Aparentemente, los Pittsburgh Steelers se han hecho a la idea de que, tarde o temprano, traspasarán al receptor abierto Antonio Brown a otro equipo.
Eso significa que son los Steelers, y no Brown, quien elegirá el próximo destino de NFL del siete veces elegido al Pro Bowl. De acuerdo a un reporte reciente de ESPN, Pittsburgh preferiría ver a Brown en la NFC, y no la AFC, en la siguiente temporada.
Los mayores obstáculos por delante son, en primer lugar, la extensión contractual por cuatro temporadas y 68 millones de dólares que firmó Brown el 27 de febrero del 2017; y en segundo lugar, la reestructuración contractual que aceptó el 7 de marzo del 2018. En virtud de esos dos convenios --que pueden alcanzar un valor máximo de hasta 72.71 millones de dólares si sumamos lo que tenía programado cobrar originalmente en el 2017 antes de su extensión-- el cargo de dinero muerto para Pittsburgh en caso de cortar o canjear al jugador es monstruoso. ¿Por qué? Porque Brown ya se ha embolsado 33.785 millones de dólares de ese dinero, pero aproximadamente 23.62 millones de ese dinero no ha aparecido aún en los libros de Pittsburgh, y debe hacerlo --bajo condiciones normales-- a lo largo de los siguientes tres años.
Sin embargo, al desprenderse de un jugador mediante un corte o canje, no desaparecen esos cargos futuros contra el tope salarial de un equipo, sino que se aceleran.
Si los Steelers cortan o canjean a AB antes del 17 de marzo --fecha en que debe cobrar un bono de plantilla de 2.5 millones de dólares--, el equipo tendría que cargar con una cifra por dinero muerto de 21.12 millones de dólares a cambio de un ahorro contra el tope salarial de apenas 1.045 millones de dólares. Si un movimiento llega a partir del 17 de marzo en adelante, la cifra por dinero muerto crece a 23.62 millones de dólares, mientras que el ahorro en el tope salarial desaparece y, en cambio, se le cargan 1.455 millones de dólares adicionales a la nómina de los Steelers para este año. Finalmente, si el movimiento llega después del 1° de junio, el equipo tiene la posibilidad de repartir el golpe en dos temporadas, con cargos por dinero muerto de 12.04 millones de dólares para el 2019 y de 11.58 millones de dólares para el 2020, y un ahorro contra el tope salarial de la siguiente campaña de 10.125 millones de dólares.
Básicamente, los Steelers deben elegir entre arrancarse la bandita financiera de golpe, o intentar hacerlo de poco en poco.
Esas cifras no toman en cuenta los salarios que tiene previsto cobrar Brown para los siguientes tres años: 12.625 millones de dólares para el 2019, 11.3 millones de dólares para el 2020, y 12.5 millones de dólares para el 2021.
Aunque no es del todo correcta la apreciación, algunos observadores han llegado a afirmar que el cargo por dinero muerto básicamente representa dinero que Pittsburgh estaría regalando --o habría regalado ya, porque se pagó con antelación-- al equipo para el que juegue Brown la próxima campaña.
Hasta el momento, las charlas de draft se han centrado en cuánto vale Brown en términos de selecciones de draft. No obstante, poco se ha hablado de qué jugadores podrían ser intercambiados por Brown, con cargos de dinero muerto propios que pudieran nivelar la mesa de negociaciones.
Aquí proponemos nueve alternativas, recordando que la salida del receptor no es un hecho, por más que él se sienta en control de su futuro de NFL. El gerente general de los Steelers, Kevin Colbert, dejó en claro que solamente sería traspasado en un movimiento que conviniera al equipo.
Eric Berry, FS, Kansas City Chiefs: A los Steelers les encanta el jugador en que se está convirtiendo Sean Davis, pero en la NFL actual, cada vez son más comunes las formaciones de tres profundos para contrarrestar lo que hacen las ofensivas con alas cerradas atléticos que suelen alinear separados de la línea de golpeo. Berry todavía está en proceso de regresar tras vencer al cáncer, pero nadie puede dudar de su calidad. Ha sido elegido a cinco Pro Bowls y en tres ocasiones ha sido distinguido como All-Pro. A Berry le quedan tres años de contrato con un salario promedio apenas por debajo de AB. KC recuperaría 4.5 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial, con un cargo por dinero muerto de 12 millones de dólares si el acuerdo se consigue antes del 1° de junio.
Justin Houston, OLB, Chiefs: Este nombre empezó a flotar como posibilidad de canje en horas recientes. Le restan dos años de contrato con un costo anual apenas por arriba de Brown. En Pittsburgh, se dice que Bud Dupree caminará en la agencia libre, y los Steelers necesitarían a un apoyador externo que juegue al lado opuesto de T.J. Watt. Para los Chiefs, sumar a Brown a una artillería ofensiva que ya cuenta con Tyreek Hill, Travis Kelce y Sammy Watkins sería un fuerte golpe en la mesa para llamar la atención del resto de la AFC. Eso sí, hay que recordar que Pittsburgh preferiría enviar a Brown a la NFC, donde no lo tenga que enfrentar más que una vez cada cuatro años. Los Chiefs recuperarían 14 millones de dólares con este movimiento, y llevarían un cargo por dinero muerto de 7.1 millones de dólares.
Malcolm Jenkins, FS, Philadelphia Eagles: En términos de posición, Jenkins más o menos tendría los mismos argumentos que Berry para llegar a Piittsburgh, aunque le veo mejores posibilidades de mudarse a la posición de profundo fuerte donde, quizás, pueda desplazar de la titularidad a Morgan Burnett. Jenkins reestructuró su contrato al inicio de la pasada temporada, y un traspaso significaría un ahorro bajo el tope salarial de Philly de 2.239 millones de dólares, con un cargo por dinero muerto de 9.148 millones. La llegada de Brown a Philly facilitaría mucho la decisión que tiene el equipo por delante con Nelson Agholor.
Chandler Jones, OLB, Arizona Cardinals: Nuevamente, se trata de encontrar a un especialista en cazar quarterbacks para Pittsburgh, y a Arizona le vendría bien sumar otra opción por aire al eterno Larry Fitzgerald. Jones suma cuatro temporadas consecutivas con doble dígito de capturas, cinco en total. Los Cardinals ahorrarían10.5 millones de dólares bajo el tope salarial si lo mandan a Pittsburgh, con un cargo por dinero muerto de 9 millones de dólares.
Star Lotulelei, DT + Shaq Lawson, DE, Buffalo Bills: Otra vez estamos ante un equipo de la AFC, pero para ser sinceros, no creemos que Pittsburgh tenga muchas reservas de acordar un canje con Buffalo. No hay gran número de armas ofensivas en la ofensiva de los Bills, y a Pittsburgh le vendría bien el aporte de una pieza como Lotulelei en el centro de su defensiva, flanqueado por los estelares Cam Heyward y Stephon Tuitt. Lo de Lawson, quien no ha colmado sus expectativas como recluta de primera ronda, sólo sería para ayudar a balancear el canje y aportar profundidad al grupo de linebackers. En total, Buffalo se ahorraría cerca de 3 millones de dólares bajo el tope salarial, con un cargo por dinero muerto de casi 12 millones de dólares.
Josh Norman, CB, Washington Redskins: Norman sigue siendo un esquinero de primera línea en la NFL, y podría conformar una de las mejores duplas de la liga con Joe Haden en Pittsburgh. En Washington, por su parte, no se sabe a ciencia cierta quién estará lanzando pases en la próxima campaña, pero sí se sabe que no hay suficiente talento entre los receptores. Los Redskins recuperarían 8.5 millones de dólares bajo su tope salarial, y el cargo por dinero muerto en contra sería de 6 millones, con salarios pendientes por dos años de contrato para Norman prácticamente iguales a lo que cobraría AB.
Nick Perry, OLB, Green Bay Packers: No es ningún secreto que Perry no ha colmado las expectativas de su precio de draft --primera ronda del 2012-- ni de su jugosa extensión de contrato del 2017. En siete campañas profesionales, Perry acumula apenas una temporada de doble dígito en capturas. Un cambio de aire le podría venir muy bien, especialmente si llega a una defensiva donde se vería muy arropado por el trabajo de Heyward y Tuitt. Y no hace falta pensarle demasiado para pensar cuánto le beneficiaría a Aaron Rodgers un socio por aire como AB. Green Bay recuperaría 3.337 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial, con un cargo de dinero muerto por 11.1 millones de dólares.
Solomon Thomas, DE/OLB San Francisco 49ers: En San Francisco, Thomas ya es considerado como el primer gran fracaso de draft del mandato de John Lynch como gerente general. Con apenas cuatro capturas en dos años, hay quienes se preguntan si Thomas algún día cumplirá las expectativas de draft que le acompañan como tercer recluta global del 2017. Nuevamente, un cambio de aire podría ayudar a exprimirle mayor producción. Por si fuera poco, San Francisco ha sido mencionado consistentemente entre los destinos que le gustarían a Brown, en buena medida gracias al cabildeo de Jerry Rice. Para que este canje tenga sentido financiero, sin embargo, tendría que ocurrir después del 1° de junio. Entonces, los Niners podrían recuperar poco más de 3 millones de dólares contra su tope salarial, con cargos de 4.653 millones de dólares para este año y para el siguiente. Lynch lleva una relación muy personal con Thomas, así que las probabilidades de que se dé por vencido con el defensivo tan pronto no son muy altas.
Olivier Vernon, DE/OLB, New York Giants: En tres años en la Gran Manzana, Vernon todavía no consigue una temporada de doble dígito de capturas. De hecho, solo lleva una en siete caños como profesional. Eso sí, fue elegido al Pro Bowl el año pasado, pese a jugar solamente en 11 encuentros. La idea de juntar a AB y Odell Beckham Jr. en la misma ofensiva llama mucho la atención, tanto para bien como para mal. Existe la posibilidad de que rompan la liga a pedazos, o rompan el vestidor neoyorquino a pedazos, si les gana la avaricia con oportunidades limitadas de atrapar pases. Si los Giants canjearan a Vernon, recuperarían 11.5 millones de dólares bajo el tope salarial, con un cargo por dinero muerto de 8 millones. Eso sí, los salarios restantes en los dos años que le quedan de contrato a Vernon son de 15.5 millones de dólares, incluyendo los bonos por entrenamiento que tiene previstos.