Terry McDonough, ex vicepresidente de Arizona, interpuso solicitud de mediación ante la NFL contra Michael Bidwill, propietario de la organziación
El propietario de los Arizona Cardinals, Michael Bidwill, ha sido acusado de flagrante mala conducta, incluyendo trampa, discriminación y acoso, en una solicitud de mediación interpuesta este martes por el ex ejecutivo de los Cards, Terry McDonough, ante el comisionado de la NFL, Roger Goodell.
McDonough sostiene que tanto él como el ex head coach de los Cardinals, Steve Wilks, no tuvieron otra opción más que seguir el plan de Bidwill de emplear teléfonos móviles desechables para comunicarse con el ex gerente general de Arizona, Steve Keim, mientras Keim cumplía con una suspensión de cinco semanas, luego de declararse culpable por conducir bajo la influencia extrema en Arizona.
McDonough dijo que todavía conserva el teléfono, que dijo contiene evidencia del escándalo de trampa, así como documentación adicional.
En una respuesta detallada enviada a ESPN, los Cardinals niegan vehemente los alegatos, describiéndolos como "descabellados".
"Nos encontramos renuentemente obligados a proveer una respuesta pública junto con un contexto más amplio por algunas de las acciones decepcionantes e irresponsables de Terry McDonough", dijo Jim McCarthy, consejero externo de relaciones públicas para los Cardinals. "Los alegatos que se han hecho en la solicitud de mediación son falsos, temerarios, y una jugada oportunista en busca de una ganancia financiera.
"Nuestra posición fue consistente con muchos esfuerzos que hemos realizado para acomodar a Terry durante su tiempo con nuestro equipo, a pesar de las dificultades de su vida personal y a menudo volátil actitud hacia sus colegas", se lee en el comunicado emitido por McCarthy. "Esa es la razón por la estamos tristes por ver que Terry ahora ataca a nuestra organización con falsedades y amenazas que son absurdamente despegadas de la realidad. Esta acción innecesaria y vindicativa por parte de Terry tiene la intención de agredir a sus compañeros, a nuestro propietario Michael Bidwill, y a nuestro equipo con alegatos descabellados".
En el documento, McDonough dijo que él y Wilks "objetaron y buscaron evitar participación en un esquema ideado por Bidwill para utilizar teléfonos móviles desechables para comunicarse con el gerente general manager Steve Keim --en violación a los términos de la suspensión de Keim por conducir bajo la influencia extrema-- durante un periodo crítico del campamento de entrenamiento de los Cardinals en el verano del 2018.
"En respuesta a la objeción de McDonough al esquema ilícito de teléfonos desechables, Bidwill maldijo, agredió, y regañó públicamente a McDonough, y al final lo degradó, irrevocablemente dañando la trayectoria de 34 años de McDonough en la National Football League. Bidwill también sujetó a McDonough a acosos, burlas, hostigamiento y conducta abusiva".
La acción legal sostiene que el día después de que McDonough dijo a Bidwill que él ni Wilks deseaban comunicarse con Keim durante la suspensión, Bidwill lo llamó a su oficina y los regañó por "insubordinación". McDonough también acusó a Bidwill de sabotear la primera oportunidad de Wilks como head coach de la NFL antes de despedirlo al final de su única temporada en el puesto. McDonough dijo que Bidwill ha continuado "degradándolo y acosándolo" desde el verano del 2018.
Los Cardinals informaron a ESPN que otro ejecutivo "había interferido con el protocolo de esa suspensión", y que el equipo había tomado "medidas adicionales". También señala que Bidwill tomó una "acción pronta" y ordenó que los teléfonos fueran confiscados y las "comunicaciones paradas".
McDonough es hijo del legendario reportero para el Boston Globe, Will McDonough, y hermano del cronista para ESPN, Sean McDonough. Fue vicepresidente de personal para los Cardinals del 2014 al 2019. En el 2017, fue un finalista para la posición de gerente general de los San Francisco 49ers, junto a John Lynch y George Paton, actuales gerentes generales para los Niners y Denver Broncos.
En su acción, McDonough acusa que las oportunidades de avanzar en la NFL se evaporaron después de su negativa a seguir a Bidwill. McDonough busca daños por incumplimiento de contrato y estrés emocional.
Los Cardinals cuentan con 20 días para responder los alegatos de McDonough bajo las normas de procedimiento para la solución de disputas de la NFL. Luego, Goodell "deberá determinar su la disputa está orientada al fútbol americano... o no orientada al fútbol americano", y si la disputa es sujeta a la mediación.
En caso afirmativo, "el comisionado conducirá la mediación de una manera diseñada para alcanzar un resultado rápido y justo, consistente con las circunstancias de la disputa en particular".
La NFL anunció este martes que "podemos confirmar la recepción del reclamo, el cual será manejado bajo los procedimientos de mediación de la liga". Wilks declinó comentar sobre el asunto.
Los Cardinals negaron bloquear la carrera profesional de McDonough, citando "elogios al Sr. Bidwill, en particular por el extenso apoyo y aliento que había recibido Terry", y que los ejecutivos del equipo habían "reiteradamente alentado y apoyado el deseo de Terry de seguir su avance profesional".
McDonough dijo que desea prevenir que Bidwill trate a la gente como dijo que él fue tratado, y que cree que está dando su voz a un grupo de empleados de los Cardinals demasiados asustados para hablar en contra de Bidwill. Llamó su trato "consistente con un patrón de mala conducta en el lugar laboral por parte de Bidwill que es endémica y marca de su liderazgo de la histórica franquicia de los Cardinals".
McDonough dijo en su petición que Bidwill había tratado a empleados afroamericanos y dos mujeres embarazadas de manera pobre, y "creo un ambiente de temor para los empleados minoritarios", según el documento.
Los Cardinals, citando un tiempo en el que McDonough y Bidwill se habían reunido con jugadores agentes libres, dijo que Bidwill no tenía ningún ánimo racista, describiendo la acusación de McDonough "un transparente intento de manchar que está verdaderamente por debajo del desdén".
"Debe remarcarse que el largo historial de nuestro propietario de fomentar la diversidad y equidad racial dentro de nuestro equipo y la liga convierte este alegato en algo especialmente despreciable", señalaron los Cardinals en su comunicado.
La acción también acusa que Bidwill redujo a dos mujeres embarazadas --una de cinco meses y la otra de siete meses-- hasta las lágrimas tras gritarles con "una falta de respeto abusiva y de acoso".
McDonough dijo tener pruebas de que, en el 2019, los altos ejecutivos de los Cardinals decidieron llevar a cabo una encuesta de participación con todos los empleados, solamente para que Bidwill interceptara los resultados de la encuesta y la cancelara cuando se percatara que la mayoría de sus empleados trabajaba "con miedo" al dueño.
"Muchos de los empleados que respondieron a la encuesta indicaron sentir temor de Bidwill a diario, como resultado de las interacciones abusivas y a menudo erráticas de Bidwill con ellos", según el documento.
Los Cardinals respondieron señalando que "la encuesta a empleados del 2019 referenciada en el documento no fue ignorada, sino de hecho, forma la base para las significativas mejorías en nuestras prácticas laborales. Eso incluyó la creación de un rol de Chief People Officer junto con el crecimiento de nuestro grupo de recursos humanos y sumar iniciativas robustas para el bienestar de los empleados".
La acusación que presentó McDonough al abogado de Bidwill la semana pasada, y este martes a Goodell, señala que "la generalizada mala conducta de Bidwill en el lugar de trabajo es significativamente peor que las acciones del ex propietario de los Phoenix Suns, Robert Sarver", quien fuera suspendido por la NBA por un año y multado con 10 millones de dólares, antes de decidirse finalmente a vender a la franquicia.
Bidwill despidió a Wilks al término de la temporada del 2018, cuando el equipo finalizó con registro de 3-13. En la conferencia de prensa para anunciar el despido de Wilks, Bidwill dijo "No acerté", mientras que Keim declaró, "Somos todos responsables".
La petición establece que: "El paso del tiempo y exposición a los hechos han revelado que esos comentarios son casi perversos en cuanto a su imprecisión, desorientación y naturaleza manipuladora. Steve Wilks ha demostrado que es un habilidoso head coach de la NFL cuando no es obligado a hacer trampas y recibe la oportunidad de tener éxito. Y, al contrario de lo que declaró Keim, él ni Bidwill jamás se han responsabilizado por sus acciones ilícitas durante la pretemporada del 2018".
La petición dice que Wilks recientemente se unió a la demanda colectiva por discriminación racial presentada por el ex head coach Brian Flores en contra de los equipos de la NFL y sus clubes, con Wilks alegando que fue contratado por Bidwill solamente para servir como un "coach puente", sin haber recibido la oportunidad de tener éxito, y que fue "el chivo expiatorio por fracasos que fueron, sobre todo, atribuibles a Keim".
Los Cardinals también delinearon un número de incidentes que, dijeron, fueron en "violación de nuestras normas y la confianza mutua en nuestro lugar de trabajo". Señalan que McDonough fue insubordinado y tuvo choques con colegas.
"Si un proceso de mediación resulta, aceptamos la oportunidad de corregir el registro en ese foro y demostrar cómo estas acusaciones no tienen absolutamente ninguna validez ni base firme".
"Desafortunadamente, parece que los Cardinals defenderán este caso a través de los ataques deshonestos contra el carácter", manifestó el abogado de McDonough, Mike Caspino, en respuesta a la franquicia. "Ansío la mediación en este caso, y que la verdad salga a la luz".