JACKSONVILLE -- Blake Bortles no ha jugado bien en el 2016.
Ha entregado el ovoide en siete ocasiones, ha retenido el balón por mucho tiempo, no ha respondido en el cuarto periodo y no ha liderado a la ofensiva a un total mayor a 23 puntos. Su porcentaje de pases completos ha subido, pero los Jacksonville Jaguars son penúltimos en la NFL en conversiones de tercera oportunidad.
Los problemas de Bortles son una de las razones principales por los que los Jaguars se encuentran 0-3, pero el tercer recluta global del 2014 dijo que su confianza no está sacudida.
"Para mí, definitivamente [no ha disminuido]", explicó Bortles. "Pienso que seguir mejorando [es lo que debe ocurrir]. Debo jugar mejor como quarterback. Debemos jugar mejor como ofensiva para que este equipo sea exitoso".
Bortles podría no estar sufriendo una crisis de confianza, pero definitivamente siente el peso del inicio decepcionante del club. Luego de casi vencer a los Green Bay Packers en el debut de temporada --cuando fallaron una conversión de cuarta oportunidad dentro de la yarda 20 de los Packers con menos de 30 segundos por jugar-- los Jaguars fueron apaleados por los San Diego Chargers, 38-14, tras verse abajo por 35-0 entrando al cuarto periodo.
Tiró tres intercepciones en la derrota del domingo por 19-17 ante los Baltimore Ravens y no consiguió conducir a la ofensiva a un primer intento en tres de posesiones de cuarto periodo que comenzaron dentro de la yarda 40 del rival. Los Jaguars obtuvieron un gol de campo, pero vieron otro intento de gol de campo bloqueado y Bortles lanzó una intercepción que previno al equipo de ampliar la ventaja cuando quedaba poco más de un minuto por jugar.
Necesitando guiar a la ofensiva 40 a 50 yardas para brindar a Jason Myers la oportunidad de ganar el partido con un largo gol de campo, Bortles corrió y retuvo el ovoide por mucho tiempo antes de ser capturado para pérdida de 7 yardas. Lanzó intercepción en tercera oportunidad y 21 en un pase desesperado e inmediatamente salió del campo hacia el vestidor pese a que restaban 15 segundos por jugar.
"Le está doliendo", señaló el entrenador en jefe Gus Bradley. "No existe duda acerca de ello. Pone mucho peso sobre sus hombros, como cualquier quarterback. Será su peor crítico. Si hay críticas, las va a aceptar. Ha puesto tanto sobre sí mismo ahora porque sabe que desea jugar mejor y dar más a su equipo".
Bortles no luce cómodo. Parece estar dudando y no confiar por completo en lo que observa. Las defensivas intentan frenar los pases campo abajo para Allen Robinson al dejar a dos safeties en lo profundo, y parece que le está costando trabajo hacer el ajuste. Su lenguaje corporal sobre el campo y en las laterales no es bueno, tampoco.
Simplemente no parece ser el mismo jugador que fue la temporada pasada, cuando impuso marcas de franquicia en yardas aéreas (4,428) y touchdowns (35).
¿Está dudando de sí mismo?
"Personalmente sé que no es para mí", dijo Bortles. "Voy a procesar las lecturas y lanzaré el ovoide. Si nuestro equipo lo atrapa, grandioso. Si el otro equipo lo atrapa, debo tratar de seguir mejorando y mejorando".
Bortles podría estar forzando las cosas, de acuerdo a Bradley, pero no cree que su mariscal de campo haya perdido confianza. Simplemente necesita dejar de sentir que todo es su culpa.
"Él continúa siendo agresivo. Continúa tratando de extender las jugadas para hacer que sucedan", dijo Bradley. "Esa parte y su nivel de confianza, siguen allí. Se siente mal porque desea colocarlo sobre sus hombros. Siente que ha defraudado al equipo y que no le ha ofrecido todo lo que le ha debido ofrecer".
Bortles no necesita preocuparse por perder apoyo en el vestidor. Ha ofrecido un par de partidos malos pero no existe duda de que los compañeros todavía tienen confianza total en él.
"Tiene las llaves del equipo", subrayó el corredor Denard Robinson. "Corremos conforme él corre. Pasa por él. Al final del día, creemos en él. Todos en este vestidor creen en él. Vamos a seguir creyendo en él. Eso es lo más importante.
"Simplemente debe saber que todos confiamos en él".