CINCINNATI – Un improvisado comentario del entrenador de los Cincinnati Bengals, Zac Taylor, insinuó las perspectivas a largo plazo para la agobiada franquicia.
Luego de la práctica del jueves, Taylor habló sobre la especulación sobre el potencial canje del receptor abierto A.J. Green, cuyo contrato expira al final de la temporada. En el mismo día Green practicó por primera vez desde julio, Taylor enfáticamente negó que Green sea negociado en octubre 29, fecha límite para los cambios y que es parte del futuro de los Bengals.
Si ese es el caso, la franquicia dejaría ir una de sus mejores opciones para adquirir adicionales selecciones de calidad en el draft. En vez de mover a Green a un equipo contendiente como los San Francisco 49ers o los New England Patriots por una primera –o segunda- selección, los Bengals le ofrecen a Green, de 31 años, un trato que podría limitar sus opciones de mejorar la plantilla.
Los comentarios de Taylor sobre Green, se emparejan con los señalamientos a inicios de semana acerca de la urgencia de ganar, pero sin considerar que por el 0-5 el roster deba ser reconstruido. Sin embargo, el inicio perdedor de la campaña y la plantilla actual sugieren que Cincinnati no está en posición para finalizar su racha de 29 temporadas sin una victoria en postemporada.
El entrenador en jefe de primer año reprendió la noción de que usará el resto del 2019 para evaluar a los jugadores jóvenes.
“Se trata de ganar el juego esta semana”, dijo Taylor. “Ese es el énfasis ahora. Queremos ganar. Todos queremos ganar, y todos tenemos la disposición de hacer lo necesario para ganar”.
Vencer ha sido difícil para Cincinnati. Los Bengals han perdido 12 de sus pasados 13 partidos. Por las cinco derrotas de este año, tienen el cuarto pero diferencial de puntos de la liga.
Luego de que los Bengals contrataron a Taylor para reemplazar a Marvin Lewis, la organización mantuvo la plantilla relativamente intacta. Cincinnati inició la temporada con una edad promedio de 26.3 años, la 19na más vieja de la liga, de acuerdo a ESPN Stats & Information. Ningún jugador seleccionado por Cincinnati luego de 2013 ha jugado un Pro Bowl.
Green es uno de los pocos jugadores de la plantilla considerados de los mejores en su posición.
El receptor tiene la cuarta mejor marca de la NFL en yardas desde que entró a la liga en 2011. Antes de sufrir una lesión en un dedo del pie la pasada campaña, tenía cinco juegos seguidos de 75 o más yardas recibidas.
Esperaba esa producción en 2019 antes de sufrir una lesión de tobillo en la primera práctica de la pretemporada, una situación que lo mantendría fuera al menos por las primeras seis semanas de campaña.
Mientras Green ha estado fuera, los Bengals han sufrido su peor inicio desde 2008; Cincinnati es 29no en anotaciones conseguidas y 27mo en defensa.
Los Bengals, que no tienen un gerente general oficial, solo permiten al entrenador en jefe hacer comentarios públicos. Pero durante una conferencia en julio, el presidente de la organización, Mike Brown dijo que la edad de Green no sería un factor cuando llegase el momento de negociar.
“Una cosa que he aprendido es que los grandes jugadores tienen una tendencia de mantenerse más; simplemente tienen más en el tanque”, dijo Brown a los reporteros.
Esa filosofía se ha alineado con algunos de los tratos que el equipo ha hecho en recientes años. El tacle defensivo de Pro Bowl, Gneo Atkins, de 31, está bajo contrato hasta 2022. El ala defensiva Carlos Dunlap, de 30, tiene un trato que llega a 2021. Ambos están entre los cinco jugadores mejor pagados del equipo.
El mariscal de campo de noveno año, Andy Dalton, que es el jugador que más abarca en el tope salarial -17.7 millones el próximo año- también podría negociar a largo plazo luego de que expire su contrato en 2020. Dalton tendrá 32 al final de octubre.
Basados en el rendimiento de los Bengals en el terreno de juego, es difícil pensar que no hay necesidad de reconstruir. De acuerdo al Power Index de ESPN, los Bengals tienen mejores opciones de conseguir una de las mejores cinco selecciones, que lograr los playoffs.
Si los Bengals no ganan nueve de los restantes 11 juegos en la temporada regular, tendrán su cuarta temporada consecutiva con un récord de .500 o peor. La directiva contrató a Taylor para revertir esa tendencia. Pero probablemente se necesite más.
El creciente número de asientos vacíos dentro del Paul Brown Stadium, indican que la base de aficionados también quiere ver a un equipo ganador.