SEATTLE -- La mayoría de jugadores de los Houston Texans se arrodillaron y cruzaron brazos durante la ceremonia del himno previo al duelo ante los Seattle Seahawks.
Aproximadamente 10 jugadores de los Texans se quedaron de pie.
Varios miembros de la línea defensiva de los Seahawks volvieron a sentarse en la banca durante la ceremonia, incluido Michael Bennett, Sheldon Richardson, Cliff Avril, Jarran Reed, Frank Clark, Quinton Jefferson, Marcus Smith, Branden Jackson y Nazair Jones. Otro liniero defensivo, Dion Jordan, se paró junto a ellos, al igual que los linieros ofensivos Justin Britt y Oday Aboushi. El linebacker Michael Wilhoite volvió a arrodillarse.
La reacción de los jugadores de los Texans se dio luego del controversial comentario del dueño del equipo, Bob McNair, quien en la última reunión de propietarios en la que presumiblemente se hablaba de temas comerciales de la NFL relacionados a las protestas durante el himno, que “los presidiarios no deberían dirigir la prisión”.
El comentario fue reportado en una historia de ESPN The Magazine el viernes.
McNair se disculpó el viernes y el sábado emitió un comunicado para aclarar su comentario al indicar, “no me refería a nuestros jugadores cuando hice ese lamentable comentario durante la reunión de dueños. Me refería a la relación entre la NFL y los dueños de equipos y cómo se han tomado decisiones sin una adecuada opinión de los propietarios en los últimos años”.
El viernes, el veterano de los Texans, Duane Brown, criticó a a McNair al señalar que sus comentarios fueron “una falta de respeto”.
Los Texans añadieron el sábado a Brown al roster de jugadores activos y jugó el domingo ante Seattle por primera vez en la temporada.