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Historia de dos mitades en nuevo triunfo para los Miami Dolphins

MIAMI -- Fue una historia de dos mitades en New York para los Miami Dolphins.

De entrada, los Dolphins sabían que pese a toda la merecida prensa positiva que estaba recibiendo el mariscal de los New York Jets, Sam Darnold, no dejaba de ser un novato.

En otras palabras, es allí donde consideraban tenían un emparejamiento favorable.

Y vaya si lo aprovecharon, con una defensiva que esta temporada se ha mostrado muy oportunista. Tal es así, que generaron cuatro pérdidas de balón, y ya acumulan siete esta temporada.

Sin temor a equivocarme, la línea defensiva fue lejos la mejor unidad de la defensiva. Con un Robert Quinn, que ha probado ser una gran adquisición, que luce muy parecido a aquel que lideró a la NFL en capturas cuando estaba con Los Angeles Rams.

Le ganó constantemente los duelos personales a Kelvin Beachum, y Darnold sintió la presión desde el inicio. A la vez, Vincent Taylor ha resultado ser una grata sorpresa, que por ahora hace olvidar a Ndamukong Suh con su motor incansable.

A partir de allí se empezó a construir una primera mitad perfecta, tras la cual se fueron a los vestidores arriba 20-0.

El apoyador Kiko Alonso ha sido muy inconsistente desde su llegada a Miami, y ha sufrido por sobre todas las cosas en cobertura desde que está con los Dolphins. No obstante, crédito a quien crédito se merece porque Alonso estuvo siempre cerca del ovoide este domingo y lideró al equipo en tacleadas.

Párrafo aparte para Minkah Fitzpatrick, que en apenas dos juegos ha tenido más impacto que cualquier otro novato que recuerde desde Zach Thomas en Miami; su intelecto y su habilidad para taclear están al frente de la escena.

El problema llegó en el complemento, cuando fuimos testigos de un tercer cuarto que fue un concierto de errores por parte de ambos conjuntos.

Ryan Tannehill se mostró descuidado con el ovoide, algo que no puede hacer, pese a que se había mostrado eficiente por aire en la primera mitad.

Dolphins y Jets intercambiaron múltiples pérdidas de balón, aunque Darnold cada vez parecía sentirse más cómodo en el bolsillo.

Me saco el sombrero con el novato mariscal de los Jets, cuyo temple en el bolsillo me sigue impresionando; creo que New York ha encontrado a su mariscal franquicia.

Lentamente los Jets fueron acercándose ante el modo preventivo de los Dolphins, y New York se acercó a ocho puntos.

Aun así, no habría última oportunidad para los Jets, dado que la línea defensiva volvió a ejercer presión constante, y que cuando más importó, la ofensiva puso el partido en la nevera.

Frank Gore, quien se convirtió en el cuarto corredor con más yardas por tierra en la historia de la NFL, cumplió un rol fundamental, al igual que las buenas llamadas en las cuales Tannehill sorprendió utilizando sus piernas para mover las cadenas y consumir el reloj.

No fue lindo, pero las victorias no tienen punto de estilo.

Lo cierto es que luego del triunfo por marcador final de 20-12, los Dolphins tienen récord de 2-0 por primera vez desde el 2013 y por tercera ocasión en los últimos 16 años.

Y Tannehill, quien, pese a sus limitaciones es vital para este equipo; tiene un récord de 9-1 en sus últimas 10 titularidades.

Miami derrotó a dos rivales de conferencia, incluyendo a uno divisional, y lentamente sigue encontrando su identidad.

Quizás los Dolphins no eran tan malos como muchos pensaban.