DALLAS -- Fue muy claro que Ben DiNucci no está preparado para jugar en la NFL aún. Mucho menos para ser quarterback titular de los Dallas Cowboys en este momento.
DiNucci abrió su primer partido, por necesidad, en la derrota que sufrieron los Cowboys 23-9 ante los Philadelphia Eagles, en reemplazado de Andy Dalton, quien no pasó las pruebas del protocolo de conmociones cerebrales.
El jugador elegido en la última ronda del Draft egresado de la Universidad de James Madison, jugó como tal, como un quarterback de séptima ronda de la segunda división del colegial, jugando en la mejor liga profesional de futbol americano en el planeta.
Hay que reconocer que los Cowboys intentaron ayudarle con cualquier cantidad de jugadas de truco, creativas, como pocas veces se ha visto en la historia reciente de la franquicia.
Zeke Elliott hasta como quarterback apareció en formación “Wildcat” por vez primera en su carrera, igual que el receptor Cedrick Wilson, quien además dos veces intentó lanzar pases en engaño de reversible, pero jamás tuvo tiempo de hacerlo. La línea ofensiva simplemente no bloqueó.
También es cierto que DiNucci sorprendió al mando de una ofensiva que en la primera serie sacó tres puntos y que tal vez pudo aspirar a más en esas jugadas al principio del partido.
Pero también es un hecho que en la NFL es imposible ganar sólo tratando de correr el balón, como intentaron por momentos los Cowboys, cuando vieron que además de su ritmo de pasador se complicó más con la absoluta falta de bloqueo de la línea ofensiva.
Mucha culpa tuvieron los entrenadores, encabezados por Mike McCarthy, de la falta de protección de DiNucci porque ni siquiera han intentado movimientos para tratar de mejorar algo que está probado que dista de funcionar.
Muchos pensaban que Zack Martin podría regresar de su conmoción cerebral como tackle derecho y Joe Looney, en su primer partido de vuelta tras su lesión de tobillo, podría ocupar la posición de guardia derecho.
Pero no fue así. McCarthy y Joe Phibin, el entrenador de la línea ofensiva, insisten en el novato Terence Steele, quien por momentos parecería que en vez de mejorar empeora cada semana.
DiNucci terminó con 21 de 40 pases completos, el más largo de 15 yardas al ala cerrada Dalton Schultz; 180 yardas, sin touchdowns ni intercepciones. Completó siete de sus pases con Michael Gallup y sólo otros cinco con el resto de sus receptores abiertos.
Quizá la mayor molestia que muchos de sus aficionados puedan sentir en este momento y la principal impotencia de la organización es que desperdiciaron el que por mucho fue el desempeño menos malo de la defensiva en toda la temporada.
El esquinero novato Trevon Diggs interceptó de manera brillante sus dos primeros pases en la NFL. DeMarcus Lawrence parecía con ganas de jugar, con una captura y seis tackleadas. Sean Lee jugó por primera vez en la temporada, aunque desapareció pronto, sin que los Cowboys dieran mayor explicación…
Esa defensiva consiguió cuatro entregas de balón a su favor, incluidas tres en la primera mitad, de las que sólo sacaron dos goles de campo.
La defensa jugó bien su partido contra un mal equipo ofensivo de los Eagles, a pesar de que Jaylon Smith tuvo otro partido para el olvido y sólo porque no hay nadie atrás de él, sigue como titular.
Es casi imposible imaginar la manera en que los Cowboys podrán salir del que parece un tobogán muy oscuro, sobre todo si se considera que el próximo domingo reciben a los Pittsburgh Steelers, el único equipo invicto en la NFL, que en esta Semana 8 derrotó a los Baltimore Ravens y mostraron que son el mejor equipo de toda la liga.