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La experiencia de Chiefs en playoffs del 2018 redituó en el Super Bowl LIV

El lunes por la mañana, mientras veía programas que resumían el Super Bowl, escuché, en NFL Network, a uno de los anfitriones pronunciar una frase que asumo refleja la alegría, júbilo, delirio, o cualquier adjetivo que se pueda usar, de los fans de Kansas City. Tan pronto sonó el silbatazo final, cayó el confeti con los colores de los Jefes sobre los jugadores, entrenadores y miembros del equipo. Ese comentarista dijo algo así, “Después de una larga espera de 50 años sin llegar al Super Bowl, y con las frustraciones que habían sufrido en postemporada, hay un pedazo de confeti para cada fan de Kansas City”. Para aquellos fans de Kansas City que conozco, y también para aquellos que no tengo el gusto de conocer, mi más sincera felicitación por un campeonato GANADO a pulso.

Las palabras en mayúscula no son accidente. Quiero recalcar la palabra GANADO porque he escuchado comentarios de algunos fans, y comentaristas, que dicen que Kansas City no ganó, que San Francisco perdió el Super Bowl. No comparto esa conclusión. Sería una tremenda falta de respeto al gran esfuerzo de los Jefes de Kansas City que se levantaron de la lona cuando parecían estar noqueados.

Hay un grupo enorme que culpa a Kyle Shanahan por haber lanzado cuando pudo haber corrido cerca del final, en particular en la serie ofensiva en el último cuarto cuando Kansas City se había acercado 17-20 y faltaban 6:06 en el partido. San Francisco lanzó pases después de un acarreo de Raheem Mostert de cinco yardas en primera oportunidad. En la segunda jugada, Chris Jones desvió un pase de Jimmy Garoppolo y en la siguiente lanzó otro incompleto a un espacio que estuvo vacío porque sus receptores se confundieron, en particular Kendrick Bourne, como se puede apreciar en la transmisión del partido. Aún después de que Kansas City tomó ventaja, quedaban 2:39 en el partido y los 49ers tenían tres tiempos fuera y la pausa de los dos minutos. SF logró avanzar hasta la yarda 49 de Kansas City y Shanhan mandó una jugada con protección máxima y tres jugadores en trayectoria. Emmanuel Sanders logró vencer una doble marca y quedó desmarcado, pero el pase de Jimmy G fue muy largo y resultó incompleto.

No eximo de responsabilidad a Shanahan y a Robert Saleh. Ciertamente cometieron errores y pudieron tomar decisiones diferentes. Pero eso sucede en cada partido. Andy Reid y su equipo también cometieron y tomaron malas decisiones. Al final, el partido quedó en manos de Patrick Mahomes, y Jimmy Garoppolo. El quarterback más talentoso de la NFL marcó la diferencia sobre Jimmy G, quien es un buen quarterback, pero algunos escalones debajo de Mahomes. Otro detalle que fue evidente fue el peso de la experiencia, no tanto entre Reid y Shanahan, sino entre los jugadores de ambos equipos.

Kansas City estuvo a punto de avanzar al Super Bowl en 2018, pero su defensiva no pudo con el paquete en el Juego Campeonato de Conferencia. Dicen que “los golpes ingren”. Las espadas se forjan al rojo vivo y a golpes. Esa derrota en el campeonato de la AFC fue el mejor profesor. Kansas City empezó esta temporada ESPERANDO llegar al Super Bowl habiendo quedado tan cerca en 2018. San Francisco buscaba tener una mejor temporada y QUIZÁS, avanzar a playoffs. Aquellos de San Francisco que digan que se veían en el Super Bowl en el mes de julio exageran. Me preguntaban durante la semana del peso de la experiencia entre Andy Reid y Kyle Shanahan. Mi respuesta fue que no era factor y di el ejemplo de Doug Pedersen vs Bill Belichick en el Super Bowl LII. Lo que SÍ fue factor, fue la experiencia de los JUGADORES, en momentos de presión. En el último cuarto Kansas City EJECUTÓ en jugadas críticas, mientras que algunos jugadores de San Francisco tuvieron errores mentales. Eso pesó.

Lo cual me lleva al tema de porque Kansas City ganó el juego.

Pat Mahomes tuvo un comienzo de malo a pésimo. Había estado bajo presión constante a lo largo del partido, y fue interceptado en sus primeras dos series ofensivas de la segunda mitad. Eso fue mérito de San Francisco quien lo presionó y lo confundió. Antes de cada partido, los entrenadores siempre llegan a los partidos con planes sofisticados y con detalles nuevos que los rivales no anticipaban. He visto a los mejores de los mejores, a Tom Brady, Joe Montana, John Elway, Peyton Manning, Dan Marino, Roger Staubach batallar durante gran parte del partido, sólo para sublimarse en los últimos cuartos y remontar marcadores y sobreponerse a situaciones desesperadas. Patrick Mahomes tiene el ADN para pertenecer a este grupo, Jimmy G no.

¡Esos jugadores son seres HUMANOS! Cometen errores, pero APRENDEN de ellos. Son víctimas de la adversidad, pero CRECEN en los momentos difíciles. Saben que hay que CONFIAR en el proceso y perseverar. Saben que las montañas se suben paso a paso y no de un brinco. Que si pierden por 10 puntos en el último período lo importante es ejecutar la SIGUIENTE jugada. No se precipitan. No se desesperan ni entran en pánico. Al contrario, cuando están batallando van almacenando información. Son humanos, pero tienen un elemento “cibernético” que les permite evaluar esa información acumulada y procesarla para poder contrarrestar, y superar, esos detalles y planes de los entrenadores rivales. Eso sucedió exactamente con Mahomes y Andy Reid en los últimos siete minutos del partido, y por eso Kansas City es campeón.

Mahomes no ganó solo este juego. Sus compañeros de la defensiva FORZARON errores y fallas del rival. Chris Jones fue una pesadilla para la línea ofensiva de los 49ers. Los que se ciegan por las estadísticas dirían que tuvo un partido modesto porque tuvo sólo una asistencia en tacleadas, la misma cantidad que tuve yo en el Super Bowl XXI, pero desvió tres pases y constantemente presionó a Jimmy G forzándolo a lanzar incómodo y antes de tiempo. Ocupó bloqueos dobles en gran parte de las jugadas ofensivas de San Francisco. Tyrann Mathieu fue una contratación clave y fue la inspiración de su unidad en momentos de desesperación. Steve Spagnuolo, el coordinador defensivo, fue agresivo cuando su ofensiva necesitaba recuperar el ovoide. Travis Kelce, Tyreek Hill, Sammy Watkins y principalmente, Damien Williams, respondieron cuando los necesitaron. Kansas City NUNCA perdió la calma. Se apegó al proceso, afrontó la tormenta con calma y sus jugadores CONFIARON en su entrenador.

Para los fans de 49ers, el futuro es prometedor. Kyle Shanahan es un excelente entrenador. Debe aprender que el nivel del talento que tiene a su disposición no está necesariamente a la altura de su cacumen como entrenador. Sus jugadores aprenderán de esta experiencia. El equipo es joven. Dudo que Jimmy G llegue a ser quarterback élite, pero pueden ganar un campeonato con él. No hay que olvidar que esta fue apenas su primera temporada como titular jugando 16 partidos. Hay jugadores de excelente nivel como sus tres corredores, Raheem Mostert, Tevin Coleman y Matt Breida. No olvidemos a Jerick McKinnon y Jeff Wilson, y Kyle Juszczyk es un arma letal como fullback por su versatilidad. George Kittle es un fuera de serie y Debo Samuel será una estrella en el futuro. Tienen a un jugador, Jalen Hurd, quien estuvo en la lista de los lesionados, pero quien podría ser una pieza clave del equipo. Faltará reforzar la línea ofensiva porque es probable que Joe Staley se retire. Tendrán, por mucho, a los mejores siete frontales de la NFL. También tendrán que buscar mejorar la posición de esquinero que fue deficiente todo el año y en playoffs. Kyle Shanahan será criticado duramente por haber supervisado un equipo que fue superado 21-0, en el último cuarto, pero crecerá como entrenador.

Kansas City tendrá la opción de extender el contrato de Patrick Mahomes. Cabe mencionar que NINGÚN quarterback que haya ganado el Super Bowl y recibido un contrato exorbitante después ha repetido como campeón. ¿Seguirá Mahomes la pauta de Drew Brees, Aaron Rodgers, Eli Manning, Russell Wilson, Nick Foles? ¿O emulará a Tom Brady quien siempre optó por un contrato por debajo de su nivel para permitirle al equipo firmar a otros jugadores? El sacrificio para ser campeón, y SOSTENERSE en la cima, no sólo es con el trabajo y el estudio. También se refleja en el aspecto económico aceptando un acuerdo que no refleja el nivel del jugador. Kansas City NO tiene mucho espacio en el límite de nómina en 2020, aproximadamente 16 millones de dólares (N° 24 en la liga). Un contrato de 40 millones de dólares o más, forzaría el despido de muchos jugadores importantes como se dio en New Orleans, Green Bay, NYG, Baltimore y Seattle.

Viendo hacia adelante, en unas semanas tendremos el Combinado de Indianapolis para evaluar prospectos y en casi un mes, el inicio de la agencia libre.

Finalmente, extrañé a Álvaro, pero de esta temporada 2019-20 de la NFL, me quedo con el recuerdo y la satisfacción de haber tenido el privilegio de trabajar con profesionales del micrófono como Ciro Procuna durante la temporada, y Eduardo Varela y Pablo Viruega en playoffs, y con un gran grupo de apoyo entre productores y asistentes de producción, investigadores y editores con quienes quedo eternamente agradecido.

Esta nota no regresará hasta el mes de marzo.

¡Hasta la próxima!