Te presentamos a los cinco jugadores --no quarterbacks-- que serán más decisivos para Philadelphia en la búsqueda de su segundo trofeo Vince Lombardi
En la NFL, los quarterbacks se roban la atención, y no es para menos. Son los únicos jugadores que tocan el balón virtualmente en todas las jugadas ofensivas de un partido, son los que --tarde o temprano-- comandan los mayores contratos, y son a los que todos los demás voltean a ver cuando se pide un líder, dentro y fuera del vestidor.
En el Super Bowl, esa atención se amplifica, y cuando hay un enfrentamiento de proporciones históricas como el del domingo entrante, --primero en la historia de la liga con dos quarterbacks afroamericanos como titulares--, es sencillo perder de vista al resto de los protagonistas.
Jalen Hurts y Patrick Mahomes tienen los reflectores del Super Bowl LVII fijos sobre ellos, pero el Trofeo Vince Lombardi encontrará un nuevo dueño --Philadelphia Eagles o Kansas City Chiefs-- con base en el aporte y funcionamiento de una plantilla completa, en concierto con el trabajo de los quarterbacks.
No todos llevan el mismo peso específico, y a veces depende más del esquema que de la posición. Aquí te presentamos a los cinco jugadores de los Eagles, no llamados Jalen Hurts, que serán más determinantes hacia un potencial triunfo de Philadelphia en el Super Bowl LVII, en orden de importancia:
Haason Reddick, linebacker
Reddick pasó de ser un recluta de primera ronda que nunca supieron aprovechar los Arizona Cardinals, a un jugador explosivo y en ascenso con los Carolina Panthers, que todos modos lo dejaron emigrar, hasta cimentarse en uno de los cazadores de quarterbacks más letales de la NFL en Philadelphia. En su primera campaña con los Eagles, impuso récords personales en capturas (16), balones sueltos forzados (cinco, liderando a la NFL), y se ganó su primera invitación al Pro Bowl. La actual fue su tercera campaña consecutiva con doble dígito de capturas, además de que culminó segundo en la tasa de victorias contra bloqueos en jugadas de pase, con un 27.6 por ciento, solo por detrás del 29.8 por ciento de Micah Parsons para los Dallas Cowboys.
Ya con un nicho perfecto para sus habilidades en la defensiva de los Eagles, y bien complementado por elementos como Josh Sweat y Brandon Graham por fuera, y Fletcher Cox por dentro, Reddick se ha encargado de crear caos para las ofensivas rivales, y el mejor ejemplo también es el más reciente, cuando se apoderó del Juego de Campeonato de la NFC ante los San Francisco 49ers. No hay que confiarse por una aparente falta de tamaño, en comparación a los tackles ofensivos a los que rutinariamente supera. Los esquemas de protección de los Chiefs estarán exigidos al máximo para tratar de proteger a un limitado Mahomes del dinámico Reddick.
C.J. Gardner-Johnson, safety/esquinero níquel
Es sencillo pasar un poco desapercibido cuando se juega en medio de dos esquineros de Pro Bowl como Darius Slay y James Bradberry, pero sería un grave error quitarle la atención a Gardner-Johnson. Nominalmente, es un safety suplente, pero su mejor posición en el campo es cubriendo en la ranura, donde esencialmente puede correr casi con quien sea en la liga.
Gardner-Johnson empató en el liderato de la NFL con seis a otros tres jugadores, pero nadie las consiguió en menos jugadas defensivas en cobertura de pase que las 408 del jugador de Philly. Encima de todo, se ha vuelto un maestro en el arte de hablar basura, y cualquier cosa que puedas hacer, dentro de los límites de la legalidad, para sacar de concentración al rival, ayuda.
Será interesante ver cuántas veces alineará Gardner-Johnson en el uno a uno contra Travis Kelce. Los Eagles suelen jugar más cobertura de zona que personal, pero eso puede ser una receta para el desastre contra uno de los alas cerradas más dinámicos del juego. ¿Podría Gardner-Johnson mantenerse pegado en el uno a uno, cobertura personal, contra el menor de los hermanos Kelce? Y después, ¿podrá derribarlo consistentemente para limitar las yardas después de la atrapada? Sin lugar a dudas, será uno de los duelos frente a frente más llamativos del domingo entrante.
A.J. Brown, receptor abierto
Es difícil encontrar una temporada con canjes de mayor impacto en la posición de receptor abierto que la del 2022, con Brown, Tyreek Hill y Davante Adams encendiendo a la liga con sus nuevos equipos.
En su primer año con los Eagles, Brown impuso marcas personales en recepciones (88), yardas por recepciones (1,496), promedio de yardas por recepción (17.0), y empató su mejor marca con 11 touchdowns por recepción, además de ganarse su segundo nombramiento al Pro Bowl y fue designado al segundo equipo All-Pro. Sin embargo, llamó la atención su visible insatisfacción por su poco protagonismo en el juego de Ronda Divisional que ganó Philly sobre los New York Giants. Tampoco tuvo números enormes en la victoria sobre los 49ers del Juego de Campeonato de la NFC, en parte, porque no fue necesario en ninguno de los dos partidos.
Brown ya suma tres partidos en fila, contando temporada regular y playoffs sin touchdown, y esa sequía debe estar por acabar pronto. ¿Qué mejor escenario para hacerlo que el Super Bowl LVII?
Kenneth Gainwell, corredor
Claro, Miles Sanders es el caballo de batalla en el backfield de los Eagles, y el aporte de Hurts por tierra no puede menospreciarse, luego de liderar a la franquicia en touchdowns por tierra durante la campaña regular. Pero, en postemporada, Gainwell ha sido la mayor atracción del juego terrestre, liderando a Philadelphia con 160 yardas y un promedio de 6.15 yardas por acarreo. Además, es tercero por aire para el club en este mismo periodo.
Philly volverá a recargarse en la potencia de Sanders y la versatilidad de Hurts cuando se trate de atacar a Kansas City a ras de piso, pero habrá un buen número de oportunidades para que Gainwell impacte el juego, de modo similar a lo que sucedió con Corey Clement la última vez que los Eagles jugaron un Super Bowl.
Landon Dickerson, guardia
El centro convertido a guardia de Philadelphia, titular por el flanco izquierdo, debió abandonar la victoria sobre los Niners de hace semana y media por una lesión en el codo. No obstante, Dickerson ha prometido que no se perderá el Super Bowl LVII. Y, su presencia será vital para las aspiraciones de los Eagles.
El desafío para Dickerson --uno de tres linieros ofensivos de Philadelphia seleccionado al Pro Bowl, junto al centro Jason Kelce y el tackle Lane Johnson--, y el resto de los frontales de los Eagles será mayúsculo: contener a Chris Jones, el mejor liniero defensivo interior en toda la NFL en la campaña del 2023. Jones es una máquina para fracturar esquemas de bloqueo y estropear planes de juego. Además de explosivo, es incansable, y posee la flexibilidad para atacar desde diversos puntos. No solamente será la salud de Dickerson clave para tratar de frenar a esa fuerza de la naturaleza, sino también la comunicación que haya entre los linieros ofensivos para evitar colapsos en las trincheras.