La última pieza que restaba de la "Legion of Boom" ha dejado a los Seattle Seahawks quienes, en cambio, adquirieron de último minuto al nombre más importante que quedaba disponible antes del inicio de la temporada.
Con todo y eso, los tiempos han cambiado drásticamente para los Seahawks. Un equipo que a base de una defensiva de época fue capaz de alcanzar dos apariciones de Super Bowl, ganando uno, bajo el mando de Pete Carroll, se encamina al 2019 con el acento puesto en una ofensiva dirigida por un candidato legítimo a Jugador Más Valioso del año en la persona de Russell Wilson.
¿Existe la suficiente calidad en Seattle para destronar a Los Angeles Rams como favoritos en el Oeste de la Nacional?
NUEVAS ARMAS
El recambio de talento al lado ofensivo del balón alrededor de Wilson sigue. Tras el retiro del receptor abierto Doug Baldwin durante la temporada baja, Wilson tendrá que hallar a un nuevo receptor favorito para el juego aéreo.
El candidato obvio sería Tyler Lockett, recluta de tercera ronda del 2015 que viene de imponer marcas personales en juegos iniciados (14), recepciones (57), yardas por recepción (965), y touchdowns por recepción (10). Eso sí, no todos los receptores abiertos pueden con la transición desde la segunda o tercera opción a convertirse en el punto focal del ataque.
Además de Lockett, hay dos novatos que llaman poderosamente la atención. En primer lugar, DK Metcalf, seleccionado en la segunda vuelta procedente de Mississippi. Con un físico impresionante, Metcalf fue uno de los prospectos que más ruido generó durante el proceso previo al draft, pero no se fue en la primera ronda como esperaban muchos. En Seattle, se ha aplaudido su ética de trabajo, pero Metcalf se sometió recientemente a una cirugía de rodilla hace aproximadamente dos semanas, y no es seguro que esté listo para el inicio de la campaña.
El otro nombre que debemos seguir de cerca es John Ursua, un recluta de séptima ronda procedente de Hawai'i, que ha generado comparaciones muy favorables a lo largo del verano con Baldwin. Entre la lesión de Metcalf, y la baja de Jaron Brown en el día de cortes, el papel ofensivo de Ursua podría ser significativo para el inicio de la campaña de Seattle.
¿QUIÉN MANDA EN EL BACKFIELD?
Decir que Seattle sorprendió en la primera ronda del draft del año pasado con el corredor Rashaad Penny, sería quedarnos cortos. Decir que Penny fue una decepción como novato, también.
Actualmente, el orden de plantilla en Seattle muestra a Chris Carson como titular, por delante de Penny, después de sumar 1,151 yardas y nueve anotaciones terrestres en el 2018. Claramente, el equipo es suyo, en términos del ataque terrestre, y así seguirá siendo mientras se mantenga sano, algo que no pudo hacer como prometedor novato en el 2017, y una de las causas por las que el equipo optó por Penny el año pasado.
Una de las claves para proteger la salud de Carson sería una repartición más equitativa de trabajo, algo que esperamos ver en el 2019 con Penny. Después de todo, una selección de primera ronda es un precio demasiado alto para alguien que solamente corrió 85 veces el balón en su temporada debut.
¿Por qué es importante recalcar la división del trabajo del backfield en Seattle? Bueno, porque la ofensiva limitó mucho a Wilson por tierra en el 2018, y con toda seguridad harán lo mismo en el 2019. Un quarterback extremadamente elusivo en campo abierto, y quizás el mejor en la NFL a la hora de protegerse de los golpes, Wilson corrió el ovoide solamente 67 veces en la campaña pasada, el menor total de su carrera, y por primera vez concluyó una campaña sin anotación terrestre.
No hay un jugador más importante en Seattle que Wilson, y limitar sus oportunidades por tierra limitan lo que puede hacer la ofensiva, es verdad, pero también aportan una sensación de certeza a largo plazo para la franquicia.
UN ARRIBO INESPERADO
Justo antes de la fecha límite para recortar las plantillas a 53 jugadores, los Seahawks acordaron un canje que puede redituar entre los mejores de la liga para el año entrante, cuando pactaron con los Houston Texans por los servicios del linebacker/ala defensiva Jadeveon Clowney.
El pago para un jugador en ascenso de apenas 26 años de edad fue mínimo: Seattle renunció a dos jugadores reservas --Barkevious Mingo y Jacob Martin-- y una selección de tercera ronda del año entrante.
En Seattle, Clowney tendrá la oportunidad de elevar su nivel de juego como nunca antes. Pete Carroll emplea una posición que denomina "Leo", una especie de híbrido entre ala defensiva y linebacker por el lado fuerte que en el pasado perteneció a Chris Clemons, Bruce Irvin y Cliff Avril. Aquí es donde creo que Clowney puede brillar. Aunado a la llegada de L.J. Collier vía primera ronda del draft, y descontando la salida vía canje de Frank Clark, tengo confianza de que Seattle será mejor en el rubro de la presión a los quarterbacks que el año pasado, con todo y que Clark sumó 13 capturas.
Eso sí, los Seahawks tendrán que sobrevivir los primeros seis partidos sin el tackle Jarran Reed, por culpa de una suspensión. Reed fue una de las revelaciones del 2018 con 10.5 capturas desde una posición interior, algo que no es precisamente común.
PREDICCIÓN
Los Seahawks parecen estar volando un poco bajo el radar cuando se trata de discutir favoritos en la NFC. Sin embargo, tienen a un quarterback que está entre los tres o cuatro mejores de la NFL en este momento, un head coach de primera línea, experiencia de postemporada, y una nueva adición defensiva que los puede volver a colocar entre los primeros planos a ese lado del ovoide.
No prestarles atención sería una grave omisión. Creo que Seattle, el caballo negro del 2019, gana 10 partidos este año, peleando hasta el final el título divisional con los Rams.