MÉXICO -- El domingo por la tarde dos de las franquicias más ganadoras en la historia de la NFL se verán las caras en busca de un boleto al Super Bowl para representar a la Conferencia Americana.
Entre Pittsburgh Steelers y New England Patriots suman 10 triunfos en 50 ediciones del Super Bowl hasta ahora, es decir, el 20 por ciento de los títulos en disputa y están empatados con los Denver Broncos y Dallas Cowboys con la mayor cantidad de apariciones en el "Juego Grande" con ocho cada uno.
De hecho, ningún mariscal de campo en activo tiene más apariciones en el Super Bowl que Tom Brady (seis) o Ben Roethlisberger (tres), quienes estarán al frente de dos de las ofensivas más explosivas de la liga en el Gillette Stadium.
Sin embargo, el reto no será nada sencillo para Roethlisberger y compañía toda vez que Brady marcha invicto contra los Steelers jugando en casa, lanzando para 15 touchdowns sin intercepciones y un índice total de pasador de 93.2 en el proceso.
La mayor esperanza de Pittsburgh radica en su tridente ofensivo de Pro Bowl, conocido como los "Killer B's", Big Ben, Antonio Brown y Le'Veon Bell, no obstante, los Patriots tienen amplia experiencia lidiando con ese tipo de retos en postemporada, gozando de un éxito único.
De acuerdo a ESPN Stats & Information, New England se ha enfrentado en cinco ocasiones a tripletas de Pro Bowl en postemporada y en todas ha terminado con sendas victorias, incluyendo dos en el Super Bowl contra "The Greatest Show on Turf" de los St. Louis Rams, que tenía cuatro jugadores de Pro Bowl en Kurt Warner, Marshall Faulk, Isaac Bruce y Torry Holt, además de los Philadelphia Eagles que tenían a Donovan McNabb, Brian Westbrook y Terrell Owens.
En su enfrentamiento de temporada regular del 24 de octubre, Roethlisberger no jugó por lesión, así que Landry Jones inició en su lugar, terminando con 29 pases completos para 281 yardas con un touchdown y una intercepción, Bell tuvo 21 acarreos para 81 yardas y Brown terminó con siete recepciones para 106 yardas, pero ninguno anotó.
La historia podría ser distinta con Roethlisberger esta vez, es cierto, pero los números no dan muchas razones para que se emocionen los aficionados de Pittsburgh.
En su carrera, Roethlisberger tiene 3-6 contra los Patriots y está 0-3 contra Brady en Foxborough, lo que no es una buena señal para Pittsburgh.
La clave del partido podría pasar por la defensiva, en la Ronda Divisional, Brady lució impreciso contra una defensiva de los Houston Texans que presionó constantemente con el cazamariscales Jadeveon Clowney, obligándolo a lanzar un par de intercepciones en el partido, la misma cantidad que lanzó en sus 11 juegos de temporada regular.
Sin duda, la defensiva de Pittsburgh puede presentar un reto similar esta semana con el veterano James Harrison jugando en un nivel superlativo, acompañado por Bud Dupree, Ryan Shazier, Lawrence Timmons y Stephon Tuitt, que han sido punta de lanza para una defensiva que acumula seis capturas en la postemporada, la mayor cantidad de la liga.
El problema para Pittsburgh es que si compromete muchos jugadores para tratar de llegar a Brady y no tiene éxito, LeGarrette Blount volverá a encontrar espacios para correr y Julian Edelman y Danny Amendola podrán despedazar a la defensiva con sus habilidad para atrapar balones por el centro del campo y convertir pequeños pases en jugadas grandes.
También será crucial que la línea ofensiva continúe protegiendo a Roethlisberger para permitir que su mariscal de campo tenga tiempo para lanzar y reciba castigo innecesario, sobre todo frente a una peligrosa defensiva que cuenta con Rob Ninkovich, Chris Long y Malcom Brown.
Contrario a lo que muchos piensan que será la clave del partido, el duelo personal entre Brown y Malcolm Butler, el partido podría decidirse en la batalla en las trincheras y en ese rubro veo ligeramente superior a los Steelers.
La única certeza que tenemos es que será un partido apretado y emocionante en el que los Patriots parten como favoritos para ganar de acuerdo a nuestra encuesta de esta semana, aunque no podemos descartar ninguna sorpresa, sobre todo cuando tenemos al equipo más ganador en la historia moderna de la NFL.