La historia siempre tiene dos –o más—versiones y esto aplica perfectamente para los San Francisco 49ers con el inicio de la era Kyle Shanahan-Jimmy Garoppolo.
Todo comenzó en el 2017, cuando los Niners adquirieron mediante canje con los New England Patriots a Jimmy Garoppolo, quien tardó en debutar con un equipo que se puso con récord 0-9 bajo las órdenes del coach novato Shanahan.
Los 49ers ganaron ese partido frente a los New York Giants, 31-21, en camino a terminar la temporada con récord 9-6, llenando de esperanza a una afición que ansiaba volver a los primeros planos de la NFL y reaparecer en el Super Bowl.
“Fue diferente para mí, no les mentiré”, declaró Garoppolo este jueves en la comparecencia de los 49ers ante los medios. “Parecía un partido normal de temporada regular y puedo recordar que estábamos lanzando agua en el vestidor, de todo.
“Fue la acumulación de todo ese año, creo. Todo lo que esos chicos habían pasado antes de eso. Es decir, no estuve allí todo el tiempo, pero podías verlo. Así que conseguir esa primera victoria, había mucha emoción saliendo de todos. Fue real, lo primero que vi con este equipo cuando llegué aquí. Todos eran muy honestos, reales, genuinos. Ahí es donde todo comenzó y eso es lo que nos hace un buen equipo”.
Por su parte, Shanahan vio el lado positivo de enderezar el rumbo de esa temporada con Garoppolo a bordo.
“Si quieres que la gente se emocione por un año 6-10, inicia 0-9”, indicó Shanahan con una sonrisa. “Después, todos están realmente emocionados por llegar a la temporada baja.
“Nuestros jugadores estaban peleando todas las semanas, todos nuestros jugadores. No sólo era yo, eran todos. Teníamos a muchos chicos, era su primer año en la liga, muchos chicos que no habían jugado mucho, hacíamos mucho todas las semanas y nos quedábamos cortos. Ganamos ese partido y se sintió importante. Recuerdo que perdimos el siguiente juego, así que probablemente lo disfrutamos demasiado. Aprendes de esas lecciones”.
Los 49ers tuvieron un retroceso al siguiente año, terminando 4-12 luego de una devastadora lesión de rodilla de Garoppolo justamente contra los Chiefs, antes de recuperarse para terminar 13-3 en el 2019 y asegurar la séptima aparición en el Super Bowl de su historia.