En su primera movida de plantilla significativa bajo el nuevo entrenador en jefe Adam Gase, los New York Jets anunciaron este martes que partían caminos con el centro Spencer Long.
Los Jets cortaron a Long para evitar un bono de plantilla de 3 millones de dólares, que hubiera quedado garantizado en caso de haber permanecido con el equipo este miércoles. El esperado movimiento lo convierte ahora en agente libre.
Long, de 28 años de edad, firmó un contrato por cuatro temporadas y 27.4 millones de dólares en la pasada temporada baja luego de cuatro años con los Washington Redskins. Los Jets esperaban que estabilizara la posición de centro, una debilidad desde que Nick Mangold dejara de jugar en el 2016, pero el plan no se materializó. Long jugó la segunda mitad de la campaña con una lesión de tendón en la mano derecha, lo que afectó su desempeñó.
El punto más bajo llegó en la Semana 9 en una derrota ante los Miami Dolphins, entonces dirigidos por Gase, cuando fue impreciso en al menos siete centros desde la formación escopeta. El entonces entrenador en jefe de los Jets, Todd Bowles, no lo sacó hasta la recta final del partido, resultando en un torrente de críticas. Long nunca volvió a alinear como centro.
Cuando volvió a la alineación dos semanas más tarde, alineó como guardia izquierdo, donde se mantuvo el resto de la campaña. Terminó iniciando 13 partidos, ocho como centro y cinco como guardia izquierdo. Los Jets estructuraron su contrato de un modo en que no queda "dinero muerto" en contra del tope salarial del 2019. Su cargo completo por 6.5 millones de dólares en contra de la nómina se borra de los libros, incrementando el espacio bajo el tope salarial por encima de los 100 millones de dólares. Pueden emplear parte de ese dinero para encontrar a un centro porque no existe ningún heredero aparente en plantilla.
Jonotthan Harrison, quien reemplazó a Long la temporada pasada, también se convierte en agente libre.