En Pittsburgh, se busca que Justin Fields vuelva a la base desde la que lanzaba en Ohio State, olvidando lo que aprendió durante su paso con los Bears
PITTSBURGH -- Con el pie derecho plantado al frente, Justin Fields se paró en la formación escopeta y se preparó para recibir el ovoide en la tercera jugada del primer partido de pretemporada de los Pittsburgh Steelers.
Al tiempo que atrapó el balón lanzado por el centro Nate Herbig, Fields voletó su postura, retrocediendo con el pie derecho y liderando con el izquierdo, al tiempo que su brazo comenzaba su mecánica de lanzamiento.
En cuestión de segundos, encontró al receptor abierto George Pickens, quien había formado por el exterior del lado izquierdo, entregando un dardo de 15 yardas.
Fue la clase de jugada que la directiva de los Steelers esperaba ver desde que enviaron una selección condicional de sexta ronda a los Chicago Bears a cambio del hombre que aquella franquicia alguna vez consideró el futuro de su franquicia.
Y, se trata de una que fue posible, en parte, gracias al trabajo que Fields, de 25 años de edad --actualmente listado segundo en el orden de plantilla de los Steelers, detrás de Russell Wilson-- comenzó hace siete meses para revertir a la postura natural de lanzar que empleaba en Ohio State y en su primer año en Chicago. La aparente microscópica modificación podría ayudar al renacimiento de Fields en Pittsburgh.
"Cuando llegué aquí, lo más importante era simplemente, estar a tiempo y ser preciso", describió Fields a ESPN, añadiendo que puede jugar desde cualquiera de las dos bases. "A ellos realmente no les importaba demasiado el trabajo de pies, o que mi pie izquierdo estuviera al frente, el pie derecho al frente. Ellos solo me dijeron, 'Solo cierra los ojos y lo que sea más cómodo para ti, haces eso'. Entonces, es lo que hice, y fue con el pie derecho al frente, lo que tiene sentido. Lo he estado haciendo toda mi vida".
Para volver a este punto, Fields comenzó a aparecerse tres o cuatro días a la semana en Holiday Park, en Fort Lauderdale o, Chase Park en Weston, Florida, para sesiones de trabajo de 6:30 a.m. con Oliver Bozeman, un renombrado tutor de quarterbacks. Durante su primer receso de campaña juntos en el 2023, el par comenzó sus sesiones a inicios de mayo, pero al término de la pasada temporada, Fields no deseaba desperdiciar nada de tiempo.
"Me percaté en diciembre y fue como, 'Ey, OB, mira, enero, intento comenzar. Quiero regresar a la posición donde estaba, de dominio'".
Ese dominio tomó la forma de 5,373 yardas por pase en dos campañas para Ohio State, con 63 touchdowns contra nueve intercepciones, una marca de 20-2 y apariciones consecutivas en el College Football Playoff en ruta a ser seleccionado N° 11 global por los Bears en el 2021. Ese dominio no se tradujo igual en su año de novato en Chicago, y Fields finalizó el año completando el 58.9 por ciento de sus intentos de pase, con siete envíos de touchdowns contra 10 intercepciones. Cuando el head coach Matt Eberflus y el coordinador ofensivo Luke Getsy asumieron las riendas antes del segundo año de Fields en Chicago, el par decidió revertir el trabajo de pies del pasador, enseñándole a comenzar con el pie izquierdo adelante en la formación escopeta.
Aunque sus números mejoraron, sobre el papel, durante el siguiente par de temporadas, Fields fue criticado por su toma de decisiones y la velocidad de procesamiento. Después de tres campañas inconsistentes y dos recesos de temporada de incertidumbre, los Bears optaron por seguir adelante sin Fields, reclutando en el pasado draft a Caleb Williams.
Pero, incluso antes de que se finalizara el plan de los Bears, Fields decidió que deseaba regresar a sus raíces.
"Este receso de temporada, deseábamos volver a lo que era cómodo para él cuando estaba en el colegial, donde brilló sobre el campo de juego", notó Bozeman. "Parece que siempre con el pie izquierdo adelante, siempre había una pequeña duda o un pensamiento respecto a lo que hacía, solo porque no estaba cómodo con lo que hacía por estar tanto tiempo acostumbrado a tener el pie derecho por delante".
Bozeman dedicó entonces los primeros 30 minutos de cada sesión al trabajo de pies, comenzando con el calentamiento en la escalera. Luego, después de medir la energía de Fields, Bozeman progresaba a través del resto de los ejercicios.
"Soy un tipo enfocado en trabajo de pies", aclaró Bozeman. "Antes de siquiera comenzar, hacíamos trabajo de pies. Sus lanzamientos durante los primeros 30 minutos era probablemente de 5 a 8 yardas, empujando hacia el rango de 10 yardas. No estábamos tan enfocados en el pase, sino enfocados en el trabajo de pies y empatando los pies con los ojos. Ese fue un enorme punto de enfoque en el receso de campaña, simplemente cómo los ojos dictarían lo que harían los pies, solo para que pasara por sus progresiones un poco más rápido".
Como lo ve Bozeman, volver al trabajo de pies natural de Fields le permite jugar más rápido.
"Mucha gente no comprende lo rápido y veloz que se mueve el juego", expresó Bozeman. "Y solo esa fracción de segundo que te toma pensar acerca de lo que estás haciendo mientras la jugada arranca o se desarrolla, puede causarte llegar un poco tarde o mostrarte dubitativo en lo que haces.
"Con él teniendo el pie derecho por delante, eliminó ese medio segundo en el que pensaba sobre qué hacía con el pie izquierdo por delante".
Cuando arribó a Pittsburgh para actividades organizadas de equipo y el minicampamento, Fields y el grupo de coaches de los Steelers siguieron trabajando en lo que él y Bozeman comenzaron en enero, y jugar desde su postura natural le ayudó a aclimatarse más rápidamente al nuevo equipo y a la ofensiva del nuevo coordinador, Arthur Smith.
Al no mover más su trabajo de pies y permitir a Fields jugar desde su base natural, los coaches comenzaron a ganarse la confianza del quarterback, acelerando su acomodo al nuevo sistema ofensivo.
"Remontándonos en la historia, lo ha hecho de múltiples modos", mencionó Smith. "Y es la confianza que intentas construir. No puedes ser tan rígido; un receptor podría desprender de cierto modo, y luego otro no hacerlo. No es que un tamaño acomode a todos, pero al final, se trata de los jugadores y nosotros descifrando sus fortalezas, y cómo se acomoda con los 11 allá afuera".
Y, una vez que llegó al campamento de entrenamiento, Fields retomó donde se había quedado.
"Está realmente enfocado con tanta energía y atención en su trabajo de pies en el bolsillo, jugando con una base, trabajando rápidamente en sus progresiones, siendo preciso con el ovoide dentro del bolsillo, todas esas cosas que realmente ven", apuntó el coach de quarterbacks de los Steelers, Tom Arth. "Ustedes lo pudieron ver comenzando a tomar forma en las actividades organizadas de equipo y el minicampamento, pero este último par de semanas han sido tan impresionantes para mí, realmente ver su crecimiento y desarrollo como quarterback".
No hubo evidencia más tangible de la mejoría del tiempo en los pases de Fields que el primer partido de pretemporada de los Steelers, cuando el quarterback completó sus primeros cinco intentos, y casi se va 6 de 6, de no haber sido porque los oficiales desestimaron una atrapada de Van Jefferson como fuera del terreno de juego.
"Sin duda", reveló el head coach Mike Tomlin, cuando se le preguntó si estaba complacido con el ritmo pasando de Fields en el partido. "Pienso que él --y nosotros-- hicimos algunas cosas buenas, pero solo quedó tapado por algo de la negatividad. Pero, desde un punto de vista de ritmo en los pases, distribuir el balón a la gente, pienso que él y Kyle [Allen] hicieron buen trabajo".
Aunque Fields y su trabajo de pies han impresionado a los Steelers a lo largo del campamento de entrenamiento, sigue estando listado como segundo en el orden de los pasadores en la plantilla, A pesar de la limitada participación de Wilson en el campamento, sigue estando encaminado a iniciar en la Semana 1, pero eso no quiere decir que el trabajo de Fields es insignificante. Es el primer paso hacia la recuperación de su identidad.