MIAMI -- No descubro la pólvora cuando digo que los Miami Dolphins no son un buen equipo.
Tampoco el agua tibia cuando afirmo que los Dolphins irán a buscar a un mariscal en el próximo draft.
Pero en una temporada en la cual los fanáticos de Miami no tienen mucho a lo que aspirar, excepto el final de la campaña, este domingo representó un día de interés especial.
Después de haber pagado una selección de segunda y otra de quinta ronda por sus servicios, Josh Rosen hizo su debut como mariscal titular de los Dolphins.
Su presentación fue más que aceptable. De hecho, la actuación de Rosen fue mejor de lo que mostró Ryan Fitzpatrick en cualquiera de los primeros dos partidos.
A nivel equipo, los Dolphins fueron superiores a los Cowboys en la primera mitad, aunque como de costumbre pagaron caros sus errores.
Un touchdown dejado caer por Preston Williams luego de un precioso pase de Rosen, un balón suelto dentro de la yarda 10 rival de Kenyan Drake y un gol de campo fallado por parte de Jason Sanders.
Si a los números nos referimos, los Dolphins tuvieron en esa primera mitad más puntos (6), más yardas (220), menos pérdidas (1) y mayor porcentaje de terceros intentos convertidos (38%) que en los primeros dos partidos combinados.
Como si fuera poco, no permitieron capturas en esa primera mitad, cuando habían permitido 10 en los primeros dos partidos.
En otras palabras, Miami salió con otra cara en Dallas. Una cara que no era de vergüenza, sino de un equipo competitivo.
Y el hombre en los controles, Josh Rosen, tuvo mucho que ver. Porque pese a que perdió a su tackle izquierdo y su guardia por lesión, pese a que se repuso de un golpe en la cabeza que le hizo perderse un par de jugadas, y a que sus receptores dejaron caer un sinfín de pases, Rosen le cambió la cara al equipo.
Sus estadísticas finales (18 de 39 para 200 yardas sin TDs ni INTs) no le hacen justicia, pero a Rosen no le quedó grande el momento, y nunca temió lanzar esos pases de alta dificultad en ventanas pequeñas, mostró buena presencia en el bolsillo, y aún más importante, contagió a sus compañeros, que era supuestamente un área de déficit para él.
En el complemento, ya con una línea ofensiva emparchada, fue capturado en tres ocasiones, y su protagonismo disminuyó.
Al final del día, la derrota de Miami era previsible, pero por primera vez en mucho tiempo hay una luz al final del túnel.
¿Acaso esto cambia el plan de los Dolphins a futuro?
No.
Irán a buscar a un mariscal en el siguiente draft. Llévenlo al banco.
Mientras tanto, Rosen hará oídos sordos al ruido externo y tratará de ir convenciendo a los dudosos uno por uno.
Difícil de lograr con los actores de reparto que tiene a disposición, y por eso uno esperaría que los Dolphins no juzgen a Rosen únicamente por sus números; 2 goles de campo sin touchdowns en 15 series.
De lo que no me quedan dudas es que Rosen pasó su primera prueba, y le da al equipo algo a lo cual aspirar por el resto de la temporada.