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Se acabaron la excusas para Derek Carr en la ofensiva de Raiders

La mejoría en el arsenal de Derek Carr significa que el quarterback también debe un elevar su nivel de juego en el 2020. USA TODAY Sports

LAS VEGAS-- Sin excusas, ¿verdad?

Hace un año, el quarterback de los Oakland Raiders, Derek Carr, estaba jugando --esencialmente-- con dinero de la casa, cuando se trataba de su cuerpo de receptores maltratado y roto, una situación lamentable exacerbada por el colapso durante el campamento de entrenamiento de Antonio Brown y su eventual corte.

Como dijo más tarde el entrenador en jefe, Jon Gruden: "Sentimos que añadimos uno de los mejores receptores de la liga hace un año, y tenía los pies congelados".

Gruden estaba, por supuesto, hablando de que Brown apareció en el campamento con congelación después de un percance de crioterapia. Antes de los asuntos con su casco. Y de desertar un par de veces. Y de su enfrentamiento con el gerente general, Mike Mayock, que llevó a su baja.

Luego, estaba Tyrell Williams.

"Y entonces pensamos que teníamos el mejor receptor agente libre", reflexionó Gruden, "y tenía los pies fritos por fascitis plantar. Entonces, los pies fueron un problema para nosotros el año pasado.

"Es difícil jugar cuando tus pies están en llamas, y sus pies estaban muy lastimados".

¿Ahora? Los desplantes de Brown son sólo un mal recuerdo, incluso si la ofensiva estaba orientada hacia los inmensos talentos de Brown en el 2019. Y los pies de Williams se han enfriado, según los involucrados. Además, recordemos que Williams atrapó un pase de touchdown en cada uno de sus primeros cuatro partidos como miembro de los Raiders la temporada pasada, antes de terminar el año con seis.

Además de un Williams sano, los ahora Las Vegas Raiders seleccionaron al tipo más rápido del draft en Henry Ruggs III, de Alabama, y agregaron a otro objetivo de zona roja en Bryan Edwards de South Carolina vía draft, mientras que sumaron al veterano Nelson Agholor en la agencia libre. El jugador de ranura de segundo año, Hunter Renfrow, regresa, al igual que los jóvenes Rico Gafford y Keelan Doss y los veteranos Zay Jones y Marcell Ateman.

Debe ser un arsenal más atlético y completo para Carr que hace un año. Eso nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Cómo dividirán los Raiders los pases? Y no, no estamos sugiriendo que de repente hay un abasto de riquezas en la posición. Hay más talento en papel, claro, pero todavía necesitan brillar y probarse a sí mismos.

Consideremos que el principal receptor de los Raiders la temporada pasada fue un ala cerrada en Darren Waller, quien tuvo 90 recepciones. Renfrow fue segundo con 49 recepciones en 13 partidos, y Williams tuvo 42 recepciones en 14 partidos (su promedio de 15.5 yardas por recepción la temporada pasada fue el segundo más bajo de su carrera).

Un año antes, en la primera temporada de Gruden de vuelta al banquillo después de nueve años en la cabina de "Monday Night Football" de ESPN, el corredor Jalen Richard empató con el ala cerrada Jared Cook como líder del equipo con 68 recepciones.

De hecho, el último receptor abierto en liderar a los Raiders en yardas por recepción fue Amari Cooper, con 1,153 yardas en el 2016. Carr no sólo jugó a nivel de Jugador Más Valioso de la NFL ese año, sino que también es la única vez desde el 2003 que los Raiders han tenido un récord de victorias y han ido a los playoffs.

¿Coincidencia?

Luego, está esto: los receptores de los Raiders tuvieron el tercer menor número de recepciones (145) y el cuarto menor total de yardas en recepciones (1,858) combinadas para cualquier grupo de receptores abiertos en la liga la temporada pasada, según datos de de ESPN Stats & Information.

Así que, sí, hay margen de mejoría.

Especialmente para que Carr use esas amenazas profundas un año después de promediar apenas 6.2 yardas por intento de pase en el 2019, y lanzar la tercera mayor cantidad de pases a corredores y alas cerradas en la NFL, con 275.

Al reclutar al veloz Ruggs, que voló con 4.27 segundos en las 40 yardas en el Combinado, los Raiders demostraron que tenían una necesidad. Una necesidad de velocidad.

Así que no, no se trataba de Carr recreando la escena de voleibol de playa de "Top Gun" en su página de YouTube el mes pasado. Más bien, era Carr --sin camisa-- organizando ejercicios de pase durante la pandemia en un parque de Las Vegas, con varios compañeros de equipo.

Entre los receptores presentes estaban Agholor, Edwards, Jones y Renfrow.

Carr está saliendo de una temporada en la que impuso marcas personales en yardas por pase (4,054) y porcentaje de pases completos (70.4). Y ahora está entrando, por primera vez en su carrera de siete años, al mismo sistema ofensivo por tercera temporada consecutiva.

Entonces, ¿excusas? Sí, ya no tanto.

¿Problemas? Seguro. Pero tener que dividir pases a un cuerpo de receptores abierto mejorado sería un buen problema para Carr y los Raiders en el 2020.