FRISCO -- A pesar de lo bien que se sintió Dak Prescott luego de la victoria del domingo pasado sobre los Philadelphia Eagles, los problemas acechan a la vuelta de la esquina.
En cuando el mariscal de campo de los Dallas Cowboys se estiró para tomar una de sus maletas, fue cuestionado sobre qué recordaba de su viaje a Atlanta la temporada pasada, con su regreso al Mercedes-Benz Stadium a menos de una semana de distancia.
"Sí, no quiero ser golpeado tantas veces", respondió Prescott.
Ningún partido definió la temporada del 2017 de los Cowboys más que la derrota 27-7 ante los Atlanta Falcons el 12 de noviembre del año pasado. Comenzó una racha de tres derrotas consecutivas para Dallas de la que nunca se recuperó y quedó fuera de los playoffs.
Prescott fue capturado en ocho ocasiones, seis veces por Adrian Clayborn. El tackle izquierdo reserva Chaz Green, quien jugó en el lugar del lesionadoTyron Smith, permitió cuatro capturas antes de ser enviado a la banca para dejar su lugar a Byron Bell, quien concedió dos más.
Con Ezekiel Elliott cumpliendo el primero partido de una suspensión de seis juegos, la ofensiva se atascó. Prescott lanzó para apenas 176 yardas. Fue apresurado y acosado todo el partido. El ataque terrestre no fue explosivo. No fue mejor para la defensiva luego que perdiera a Sean Lee por una lesión en el tendón de la corva y los Cowboys aceptaron 27 puntos sin respuesta.
La ofensiva de los Cowboys nunca se recuperó de lo que les ocurrió dentro del Mercedes-Benz Stadium en noviembre pasado.
Prescott lanzó para más de 212 yardas en un partido sólo una vez en la segunda mitad de la temporada. Tuvo nueve intercepciones por apenas seis touchdowns. Fue capturado en 32 ocasiones en el 2017 y 22 de ellas fueron en los últimos ocho partidos.
El ataque aéreo siguió teniendo problemas al inicio de esta temporada, apenas encontró recientemente más solidez con la llegada de Amari Cooper mediante un canje con los Oakland Raiders.
En una reunión con sus asistentes, que se grabó en la serie de Amazon, "All or Nothing", el entrenador en jefe Jason Garrett asumió la culpa por no hacer un ajuste durante el partido en Atlanta. El coordinador ofensivo Scott Linehan dijo en la serie, "Este partido literalmente nos [grosería] descarriló".
Los Cowboys vuelven a Atlanta el domingo necesitando una victoria con urgencia al igual que la necesitaban la semana pasada en Philadelphia. Smith jugará esta vez, aunque dolores en la espalda lo marginaron de la práctica del miércoles, y Green ahora es reserva con los New Orleans Saints.
Elliott también jugará.
"Fue difícil de ver", sentenció Elliott. "Un duro momento para mí, pero me alegra que esté allá afuera este año y tal vez ayude a mis muchachos a tratar de ganar este [juego]".
Elliott no quiso profundizar demasiado en la ausencia del año pasado.
"Todo eso quedó atrás", declaró. "Es difícil necesitar motivación extra. Vamos a llegar al partido [con marca] 4-5. Por el resto de la temporada, nuestras espaldas van a estar contra la pared. Tenemos que hacer lo mejor posible para salir y tratar de ganar cada uno de esos últimos juegos. Estoy seguro que ellos están igual".
Para prepararse para el partido del domingo, los Cowboy vieron cada doloroso segundo de la terrible derrota del año pasado.
"Es uno de esos partidos que ves, pero te apresuras a verlo", refirió Prescott.
Lo que hizo que su actuación fuera más impactante fue que los Cowboys sabían que eventualmente se quedarían sin Elliott en algún punto la campaña pasada. Sentían confianza en Alfred Morris como reemplazo de Elliott. En el 2016, Green jugó bien en lugar de Smith durante dos partidos.
Los Cowboys también venían de una racha de seis juegos en la que anotaron al menos 28 puntos en cada partido, incluyendo una victoria 28-17 sobre los Kansas City Chiefs la semana previa.
Contra Atlanta, todo se vino abajo.
En sus últimos 18 partidos, los Cowboys han anotado 28 puntos o más en un partido sólo tres veces y sólo una vez este año.
"Podrías decir que sí a eso [ser arrollados por Atlanta] porque no jugamos bien realmente en ese periodo", reconoció Linehan.
El plan de temporada baja de los Cowboys era asegurarse que no sufrieran otra debacle como la de Atlanta. Sumaron un tackle ofensivo veterano en la agencia libre en Cameron Fleming. Reclutaron en la segunda ronda del draft al guardia Connor Williams. En la segunda semana de la temporada, adquirieron al guardia veterano Xavier Su’a-Filo, quien reemplazó al lesionado Williams la semana pasada y los Cowboys tuvieron su mejor momento de la campaña.
La adición de Cooper ha beneficiado a Prescott, quien tuvo dos de sus mejores tres partidos en yardas aéreas en las últimas dos semanas.
"Vives y aprendes en esta liga", indicó Linehan. "Creo que aprendes más de partidos así que en los que te hacen sentir bien. Creo que fue una experiencia valiosa y creo que nuestros muchachos la están utilizando como motivación para estar listos para este juego".