DENVER -- La actitud, una anotación, una recepción, una tacleada.
Hay jugadas que marcan la carrera de los atletas por diferentes situaciones, que inspiran respeto de los compañeros y hasta del rival y comienzan a convertir a jugadores en leyendas.
Eso puede haber sucedido el lunes por la noche con Patrick Mahomes, quien encabezó una remontada que parecía poco menos que imposible, incluso hasta cuando la orquestaba.
Los Kansas City Chiefs (4-0) tuvieron que remontar 10 puntos de desventaja a la mitad del último cuarto para derrotar 27-23 a los Denver Broncos (2-2) y mantener su invicto, gracias a un muy buen desempeño de su quarterback.
Mahomes, quien lanza con el brazo derecho, tuvo que cruzar pases sobre la carrera corriendo hacia la izquierda; también lanzó un pase corto con la mano izquierda en una acción en la que, en un instante y con tres defensivos atrás de él pasó el ovoide su mano derecha a la zurda para sólo aventar el ovoide a Tyreek Hill para un primero y 10 en un momento clave del encuentro, y hasta tuvo que apurarse para iniciar una acción cuando parecía que el reloj de jugada estaba en ceros, antes de que completara el pase que revivió la causa que parecía desaparecida.
“Nunca había lanzado un balón con la izquierda”, reconoció Mahomes con una gran sonrisa al final del partido. “No es algo que se practique. Me salió por instinto. Bueno, había lanzado algunos balones con la izquierda hacia fuera en la universidad”.
Hasta sus propios compañeros se mostraron sorprendidos, aunque crédulos, porque han visto el talento natural de su quarterback desde que llegó a la NFL la temporada pasada, cuando prácticamente sólo se dedicó a observar al entinces titular de los Chiefs, Alex Smith, y a absorber lo más que podía de los veteranos.
“Este muchacho puede hacerlo todo”, dijo el linebacker de los Chiefs, Justin Houston. “Hace cosas impensables, tiene una habilidad que mejora con su trabajo y sencillez. Nunca había visto que lanzara un pase con la mano zurda. Tiene la tranquilidad para seguir viendo el campo y pensando, aunque la situación este complicada”.
De nueva cuenta, Mahomes fue el líder de una ofensiva que puede estallar en cualquier momento y que produjo 446 yardas, producción que costó más trabajo ante la defensiva de los Broncos que en los primeros tres partidos de la temporada.
Mahomes completó 28 de 45 pases para 304 yardas y un touchdown. Llegó a 13 envíos de anotación sin intercepción en la campaña y en Denver repartió el balón a ocho receptores diferentes.
Nunca lució impactado por el contexto del juego, por más complicada que pareciera la situación o por más que algunos de sus compañeros parecieran empeñados en complicar la situación de los Chiefs con castigos.
Mahomes tuvo que luchar hasta contra la ineficiencia de su propia defensiva, que nunca detuvo por completo el ataque de los Broncos, que sumaron 385 yardas totales, 159 por carrera.
La última serie ofensiva de los Chiefs, que al final se convirtió en la ganadora, movió el balón 60 yardas e incluyó la conversión de una segunda oportunidad y 30 yardas para el primero y 10, provocada por dos castigos. Mahomes recuperó terreno con su pase más largo del partido, de 35 yardas a Demetrius Harris, antes de que Kareem Hunt anotara el touchdown del triunfo con 1:39 por jugar.
Fue la primera vez desde 2004 que algún equipo borró una desventaja de 10 puntos en el último cuarto en casa de los Broncos.
“Si algo me queda claro, no hoy sino desde que llegué aquí, es que nadie se rinde“, dijo Mahomes. “Vamos a competir y a pelear hasta el último segundo”.
El lunes por la noche, las 76,656 personas en el Broncos Stadium at Mile High atestiguaron que los Chiefs no dejan de pelear, tras ver a su equipo caer por sexta ocasión consecutiva ante Kansas City.
“Nos hizo aguantar nuestras coberturas demasiado tiempo“, señaló el esquinero de los Broncos, Chris Harris Jr. “Es complicado tener que cubrir todo ese tiempo extra. Hay que ir para adentro, ir para afuera, para todos lados, porque (Mahomes) nunca deja de ver el campo abierto.
“No pudimos capturar a este hombre. Es un gran jugador, es un quarterback impresionante. Hizo jugadas con sus pies y con su brazo. No puedo esperar a enfrentarlo de nuevo”, concluyó Harris. Jr.