SEATTLE -- Con 5:22 por jugar en el partido del jueves por la noche y los Seattle Seahawks superando a Los Angeles Rams por 24-3, Pete Carroll mandó un engaño de patada de despeje con Jon Ryan.
El pateador corrió 26 yardas antes de soltar el balón y sufrir un aparatoso golpe que concluyó en una conmoción.
Dada la situación del partido, es justo cuestionarse porque Carroll ordenó esa jugada. El viernes, defendió su posición.
"Tuvimos una tremenda preparación para tomar ese tipo de oportunidades que bien podrían considerarse como entrega de balón", comentó el entrenador en jefe. "Si se nos presentaba la oportunidad, iríamos por ella sin importar lo que pasara. Estuvimos buscándola toda la noche y eso nos dio la oportunidad de quedarnos con la posesión y no les dimos oportunidad de que tuvieran el balón otra vez. ¿Qué más podría hacer para ayudar a mi equipo?
"La manera en que es percibida es lo que les da a ustedes la oportunidad de hablar cuando quieren y es un desgaste de energía, pero lo entiendo. No espero que lo vean desde nuestra perspectiva. Creo que fue una excelente demostración de planeación, preparación y ejecución. Salió perfecto, excepto por el final. Eso nos permitió de manejar el ovoide y no tenía nada que ver con anotar o algo parecido. Sólo queríamos terminar el partido lo mejor posible".
Los Seahawks vuelven a jugar hasta el 24 de diciembre ante los Arizona Cardinals.
Carroll agregó que evaluarán a Ryan la próxima semana y ahí decidirán qué hacer con su pateador.
"Estaremos al pendiente de Jon, pero si no puede jugar, haremos algo al respecto y tendremos solución para ello", continuó. "Hay muchos jugadores que han dejado notas en la caja de sugerencia sobre el hecho que ellos pueden patear. Personas como [Jermaine] Kearse and Russ [Russell Wilson] creen que pueden hacerlo si se requiere. Tendremos un concurso de despeje, pases y patadas esta semana de ser necesario".