowa State, no ha decepcionado. Oakland posee una línea ofensiva del Top-5 de la NFL, posiblemente del Top-3, y nadie se ha visto más beneficiado de ello que Carr. Para Osemele, no obstante, el juego podría tener significado especial, dado que nació y creció en Houston, donde jugó a nivel preparatoria para Langham Creek High School.
Marquette King. ¿Un pateador de despeje? Sí, un pateador de despeje. King se ha convertido rápidamente en uno de los favoritos de la afición en Oakland, no solamente por su pierna a la hora de entregar el ovoide en cuarta oportunidad --es quinto en la NFL en promedio por despeje con 48.4 yardas, y séptimo en promedio neto con 41.8, además de que ya consiguió un disparo de 72 yardas en el año--, sino que es uno de los personajes más extrovertidos en la plantilla de Oakland. Los bailes de King después de sus despejes lo han puesto bajo los reflectores, y pateando a la altura de la Ciudad de México, seguramente tendrá muchas oportunidades de festejar a su estilo.