ASHBURN -- El profundo de los Washington Redskins, DeAngelo Hall, dijo que el presidente del equipo, Bruce Allen, lo jaló a un lado un día de la semana pasada y lo llevó con el recién promovido Doug Williams. Le dijo a Williams que Hall era "su elegido".
"Siempre bromea que soy el gerente general asistente", dijo Hall de Allen.
Algún día, eso podría ser de hecho el caso. Y, quizás, sin la parte de "asistente" en el título. Hall todavía no está listo para retirarse: aceptó una reducción salarial a inicios de este mes y, si se recupera bien de la rotura de ligamento anterior cruzado de la temporada pasada, podría terminar jugando su campaña N° 14. Su impacto al tope salarial pasó de 5.06 millones de dólares a 3.1 millones (su salario base es ahora de 2.3 millones).
Pero también tiene puesta la mirada en planes para cuando acabe su trayectoria.
"Me veo en una gerencia en un traje, haciendo algo", dijo Hall. "No me veo sobre el campo dirigiendo. Me veo en una oficina... siento que puedo ver el talento".
Hall fácilmente podría acomodarse en un rol en los medios de comunicación, también; es inteligente, perspicaz y dispuesto a entregar opiniones fuertes. Pero esas mismas cualidades podrían transferirse bien a un puesto directivo. Williams, ahora el vicepresidente senior de personal, es considerado una persona juiciosa dispuesta a entregar opiniones fuertes, también. Eso no es cierto para todos en la gerencia, pero es una cualidad que el ex gerente general dice es necesaria.
Para Hall, ayudar a construir a un equipo sería atractivo.
"No digo que soy una mente maestra o un Bill Belichick", dijo Hall. "Pero cuando juegas este deporte, o cuando te piden hacer otras cosas, como Doug, tienes un poco más de tacto que el tipo que ha estado en la oficina toda su vida. Desearía que fuera la NBA, donde puedes parar y ser un head coach o gerente general así. Comprendo que es un proceso, pero es definitivamente algo en lo que me quiero involucrar".
Conforme Hall ha crecido en el juego, ha pasado de ser un esquinero con el apodo de 'MeAngelo' a capitán y ahora un safety. Ha tenido que aprender el juego desde otra perspectiva, dándole una visión más amplia. Se requiere más que eso para ser un gerente general, pero sí le aporta a Hall una base sólida. El también safety Will Blackmon podría ser colocado en la misma categoría, alguien que pudiera tomar ya sea la ruta de la gerencia o de los medios.
"Les digo a los jóvenes que se trata de mi campaña 14, y todavía tengo una pluma y un cuaderno en las juntas", explicó Hall. "Sigo tratando de exprimir los cerebros de otros y ver por qué juegan ciertas cosas de cierto modo. El momento en que dejas de aprender es el momento en que dejas de mejorar".
Hall, quien se rompió el ligamento anterior cruzado en la Semana 3 de la temporada pasada, dijo no estar seguro todavía si estaría listo para el inicio del campamento de entrenamiento. Como tiene 33 años de edad y se ha perdido 31 de los últimos 48 partidos por lesiones, es justo preguntarse qué le resta a Hall. Pero a los Redskins todavía les gusta lo que suma, asumiendo que está sano.
"Es una especie de pilar aquí, y ayuda a prevenir que el bote se hunda, de vez en vez", admitió el entrenador en jefe de los Redskins, Jay Gruden. "Hay algunas personas volátiles en esa sala de backs defensivos, y él es el tipo calmado, si lo pueden creer. Ha sido grandioso. Es un gran líder para nosotros. Desafortunadamente para él, las lesiones han acortado su campaña. Esperamos poder contar con él en una fecha futura, pero si no lo podemos tener de regreso cuando queremos, al menos seguirá en la sala y todavía tendrá una influencia mayor sobre el equipo y la defensiva".
Los Redskins firmaron al safety D.J. Swearinger y mudaron a Su’a Cravens de linebacker a safety. También cuentan con Blackmon, quien se mudó a safety en la pasada temporada baja y Deshazor Everett, quien hizo lo mismo Reclutaron a Montae Nicholson en la primavera. Típicamente, los Redskins se quedan con cinco safeties.
"Si regresa a su nivel, veremos lo que puede hacer y dónde estamos en la posición de safety", dijo Gruden.
Hall comprende la situación en la que está ahora, necesitando probar que todavía puede jugar.
"Siempre he sido un tipo que sintió que cuando era mi tiempo de irme, era mi tiempo de irme", señaló. "Si no puedo hacer una jugada, no me van a mantener aquí por mi sonrisa. Cuando no pueda hacer lo que me piden, estaré fuera de aquí. Ellos sienten que todavía puedo jugar; yo siento que todavía puedo jugar".
Y cuando se acaben esos días de juego, Hall sabe qué quiere que venga después.