CHARLOTTE, N.C. -- El entrenador de los Carolina Panthers, Ron Rivera, dijo que se quedó sorprendido y decepcionado cuando conoció el domingo que el dueño Jerry Richardson planificaba vender el equipo tras la temporada de 2017 ante alegaciones de conducta inapropiada en el lugar de trabajo.
Pero Rivera dejó claro que los Panthers, con marca de 10-4 y empatados con New Orleans al tope de la NFC Sur, continuarán hacia adelante en su empuje a los playoffs y dejarán que la investigación de la NFL sobre la conducta de Richardson siga su curso.
Sports Ilustrated publicó el domingo un artículo en el cual dijo que la organización tuvo que llegar a acuerdos económicos con al menos cuatro empleados debido a la alegada conducta inapropiada de Richardson en el lugar de trabajo.
Las alegaciones van desde acoso sexual hasta el uso de una expresión racial por parte de Richardson.
"Esto es algo muy serio", dijo Rivera el lunes sobre las alegaciones. "Yo si tengo muchas preocupaciones al respecto. Para serles honesto, no las he leído. No estoy descartándolas porque voy a esperar que la investigación esté completado para llegar a mis conclusiones. Pienso que eso es lo justo. No quiero nada que altere mi manera de pensar. Su investigación cobrará su propia vida. Creo que será una completa. Y recuerden, el Sr. Richardson fue el que empujó para esto desde el comienzo".
El enfoque de Rivera estará en preparar al equipo para el partido del domingo en casa ante los Tampa Bay Buccaneers. Los Panthers podrían asegurar un puesto en la postemporada con una victoria.
Rivera habló el lunes con sus jugadores sobre la decisión de Richardson de vender el equipo desde que las alegaciones salieron a la luz pública tras la victoria sobre los Green Bay Packers el domingo en el Bank of America Stadium por 31-24. Les recordó que su enfoque debe estar en el futbol americano al igual que ha sido cuando el equipo ha enfrentado otras distracciones fuera del terreno de juego.
Rivera dijo que habló con Richardson el domingo en noche solo horas antes que el dueño anunciara su decisión de vender el equipo en una carta publicada en el sitio web del equipo.
"Estuvo estupendo en términos de nuestra conversación", dijo Rivera, quien declinó elaborar sobre los detalles de la conversación.
Rivera dijo que su esperanza era que los nuevos dueños mantengan el equipo en Charlott. Richardson llegó a un acuerdo con la ciudad en el 2013 luego que la ciudad acordara pagar por mejoras al estadio para que el equipo se quedara hasta depués de la temporada de 2018.
"Esta organización ha tenido un impacto tremendo en las Carolinas", dijo Rivera. "Ha ayudado en el crecimiento de esta ciudad y de esta comunidad. Ha sido una fuente de orgullo y de buena voluntad. Me gustaría que eso se mantenga.
"Esta es una gran comunidad con unos fanáticos que brindan mucho apoyo y que siempre ha estado ahí para nosotros. Yo espero que de alguna manera, el equipo se pueda quedar aquí".
El ala cerrado de los Panthers, Ed Dickson no quiso entrar en detalles sobre las alegaciones contra Richardson.
"Personalmente, para mi es triste, todo esto", dijo. "Nosotros trabajamos para ser mejores personas, mejores individuos, mejores en lo que sea y cuando ve algo como esto ocurrir, solo me entristece como individuo. Tengo mucho respeto para nuestro dueño. Me dio una oportunidad para venir aquí para mi carrera y hacer las cosas que tengo que hacer como jugador".