La franquicia de Pittsburgh demostró que tienen temple de acero, con perfecta marca de 6-0, hoy los Steelers son el único equipo invicto de toda la liga
Suben las acciones del acero.
Dicen que los grandes proyectos deben construirse con base en una mentalidad de acero y trabajo duro.
Hace apenas una temporada, los Steelers tras la Semana 7 tenían una marca perdedora de 2-4, todo era un dolor de cabeza, habían perdido desde muy temprano en la campaña a su mariscal de campo por una lesión que requería de cirugía y que lo dejaría fuera toda la campaña. Los problemas del equipo, a ratos se disfrazaban con buenas actuaciones defensivas, pero la ofensiva era un desastre, desde la incompetencia de los mariscales suplentes Mason Rudolph y Devlin Hodgers, y luego una serie de bajas por lesión.
Aún así, el entrenador en jefe Mike Tomlin, que tantas veces ha sido cuestionado y criticado duramente por su falta de mando y por sus decisiones arriesgadas en momentos clave, surfeando la oleada de imprevistos, mantuvo al equipo peleando por postemporada hasta la última fecha regular con un récord de 8-8. Aunque igual era evidente que en caso de haber accedido no les alcanzaba para más.
Básicamente, la esperanza estaba puesta en la vuelta de todos aquellos jugadores que no se encontraban en condiciones, pero sobre todo en su quarterback, que, aunque no lo es todo en este equipo balanceado, sí que es un elemento sumamente relevante no solo por la posición que desempeña sino por la experiencia y liderazgo en el equipo.
El propio Ben Roethlisberger reconoció antes de empezar la temporada 2020 que estaba nervioso por volver a jugar, de su brazo prácticamente dependía dar una nueva cara al equipo a la ofensiva, y la buena noticia es que lo ha logrado, su regreso se ha sentido de inmediato. La mala noticia es que no figura un plan B para suplir a este veterano que por edad o por su historial de lesiones y cirugías, no parece ser el futuro de la franquicia más allá de unos tres o cuatro años en el mejor de los casos.
Big Ben volvió, y con él muchas esperanzas, el equipo sumó a un estupendo novato Chase Claypool, que forma parte de la buena baraja de opciones del quarterback, junto a James Washington, Juju Smith-Schuster, James Conner, Diontae Johnson, Benny Snell Jr., la adición de Eric Ebron, y la defensiva se ha mostrado a la altura de cada partido, incluso éste último donde no pudieron contar con Devin Bush por lesión.
El arranque de calendario se veía accesible frente a equipos como los Giants, Broncos, Texans, todos con marca perdedora, un descanso adelantado en la Semana 4 y luego empezaba el camino rocoso, el derbi de Pennsylvania frente a los Eagles, un duelo divisional contra los Browns, que por primera vez en mucho tiempo tenían marca ganadora, y luego los invictos Titans.
Este domingo, la franquicia de Pittsburgh demostró que tienen temple de acero, les alcanzó para establecer la diferencia en los dos primeros cuartos para luego regular. Cada prueba superada, pero eso sí, con un sube y baja de emociones incluido, cada juego ha llevado su dosis de drama, ya sea por ventajas que se ven reducidas al mínimo o por cada vez que parece llegarle la presión a Big Ben, es ahí donde los corazones de los aficionados se paralizan al recordar la falta que les hizo hace un año.
Perfecta marca de 6-0, hoy los Steelers son el único equipo invicto de toda la liga. Sorprendente para quienes los tenían descartados incluso de su propia división, el Norte de la AFC. La semana próxima pinta para ser la prueba más difícil de este calendario, sus grandes rivales, los Baltimore Ravens. Pero los triunfos dan confianza y respaldo para afrontar los retos siguientes.
Mantener la voluntad de acero para cerrar una campaña de oro.