MÉXICO -- Los Pittsburgh Steelers redondearon una gran temporada de su defensiva al derrotar a los Arizona Cardinals, 27-23, en el Super Bowl XLIII.
Pittsburgh permitió la menor cantidad de puntos (13.9) y yardas por partido (237.2) en la campaña, además la defensiva sumó 51 capturas.
Por su parte los Cardinals, llegaban en busca de su primer título comandados por un ataque aéreo poderoso comandado por el mariscal de campo veterano Kurt Warner y los receptores Anquan Boldin, Larry FItzgerald y Steve Breaston, quienes terminaron con más de 1,000 yardas recibidas ese año.
Arizona se convirtió en el segundo equipo de la historia en alcanzar el Super Bowl con nueve victorias, después de Los Angeles Rams de 1979.
Los Steelers llegaron de la mano del mariscal de campo Ben Roethlisberger, quien en su quinto año con el equipo buscaba su segundo campeonato.
Pittsburgh llegó al partido con cinco títulos en su historial, empatado con los Dallas Cowboys y San Francisco 49ers con la mayor cantidad de la NFL.
Kurt Warner, de los Cardinals, se convirtió en el segundo mariscal de campo de la historia en llegar al Super Bowl con dos equipos diferentes (Craig Morton consiguió esa hazaña con los Dallas Cowboys y Denver Broncos ), luego de guiar a los St. Louis Rams al Juego por el Campeonato de la NFL en dos ocasiones.
El duelo fue contrastante, por un lado una ofensiva aérea prolífica y por el otro una sólida defensiva, sin embargo fue una jugada defensiva la que cambió el rumbo de un juego.
Abajo en el marcador, 10-7, en los segundos finales de la primera mitad, Warner llevó a su equipo hasta territorio de Pittsburgh, hasta que el apoyador James Harrison interceptó un pase en la zona final y lo devolvió 100 yardas para anotar un touchdown que evitó que Arizona tomara la ventaja antes del medio tiempo.
Los Cardinals reaccionaron en la segunda mitad, tomando la ventaja , 23-20, cuando restaban 2:30 por jugar en el último cuarto, pero Roethlisberger recorrió todo el campo con la ofensiva y se conectó con Santonio Holmes con un pase preciso a la zona final para anotar el touchdown de la victoria.
Holmes fue elegido como Jugador Más Valioso, convirtiéndose en el tercer receptor de la franquicia en ganar tal reconocimiento, uniéndose a Lynn Swann y Hines Ward.