La lección más importante de la Semana 11 la impartió el coach de los New Orleans Saints, Sean Payton, al hacer ver al mundo que Taysom Hill es capaz de jugar adecuadamente como quarterback.
En su primer juego como titular en la NFL, Hill no hizo a un lado su gusto por correr, pero cuando tuvo que lanzar, hizo un buen trabajo para guiar a los Saints a vencer 24-9 a los Atlanta Falcons. De la misma forma, aprovechó la presencia de Alvin Kamara en el backfield para trabajar eficientemente en el juego aéreo.
Hill completó 18 de 23 pases para 233 yardas, sufrió tres capturas y terminó como líder corredor de los Saints con 10 carreras para 51 yardas con dos touchdowns en sustitución de Drew Brees, quien está fuera de acción con múltiples fracturas de costillas.
Sin embargo, es la forma en que administró a la ofensiva lo que destaca de la actuación de Hill.
En jugadas de play-action (engaño de carrera), Hill lució eficiente al completar nueve de 10 pases para 168 yardas y en 11 jugadas de pase detrás alineado detrás del centro, completó sus 11 envíos para 142 yardas.
Quizá Payton aprovechó el duelo ante la débil defensiva contra el pase de los Falcons para ayudar a Hill en su proceso como quarterback, pues las 11 jugadas detrás del centro de Hill es algo que nunca se ha visto con los Saints, pues Brees nunca ha tenido tantas jugadas detrás del centro en un juego con New Orleans.
Además, Brees no ha sumado tantas yardas como Hill en jugadas de play-action desde 2013.
Las bondades del ataque terrestre de los Saints se reflejaron en la confianza y precisión de Hill para lanzar profundo, pues conectó los cinco pases de 15 o más yardas que intentó en el encuentro.
Tener un quarterback que, a diferencia de Brees, gusta de correr, le ofrece un arma más a la ofensiva de los Saints, acostumbrada a jugar con formaciones abiertas y fuertes dosis de pases cortos y mediana distancia, y la situación será mejor si este pasador trabaja con eficiencia en el juego aéreo y sólo usa sus piernas como complemento.
Packers y su irregular intensidad
No es la intención restarle mérito a los Indianapolis Colts, que se recuperaron de ir abajo dos veces por 14 puntos con ayuda de una dominante defensiva en la segunda mitad del encuentro, pero los Green Bay Packers deben encontrar, urgentemente, la manera de jugar en las segundas mitades de sus encuentros con la misma intensidad que muestran en los segundos cuartos.
Gracias a su sólida primera mitad, en particular a los 21 puntos que anotaron en el segundo cuarto, y a un grave error del perímetro de los Colts al permitir que entre tres defensivos, Davante Adams atrapara un bombazo de 47 yardas de Aaron Rodgers con poco más de un minuto por jugar en tiempo regular, los Packers lograron forzar al tiempo extra.
La derrota ante los Colts resalta la tendencia que han tenido los Packers durante todo el calendario regular y que se ha acentuado en las últimas semanas.
En sus últimos cinco juegos, los Packers han anotado 21 puntos en el primer cuarto y 73 en el segundo. A su vez, los rivales han anotado 20 y 21 puntos, respectivamente, en esis periodos. Después de descansar, Aaron Rodgers y compañía han anotado 17 y 28 puntos en el tercero y último cuartos por 39 y 36 de sus rivales.
En el panorama general, Green Bay ha anotado 47 puntos en el primer periodo, 129 en el segundo, 62 en el tercero y 63 en el cuarto, mientras que sus rivales han anotado 48, 65, 65 y 77 puntos en esos periodos, además de los tres puntos de los Colts en tiempo extra.
El coach Matt LaFleur debe encontrar la forma de que su equipo recupere el nivel con el que inició la temporada, pues, en lo particular, los Packers debieron llevarse un triunfo a casa en un juego en el que tuvieron ventaja de 14 puntos y en el que los Colts perdieron 116 yardas en nueve castigos por sujetar de la línea ofensiva, incluido uno que fue rechazado por Green Bay.
Derrick Henry con paso firme y en ascenso
Los Tennessee Titans vencieron a los Baltimore Ravens con la misma estrategia que en la Ronda Divisional de la temporada pasada: una fuerte dosis de carreras de Derrick Henry.
En el duelo de Playoffs de enero pasado, Henry corrió 30 veces para 195 yardas. Nueve meses después, el corredor de los Titans tuvo 28 carreras para 133 yardas y adornó su actuación con el touchdown de 29 yardas que decretó la victoria de Tennesee en tiempo extra sobre los Ravens.
Lo que llama la atención de la actuación de Henry es su capacidad para dominar a las defensivas rivales conforme avanzan los partidos. En la victoria sobre los Ravens en tiempo extra, Henry produjo 96 de sus 133 yardas terrestres en la segunda mitad y tiempo extra.
Henry se ha convertido en una seria amenaza en una etapa en las que el desgaste físico y hasta mental juega un papel importante para todos los jugadores.
Desde el inicio de la temporada 2019, incluidos Playoffs, Henry ha tenido mejor desempeño en la segunda mitad de los partidos, periodo en el que ha sumado 1,852 yardas con promedio de 5.7 yardas por carrera y 21 touchdowns. Su producción en la primera mitad en esos rubros es 1,213/4.2/6 en ese periodo.
El físico de Henry (6-3, 247 libras/1.91 metros, 112 kilos) le permite desgastar a los defensivos y aprovecharse de ello conforme avanzan los partidos para dar, como sucedió ante los Ravens, el golpe fulminante cuando se necesite.
Y si de golpes fulminantes se trata, a Henry le gusta darlos. Con la anotación del triunfo de los Titans sobre los Ravens, Henry se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL que registra al menos dos carreras para touchdowns en tiempo extra en una temporada. La primera fue en la Semana 6 ante los Texans.
Además, Henry se unió a LaDainian Tomlinson (3) como los únicos jugadores en la historia de la liga con al múltiples carreras de touchdown para ganar un juego en tiempo extra, desde que esta medida se adoptó en la temporada de 1974.
ESPN Stats & Information contribuyó a este reporte.