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Juan Pablo Sánchez 4y

Así reconstruyeron Shanahan y Lynch a los 49ers

Hace tres años, los San Francisco 49ers comenzaron un camino que los ha llevado al Super Bowl LIV en Miami. Después de un par de temporadas de pesadilla con Jim Tomsula (5-11) y Chip Kelly (2-14), la directiva decidió iniciar la reestructuración con los nombramientos de John Lynch, ex jugador y comentarista, como gerente general, y Kyle Shanahan en su primera experiencia como entrenador en jefe.

Era una apuesta arriesgada para intentar devolver a los gambusinos a la élite de la NFL, pero tres campañas más tarde los resultados están a la vista, luego que ambos personajes reconfiguraron un roster que se parece poco al de enero de 2017.

Draft

Una de las claves ha sido el reclutamiento de talento. Como explicó el esquinero Richard Sherman, Shanahan y Lynch buscan un tipo de jugadores específico y lo han conseguido.

En 2017 seleccionaron, entre otros, a Solomon Thomas (DE), hoy suplente, Ahkello Witherspoon (CB) que perdió su puesto como titular en playoffs, George Kittle, All-Pro en la posición de ala cerrada y por la vía de la agencia libre llegaron el receptor Kendrick Bourne y el corredor Matt Breida.

Para 2018 la prioridad fue la línea ofensiva, con el tacle Mike McGlinchey, pero también arribaron el receptor Dante Pettis, el linebacker Fred Warner y el regresador de patadas, Richie James; sin ser elegidos se quedaron en el equipo el ala cerrada Ross Dwelley y Emmanuel Moseley, quien le quitó el puesto a Witherspoon.

En abril pasado, para fortalecer la presión al mariscal de campo rival tomaron a Nick Bosa con la segunda selección global, favorito para ser Novato Defensivo del Año, así como a Deebo Samuel, receptor que también es una amenaza por tierra, Mitch Wishnowsky, pateador de despeje y Dre Greenlaw, el linebacker que hizo la jugada clave ante Seattle al final de la temporada regular.

Cambios

Desde que llegaron, Lynch y Shanahan han hecho pocos cambios con otros equipos, pero todos han tenido un impacto directo.

El más importante fue el del quarterback Jimmy Garoppolo, la pieza que le faltaba a San Francisco desde la salida de Colin Kaepernick; el ex de los Patriots ganó sus primeras cinco aperturas con el equipo al final de la campaña 2017 (para un récord de 6-10), lo que le valió un contrato millonario, aunque la temporada siguiente se lesionó tras tres juegos, lo que pospuso el desarrollo del proyecto, con una marca de 4-12.

Al arranque de 2019 consiguieron de Kansas City a Dee Ford para añadir poder a una línea defensiva que se ha convertido en una fortaleza, y de cara a la Semana 8, los 49’s fueron por el receptor de rutas largas que no tenían, Emmanuel Sanders, de los Broncos.

Agentes libres

Durante el primer año de esta nueva estructura firmaron a dos agentes libres que han sido claves, el pateador Robbie Gould y el fullback Kyle Juszczyk, a quien le dieron el contrato más alto en la historia para un jugador en su posición (21 millones por 4 temporadas) y que ha ido al Pro Bowl en todas las ocasiones.

Para el segundo le brindaron una oportunidad al esquinero Richard Sherman, a quien lo habían perseguido las lesiones y que se ha convertido en el líder de la defensiva, a Weston Richburg, centro titular, hoy ausente, y a Mike Person, titular en la línea ofensiva.

De cara a este 2019, Shanahan apostó por viejos conocidos: Tevin Coleman (RB), Levine Toilolo (TE) y Ben Garland, nuevo centro titular, todos ex jugadores de Atlanta, donde Kyle fue coordinador ofensivo, y por el linebacker Kwon Alexander (Tampa Bay) para acompañar a los jóvenes en la posición y entonces sí consolidar el plan.

Se quedaron

Otro de los méritos de la nueva dirigencia es recuperar jugadores que ya estaban en el equipo. Uno de ellos Joe Staley, el corazón de la franquicia, elegido en el Draft de 2007 por los 49ers y quien ha pasado por los momentos más difíciles en la Bahía, hasta regresar al Super Bowl; también Raheem Mostert, la estrella del Juego de Campeonato de la Nacional.

Arik Armstead y DeForest Buckner, dos primeras selecciones de San Francisco (17 global en 2015 y séptima en 2016, respectivamente) que tras brillar juntos en la Universidad de Oregon, ahora son parte de los temibles hombres de la línea defensiva que comanda el coordinador Robert Saleh.

Con todos estos movimientos los 49ers pasaron de ser la ofensiva #31 en 2016 a la cuarta en 2019 y de tener la defensiva 32 a la segunda, para una marca de 13-3, la mejor de la Conferencia Nacional y luego superar a Minnesota y Green Bay en playoffs de forma contundente. Además, cuatro de estos nombres (Juszczyk, Kittle, Bosa y Sherman) fueron elegidos al Pro Bowl, pero no estuvieron en Orlando porque tienen otra cita en Miami.

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