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El Super Bowl, oportunidad de redención para Dee Ford

MIAMI -- Todos los jugadores quisieran quedar impregnados en la memoria de los fanáticos de manera inmortal.

Siempre y cuando, sean recordados por algo positivo.

En el caso de Dee Ford, hoy ala defensiva de los San Francisco 49ers, ese no es necesariamente el caso.

Los Kansas City Chiefs estaban a punto de avanzar al Super Bowl la temporada pasada, tras interceptar un pase de Tom Brady que sentenciaba el pleito. Sin embargo, Dee Ford estaba formado en offside, le dio otra oportunidad a los Patriots y el resto es historia.

Está claro que Ford no fue el único culpable de la derrota de Kansas City, pero todos en aquella ciudad lo recuerdan por ese momento.

Acto seguido, fue cambiado a los 49ers, y este domingo en el Super Bowl LIV marcará la primera oportunidad en la cual enfrenta a su ex equipo.

“Por supuesto que es especial”, enfatizó Ford al preguntarle si medirse a los Chiefs tenía un sabor especial. “Tengo muchos amigos allá, y será una gran batalla”.

En la superficie, Ford parece no tener rencores, pero uno percibe en el tono de sus palabras que se muere por “redimirse”. No ante sus “amigos” del otro lado, sino ante los fanáticos y la gerencia.

Si bien los Chiefs eligieron a Ford en la primera ronda y estuvo seis años con Kansas City, la realidad es que la franquicia eligió no pagarle, y trajeron a Frank Clark, a quien le pagaron una millonada, porque consideraban que era mejor a la hora de detener el ataque terrestre.

La situación se puso algo más incómoda cuando Clark lanzó fuego cruzado.

“No me cae bien Dee Ford”, expresó Clark, aunque después quiso apaciguar algo las aguas. “No me cae bien nadie de los que juegan para el rival”.

Ford prácticamente eligió a los 49ers a dedo --le pagaron 85.5 millones de dólares--, cuando los Chiefs le dieron permiso para buscar un cambio.

“Durante la agencia libre, estudié todas mis posibilidades”, explicó Ford. “Analicé los videos de DeForest Buckner, Arik Armstedt y hasta de Nick Bosa en la universidad en aquel entonces, y sabía que allí podría brillar. El fútbol americano no es un deporte de una persona, no soy nada sin mis compañeros”.

Y no se equivocó, puesto que llegó a, tal vez, la mejor defensiva de la NFL.

Sin embargo, fue un año difícil para Ford, que participó de apenas cuatro jugadas en los últimos seis partidos de la temporada regular. Y cuando no estuvo, su ausencia se hizo sentir.

De hecho, San Francisco promedió cuatro capturas por partido en los primeros 11 encuentros de la campaña, y apenas 0.8 capturas en los últimos cinco compromisos de temporada regular.

“La verdad que ha sido una temporada difícil para mí”, admitió Ford. “Cuando uno está afuera, tiene más ansiedad que cuando está dentro, pero trabajé duro en la recuperación y ahora me siento más fresco que en todo el año”.

Sus compañeros están de acuerdo.

“La velocidad que tiene Dee Ford saliendo desde el extremo es inigualable”, opinó Buckner. “Es vital para nosotros”.

Debo admitir que me sorprendió lo rápido que lo he visto a Ford en estos playoffs.

Mucha gente me pregunta cuál será el duelo más importante en este Super Bowl LIV. La mayoría piensa que será Patrick Mahomes ante la defensiva por aire de los 49ers, pero yo no coincido.

Eric Fisher y Mitchell Schwartz son dos de los mejores tackles ofensivos de la NFL, lo mismo que Nick Bosa y Dee Ford, que son parte de la crema entre los alas defensivas.

Mis ojos van a estar centrados en esos duelos en las trincheras, y al leer entre líneas e interpretar a Dee Ford, me da la sensación que jugará por algo más que un título.