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El meteórico ascenso del QB de los Eagles Jalen Hurts

FILADELFIA, Pensilvania -- Se le preguntó al receptor A.J. Brown si revisó el roster de los Philadelphia Eagles antes de pactar una extensión contractual por cuatro años y $100 millones en abril pasado para completar la negociación que lo llevó a Filadelfia proveniente de los Tennessee Titans.

"No, lamentablemente", respondió la semana pasada, durante el inicio de los preparativos para el Super Bowl LVII. "Todo lo que debía saber era quién sería mi mariscal de campo. Eso me dijo todo lo que necesitaba saber".

Esa confianza en Jalen Hurts y lo que su presencia significa para la dirección de esta franquicia se formó durante las múltiples horas de intensas sesiones de lanzamientos en remotos campos en Mississippi y varios años de amistad, según indicó Brown.

El público en general no se sentía tan convencido. Hurts mostró innegables cualidades de liderazgo y cierta promesa en el terreno durante su primer año completo como titular en 2021; sin embargo, los cuestionamientos sobre su techo (fundamentadas sobre todo en sus discretas estadísticas de precisión) persistieron durante la pasada temporada baja.

"En mi primer año aquí, es probable que [la gente] ni siquiera quería que [los Eagles] me tomaran en el draft. Probablemente fue una de esas cosas. Pero siempre terminan resolviéndose solas", afirmó Hurts tras la victoria de Philadelphia 31-7 sobre los San Francisco 49ers en el encuentro por el título de la NFC. Citó un verso bíblico que se quedó impreso en su memoria.

"Juan 13:7: 'Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde'. Ojalá la gente lo entienda".

Ni algunos de sus seguidores más fieles podían imaginárselo: una campaña digna del premio al Más Valioso, récord 16-1 como titular y una aparición en el Super Bowl (6:30 p.m. Este, con transmisión EN VIVO por ESPN y Star+ solo para Centro y Suramérica), en el que Hurts y los Eagles llegan como favoritos por 1.5 puntos sobre los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes.

Todo parece repentino e inesperado. Pero al ver los últimos siete meses a través de los ojos de los compañeros de equipo de Hurts y los más cercanos al jugador de 24 años, su ascenso a capitán indiscutible del que podría ser el mejor equipo del fútbol americano en la actualidad ocurrió momento a momento, ladrillo a ladrillo.


SI LA HISTORIA DE ESTA TEMPORADA fuera llevada al cine, la escena inicial sería con Hurts, Brown, el receptor DeVonta Smith y Christian, hermano de Smith, entrenando en medio del torrencial aguacero en Burlington County, Nueva Jersey, una mañana de inicios de julio.

El veterano del Cuerpo de Marines Gabe Rangel, que entrena a varios jugadores de la NFL, entre ellos Hurts y el tackle derecho de los Eagles Lane Johnson, tiene la costumbre de llevar a sus atletas a un parque local para hacer trabajo de velocidad debido a una empinada colina que reposa entre el parque infantil y algunos campos de juego.

Brown acababa de llegar a la población y el grupo accedió en concentrarse en el parque a las 6 de la mañana. Pero no eran las mejores condiciones. La lluvia era inclemente. La colina se había llenado de lodo y el fondo era un pantano desastroso. La combinación de lluvia fría con una cálida superficie generaba niebla.

"Llegué primero al campo ese día. Soy el chico que militó en las fuerzas especiales de los Marines y pensaba: 'Oh, demonios'. En mi mente, pensaba que probablemente iban a cancelar", dijo Rangel. "Tenía la camioneta estacionada y Jalen llega, sale de su auto y lanzó sus zapatillas. DeVonta fue el próximo en llegar. Luego, A.J. No hubo problema. Se sentaron sobre el césped mojado y empezaron a atarse los zapatos".

"La mayoría de los chicos de hoy en la NFL no se presentarían a un entrenamiento en esas condiciones, o se irían a casa", indicó Brown. "Allí hicimos trabajo de verdad".

Hurts marcó la pauta, asegurándose de ser el primero en la fila para todas las repeticiones, según cuenta Rangel. Si requerían motivación adicional, la conseguían en la frase escrita al dorso de la sudadera de Hurts: Hay quien pone excusas y quien hace las cosas. Solo vivimos una vez: hazlo.

Todos corrieron 20 veces sobre la colina, excepto Hurts. Brown empezó su trabajo en la colina después de Hurts y Smith, así que Hurts siguió su ascenso incluso tras haber alcanzado su objetivo, para que Brown no corriera solo.

"Eso le hizo saber a todos, le hizo saber al equipo, la seriedad que teníamos con esto", afirma Brown. "Que íbamos a trabajar sin importar las circunstancias y que lo conseguiríamos".

Nada detendría a Hurts.

"No se inmuta ante nada", dice Rangel.


LAS EXPECTATIVAS CRECIERON a medida que avanzaba el programa de entrenamientos de temporada baja.

Hurts y Brown entraron en ritmo desde el principio. El campamento de entrenamientos se inició con un lanzamiento para anotación de Hurts a Brown en la esquina izquierda de la meta para deleite de la multitud presente en el NovaCare Complex. Ese se convirtió en el tema del verano: Hurts a Brown. Hurts a Brown. Enjuagar y repetir.

La emoción que despertaba esa conexión sólo era superada por el avance notable en el juego de Hurts: el balón salía con rapidez, sus lecturas eran precisas, con la ventaja de formar parte del mismo sistema ofensiva por segundo año consecutivo por primera vez desde que su padre era su entrenador de secundaria. Asimismo, Hurts mostraba una mecánica mejorada, producto de su trabajo en el Sur de California con entrenadores de mariscales de campo que se centraban en su trabajo con los pies y liberación del balón.

"Noto una diferencia importante", afirmó el entrenador Nick Sirianni al periodista de ESPN Sal Paolantonio. "Veo un balón más preciso. Una precisión que me ha complacido mucho".

Mientras tanto, Hurts sentaba las bases tras bastidores con sus compañeros, asumiendo mayor liderazgo.

"Era la segunda semana del campamento. Una vez, llegué a las 5 a.m. para ver videos en el salón de receptores y él ya estaba ahí, viendo videos", afirma el receptor y despejador novato Britain Covey. "Dije: 'Oh, mala mía', y él respondió: 'No, ven a verlo conmigo'. Y, a fin de cuentas, la verdad no vimos videos. Lo pausó para alentarme. Me dijo lo que pensaba sobre mí como jugador".

"Tu primer campamento te abre los ojos y estás tan nervioso pensando si te van a cortar y cosas así. Y él me dio mucha tranquilidad".

Hurts logró conectar con los jugadores en el vestuario mediante pequeños gestos. En el caso del ala cerrada Jack Stoll, fue jugar baloncesto con el quarterback con la canasta de la sala de reuniones del equipo y conversaciones en la sauna. Para el tackle defensivo Milton Williams, fueron sus encuentros regulares con Hurts en el complejo de entrenamientos al final de la jornada cuando Williams salía del salón de masajes y Hurts entraba tras otra ronda de estudio de videos.

"Oye, ¿cómo estás Big Milt? ¿Qué me cuentas? ¿Todo bien?"

En otras ocasiones, los gestos eran más visibles. Por ejemplo, cuando Hurts le obsequió a cada liniero ofensivo un bolso marca Louis Vuitton y a todos los mariscales de campo un par de zapatillas Air Jordan 11 para Navidad.

El profundo Reed Blankenship describió los discursos prepartido de Hurts como "una locura", no porque imite a Al Pacino en la película "Un Domingo Cualquiera". A Hurts le gusta decir: "No tengo que darles discursos de aliento", implicando que el equipo tiene una identidad forjada y el grupo se siente altamente motivado. Pero el mensaje siempre es cónsono con el ánimo y es sincero, con una voz fuerte que "te prepara para salir.

El ala cerrada Dallas Goedert recuerda el discurso de Hurts durante una reunión del equipo, que marcó la pauta para que los Eagles arrollaran 38-7 a los New York Giants en el playoff divisional.

"No estoy hambriento. Me muero de hambre por esto", le dijo al grupo.

"Lo que él diga, se hace", indica Goedert. "Él es el líder de este lugar".

Siendo precisos, Hurts marcó la pauta unas semanas atrás, en otra actuación contundente contra los Washington Commanders en la Semana 3, cuando todo se dio para concretar la convincente victoria 24-8.

"Fuimos [al vestuario después del partido] y todos estaban contentos", afirma Covey. "Él llegó con su cara muy seria, diciendo: 'Éste será el estándar para este año'. Dijo: 'Después de esto, no tenemos por qué alegrarnos cuando juguemos así, porque esa será la expectativa'".


A PESAR DE TODOS los momentos destacados de la temporada de Hurts que tenemos para elegir de esta campaña digna del Más Valioso (lanzó para 22 anotaciones en temporada regular y corrió para otras 13), fue una anotación de 9 yardas en la tercera oportunidad del primer cuarto contra los Giants en la Semana 14 que capturó la atención de sus compañeros e hizo que el esquinero Darius Slay pensara en la posibilidad de cambiar de posición.

"Fue la ruta a Quez [Watkins] en la carga del pie trasero antes de que [Watkins] saliera. Era un punto. Pensaba: 'Voy hacia el receptor porque sé que este hermano puede darme el balón en cualquier momento. Estoy a punto de retirar a este defensor y acudir al receptor porque sé que iré por 1.500 [yardas]".

El apoyador Nakobe Dean lo denominó como "uno de los mejores lances que he visto en persona".

"¿Su crecimiento en un año?", dijo Slay. "Por allá arriba".

La temporada dio un giro preocupante cuando Hurts se estrelló contra el césped helado en una jugada terrestre contra los Chicago Bears una semana después y sufrió un esguince en su hombro de lanzar. Terminó el partido, pero se ausentó las dos semanas siguientes y ha jugado lesionado desde entonces.

El tackle izquierdo Jordan Mailata y el ala cerrada Grant Calcaterra fueron los dos jugadores más cercanos a Hurts cuando éste cayó al suelo. Lo ocurrido después sirve de testimonio del nivel de lucha y decisión que Hurts muestra frente a sus compañeros.

"Podía ver que estaba lesionado y pensé: 'Oh, demonios'", recuerda Calcaterra.

"¡Quédate en el suelo, quédate en el suelo!", instruyó Mailata a Hurts.

Hurts se quedó quieto por un momento mientras Mailata se preparaba para hacer señales a su banca… hasta que Hurts habló, finalmente.

"Levántame, ca----".

"Sí, señor", respondió Mailata.


BROWN SE FRUSTRA con la seriedad constante de Hurts. Ambos estrecharon lazos por primera vez cuando Hurts fue anfitrión de Brown durante un viaje de reclutamiento a Alabama y desde entonces son mejores amigos. Pasaron las próximas temporadas bajas entrenando en el terruño de Brown en Starkville, Mississippi, donde se gritaban entre ambos para que lanzaran mejores balones o corrieran con más exactitud.

Cuando Brown accedió a la extensión que concretó su pase de Tennessee a Filadelfia, sabía exactamente la clase de competidor con la que se iba a reunir.

"Ni siquiera estaba en mi equipo [cuando entrenábamos juntos] y trabajábamos en varias cosas, intentando hacerlo bien".

El quarterback suplente Gardner Minshew los comparó con "un matrimonio de viejos" porque, si bien su cercanía es evidente que discuten constantemente. "Cuando me enfado es cuando digo: 'Diviértanse a veces'", indica Brown.

Hurts tiene la misma expresión de seriedad independientemente de la situación. Sin embargo, este año ha mostrado algunos destellos de personalidad entre las líneas blancas.

"Jalen es gracioso, hombre", dice Mailata. "A veces romperá el pelotón diciendo: 'vamos a lograrlo, cab------'. Tiene varias frases graciosas: 'Vamos a hacer esta mi---- aquí'. 'Logremos esta primera oportunidad, ¡vamos!' Pero lo dice con un tono mucho más calmado y le creo. 'Sí, vamos'".

Múltiples compañeros de equipo mencionaron su celebración tras una anotación en la Semana 11 contra los Indianapolis Colts como su momento favorito de Hurts en esta temporada. Los Eagles tenían desventaja 16-10 faltando apenas un minuto para jugar, cuando en tercera y gol, Hurts corrió por el medio y llegó hasta la meta sin ser tocado por el rival. Blue, mascota de los Colts, estaba a pocos metros de distancia y comenzó a empujar su enorme panza en la dirección de Hurts. El mariscal de campo devolvió el gesto mientras alzaba el balón sobre su cabeza.

Goedert no viajó con el equipo esta semana mientras se recupera de una fractura de hombros. Afirma sentirse mal por tener que ver a sus compañeros desde la distancia; sin embargo, Hurts lo ha animado en estos momentos finales.

"Así es el: nunca aparenta que se divierte tanto, pero se divierte jugando este deporte", indica Goedert. "Un bailecito para después volver a mostrar esta cara seria y estoica".

Esa mentalidad (mayoritariamente) seria fue perfectamente capturada en el segundo cuarto del primer encuentro de los Eagles contra los Giants el pasado 11 de diciembre. Los Eagles ganaban 21-0 y las cámaras mostraban a Brown y Watkins riéndose mientras Hurts se sentaba junto a ellos con rostro de piedra.

"Le decía: 'Hermano, sonríe. Haz algo, hermano. Estamos ganando, ca----", dice Watkins. "Pero así es él... creo que si ganamos este Super Bowl, sonreirá de oreja a oreja".