PITTSBURGH -- En los minutos subsecuentes a que el receptor abierto de Notre Dame, Chase Claypool, se convirtiera en el primer recluta de los Pittsburgh Steelers para el draft del 2020 de la NFL, su teléfono comenzó a sonar.
No se apagaba gracias a un torbellino de no mensajes de texto de felicitaciones y llamadas de la directiva de los Steelers a lo largo de toda la noche. Éste número era uno de los muchos que nunca había visto antes, pero que seguramente guardó de inmediato.
Cuando respondió la llamada, el quarterback veterano Ben Roethlisberger estaba al otro lado de la línea.
Fue una conversación rápida, una breve introducción y más felicitaciones, pero fue importante. Sentó la base para una relación entre el experimentado pasador y el receptor abierto más nuevo de los Steelers, una relación que podría ser clave para llevar a la franquicia a la conquista de su séptimo título de Super Bowl.
Roethlisberger fue punto focal del draft de los Steelers, incluso si no estuvo en una videoconferencia tomando decisiones, o enviando furiosamente mensajes de texto a la directiva, proponiendo reclutas. Después de más de una década trabajando juntos, el head coach Mike Tomlin y gerente general Kevin Colbert tienen una buena idea de lo que le gusta a Roethlisberger, y de lo que necesita. Con la ventana hacia otro título maquinado por Roethlisberger rápidamente cerrándose, los Steelers usaron el draft para sumar jugadores que, esperan, ayudarán a complementar su plantilla, especialmente ahora que el quarterback regresa de una lesión en el codo que le costó la mayor parte de la campaña del 2019.
"En mi corazón, sé que Ben trabaja duro para volver", dijo el coordinador ofensivo Randy Fichtner. "Y cuando tenga la habilidad de lanzar el balón campo abajo y sentirse bien respecto al porcentaje de éxito de esos envíos y jugadas grandes, sé de hecho que estará emocionado por la oportunidad de sumar un arma más y poder lanzar el balón alto".
Esa estrategia fue evidente desde la primera selección de los Steelers, cuando el club se decidió por el masivo Claypool, un receptor abierto grande, sobre la calidad de los quarterbacks Jalen Hurts, Jake Fromm o Jacob Eason. Claypool también fue elegido por encima de J.K. Dobbins de Ohio State y Cam Akers de Florida de State, dos de los mejores corredores de la clase.
Claypool se une a los alas cerradas Vance McDonald y Eric Ebron, firmados por los Steelers durante la agencia libre, como objetivos con estatura de al menos 6 pies con 4 pulgadas, exactamente la clase de receptor que desea Roethlisberger para su ofensiva.
"Es realmente emocionante para un quarterback porque tienes este radio de atrapada y la posibilidad de colocar el ovoide sin que siempre deba ser perfecto", explicó Fichtner. "... Ellos intentan hacer la jugada sobre el balón, y simplemente el puro tamaño y la competitividad, creo que será ventajoso para nosotros [Claypool], también".
No solamente posee Claypool una gran carrocería, sino también velocidad por arriba del promedio, cronometrando 4.42 segundos en el Combinado de la NFL.
"Estaba realmente emocionado cuando corrió por debajo de los [4.45] en el Combinado", admitió Fichtner. "No me emociona porque supones que no lo verás disponible en el N° 49... esa velocidad cuesta abajo y lo juntas con el tamaño y la capacidad de ganar en el uno a uno, eso nos aporta mucho".
Como Ebron, Claypool es una amenaza de zona roja y de inmediato debe ayudar a los Steelers, quienes finalizaron últimos en anotaciones de zona roja la temporada pasada. Fichtner anticipa que Claypool juegue primordialmente por fuera, pero dijo que también podría colocarse en la ranura.
No solamente ayuda esa versatilidad a Roethlisberger, sino también debe ayudar al receptor abierto JuJu Smith-Schuster al permitir al receptor abierto de cuarto año colocarse más seguido en la ranura, donde sumó 788 yardas y cuatro touchdowns en el 2018. Sin Antonio Brown la temporada pasada, Smith-Schuster debió jugar con mayor frecuencia en el perímetro y tuvo menor éxito. La adición de Claypool le permitirá pasar más tiempo en su posición más productiva. Claypool también complementa al resto de un grupo de receptores que incluye a James Washington y Diontae Johnson.
Una especie de prospecto de desarrollo tardío de British Columbia, Claypool tuvo una campaña de destape en su temporada senior en Notre Dame, donde su tamaño y velocidad funcionaron en harmonía para llevarlo a un año de 1,000 yardas en recepciones con 13 touchdowns.
"Realmente nunca tuve oportunidad de brillar hasta mi año junior y mi año senior", expresó Claypool. "Siempre pensé que tenía las habilidades. Simplemente pensaba que debía probarlo, año con año. Definitivamente, me destapé en mi año senior, pero siempre pensé que tenía las habilidades".
En Claypool, los Steelers tienen una versión actualizada de Martavis Bryant, el producto de Clemson reclutado por los Steelers hace seis años que mostró promesa antes de que lidiara con abuso de sustancias y su naturaleza disruptiva en el vestidor acabaran con su carrera de NFL. Claypool es unas 20 libras más pesado que Bryant, y posee la clase de fortaleza que espera Roethlisberger de sus receptores.
Claypool es el obsequio obvio para Roethlisberger en el draft, pero los Steelers también sumaron al corredor Anthony McFarland Jr. y al guardia ofensivo Kevin Dotson. Con 5 pies y 8 pulgadas de estatura y 208 libras, y algunas preocupaciones por lesiones previas, McFarland no luce como un corredor primario, pero sí añade un elemento de velocidad a un backfield conformado por golpeadores. Incluso si no se convierte en otro blanco para Roethlisberger, el balance ayudará a la ofensiva a convertirse en algo más multidimensional de lo que fue hace un año.
En un periodo de evaluación recortado por la pandemia de coronavirus, los Steelers emplearon el trabajo de visoría realizado en las prácticas de Senior Bowl para seleccionar a Claypool. A ellos les gustó lo que vieron de alguien que pronto podría unirse a su plantilla.
"Por supuesto, sabíamos de sus habilidades como receptor, pero cuando lo vimos de cerca trabajando del modo que lo hizo en la porción de equipos especiales del entrenamiento, realmente mostró la competitividad que posee este chico, aunado a su tamaño, velocidad y capacidad para atrapar el balón", dijo Colbert.