Los movimientos del quarterback en la bolsa son componente primordial del ataque de Cincinnati, con su capacidad de extender las jugadas y ayudando a que los receptores se desmarquen para lograr grandes avances
Casi cada vez que los Kansas City Chiefs presionaron a Joe Burrow en la final de la Conferencia Americana, el quarterback encontró una ruta sorpresiva de escape.
Esa capacidad de salir de los problemas con sus piernas es una de las mayores virtudes de Burrow y uno de los motivos principales por los que ha guiado a los Cincinnati Bengals hasta el Super Bowl.
“Esto añade otra dimensión a nuestro ataque”, dijo el coordinador ofensivo Brian Callahan. “Su capacidad de extender las jugadas, salirse del libreto y hacer todo lo que involucre moverse fuera de la bolsa para encontrar a más receptores y permitirles generar las jugadas ha derivado en muchas acciones explosivas y primeros y 10 en el transcurso del año.
“Él tiene una sensibilidad natural para moverse en la bolsa. Es una parte grande de jugar la posición de quarterback dentro de la NFL en estos días. Los tipos deben ser capaces de hacer eso. Él lo hace como nadie más”.
Burrow mostró sus mejores habilidades durante el Juego por el Campeonato de la Americana frente a Kansas City. Se libró de tres capturas que parecían inevitables y se valió de su velocidad para convertir en tercera oportunidad.
Colin Kaepernick, hace nueve años, era el único quarterback que había corrido para tres primeros intentos durante un encuentro de postemporada en las últimas 10 campañas.
“Él ha encontrado muchas formas diferentes para que ganemos estos partidos, y eso es parte de la evolución del juego. Hay que saber jugar en la posición de quarterback y hacer lo que se requiera en el partido”, dijo Callahan. “Ante Kansas City, él sabía que iba a acarrear el balón algunas veces si dos tipos lo atacaban y si había estructuras de cobertura donde no hubiera visibilidad. Sabía antes del partido que eso sería una parte importante, y lo fue”.
La movilidad de Burrow en la bolsa es un componente primordial del ataque de Cincinnati, con su capacidad de extender las jugadas, ayudando a que los receptores, como Ja'Marr Chase, Tee Higgins y Tyler Boyd, se desmarquen para lograr grandes avances.
Burrow empató en el quinto sitio de la NFL con seis pases de anotación lanzados en movimiento durante la temporada regular, de acuerdo con las estadísticas NextGen de la liga. Lideró la NFL con 10.7 yardas por intento cuando extendió las jugadas.
Aumentó la frecuencia de los movimientos y carreras realizadas por él mismo a medida que continuó la temporada. Fue evidente que confió más en su rodilla izquierda, sometida a una cirugía reconstructiva durante su temporada de novato en 2020.
La diferencia respecto de la primera mitad de la temporada es como la que hay entre el día y la noche”, dijo Burrow. “Yo no estaba realmente listo para hacer nada de eso en la primera mitad. De verdad comencé a ser yo mismo en ese sentido, haciendo jugadas y extendiéndolas. Es algo que he podido hacer, y empiezo a sentirme finalmente como yo mismo. Soy ahora capaz de quitarme algunos de esos derribos cuando los defensivos me han acorralado en la bolsa, y empiezo a ser capaz de salir de esas situaciones para realizar algunas jugadas”.
Regresar al área de Los Angeles para el partido más importante de su incipiente carrera parece apropiado para Burrow, quien se sometió a la cirugía de rodilla en esa ciudad. La operación fue practicada en diciembre de 2020 por Neal ElAttrache, médico de los Rams.
Burrow pasó buena parte de su rehabilitación en la zona. Incluso vio el draft en abril en la casa de Andrew Whitworth, el ex tackle izquierdo de los Bengals y actual jugador de los Rams.
Todas esas horas de trabajo con Nick Cosgray, jefe de rehabilitación de los Bengals, dieron sus frutos. Ahora, Burrow tendrá un viaje mucho más satisfactorio de regreso al sur de California.
“Fue un proceso largo y desgastante”, dijo. “Nick realmente me ayudó a volver a ser el jugador que era antes. No estaría teniendo este tipo de temporada sin él y sin todo el trabajo duro que ha hecho”.
El entrenador Zac Taylor ha visto el progreso gradual desde el campamento de prácticas, cuando Burrow necesitó tiempo adicional para lidiar con el dolor persistente. En cambio, en la final de la Americana, mostró virtudes de escapista, propias de Houdini, que fueron clave para su equipo.
“Pienso que todo fue más cómodo más cerca de la semana de descanso. Comenzamos a decir: ’Bien, parece que él está de regreso al 100 por ciento”, dijo Taylor. “Es difícil adivinar cuánto había avanzado, pero pudimos ver que su confianza crecía, lo mismo que su movilidad. Y ciertamente, en la recta final de la temporada, parece el chico que jugó para nosotros el año pasado, antes de la lesión”.