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Previas NFL 2020, Chicago Bears: Mitchell Trubisky se juega el futuro

Con Nick Foles mirando desde la banca, Mitchell Trubisky peleará por su futuro en Chicago durante la temporada del 2020

Los Chicago Bears parecían ser un cuadro con futuro brillante después de una temporada de 12-4 en la primera temporada de Matt Nagy como entrenador en jefe, liderados por una defensiva que apuntaba a la élite y un juego terrestre que conformaba una gran base para un ataque capaz de desprender jugadas grandes por aire con Allen Robinson.

Aunque en el 2019 no todo fue un completo desastre --después de todo, hay peores cosas que una marca de 8-8-- sí hubo un retroceso importante. El linebacker estelar Khalil Mack no logró ser igual de dominante que en su temporada debut con los Bears, y el juego por tierra del equipo produjo alrededor de 500 yardas menos sin Jordan Howard que en el año previo. Sin ese par de pilares, Chicago dependió mucho más de Robinson, quien respondió de gran manera con una campaña de 98 recepciones y 1,147 yardas, pero claramente el responsable de hacer llegar el ovoide a Robinson no puede decir lo mismo de su año pasado.

¿Cuántas posibilidades tiene Nick Foles de superar definitivamente a Mitchell Trubisky como quarterback de los Chicago Bears?

En su segunda temporada de NFL, Trubisky logró ser invitado al Pro Bowl gracias a una campaña en la que completó el 66.6 por ciento de sus envíos para 3,223 yardas y 24 touchdowns contra 12 intercepciones. Fuera de este último rubro, todos esos números cayeron en el 20202. Sin embargo, el mejor indicador del gran problema de Trubisky fueron sus yardas por intento de pase. Mientras que en el 2018 marcó un respetable 7.4, esa cifra se acortó dramáticamente a un 6.1 en el 2019, todavía menor al 6.6. que marcó como novato en el 2017. Para dar una referencia, tomemos en cuenta que Patrick Mahomes, seleccionado en el mismo draft que Trubisky, algunos escalones más abajo, nunca ha marcado por debajo de 8.1 en ninguna temporada.

Repentinamente, el campo se acortó verticalmente para Trubisky, y eso impidió que pudiera mover el ovoide, y con ello las cadenas, con consistencia. Así de repentino, Nagy pasó de ser Coach del Año, a un entrenador con algo de temperatura en el asiento. Quizás todavía no está la situación como para encender las alarmas, pero sí lo suficientemente preocupante para enviar una selección de cuarta ronda a los Jacksonville Jaguars por Foles y, sobre todo, adquirir el compromiso financiero de 24 millones de dólares a lo largo de tres años, con 21 millones de esos dólares garantizados.

Los reportes salidos desde Chicago indican que el rendimiento de ambos pasadores a lo largo del campamento de entrenamiento fue bastante similar, quizás con una pequeña ventaja para Trubisky.

Sin embargo, eso no garantiza nada. Después de todo, El segundo recluta global del draft del 2017 está por iniciar su último año de contrato, después de que los Bears declinaran hacer efectiva la opción al quinto año de contrato, para el 2021, del pacto de novato de Trubisky. Mientras tanto, su competencia, está firmado hasta el 2022 con cifras.

La gerencia de este equipo ha invertido bastante en Trubisky, comenzando por dos selecciones de tercera ronda y una de cuarta por el derecho de ascender un puesto en el orden de la primera ronda y poder tomarlo. Sería una sorpresa total si Trubisky no recibe la primera oportunidad en Chicago para redimir al gerente general Ryan Pace por su selección de Trubisky y, de paso, rescatar su carrera con los Bears. Si Trubisky no muestra una mejoría sustancial en la temporada regular, y particularmente en el primer mes, cuando Chicago bien puede salir de los primeros cuatro compromisos con marca perfecta, entonces las llaves de la nave pasarán a manos de Foles.

Si eso sucede, es probable que sea el fin de la carrera de Trubisky en Chicago. Idealmente, los equipos no desean estar cambiando de un quarterback a otro y de vuelta en la temporada, y si algo ha demostrado Foles a lo largo de sus ocho campañas profesionales, es que se desempeña mejor cuando sale desde la banca como relevo, y no en el puesto de titular definitivo.

Las posibilidades de Foles de iniciar la temporada como titular sobre Trubisky, son menores a las que tiene de terminar la temporada como titular sobre Trubisky. Claro está que, si eso sucede, Chicago todavía necesitaría encontrar una solución a largo plazo para el 2021 y más allá.

Nota del editor: este texto se terminó de redactar antes de que Adam Schefter de ESPN reportara, citando una fuente, que se esperaba que los Bears se decantaran por Trubisky como quarterback titular.

¿Quién es el rostro nuevo a seguir?

Después de cuatro campañas, los Bears se dieron por vencidos con el linebacker externo Leonard Floyd, después de elegirlo noveno global en el draft del 2016. Para este año, Chicago optó por la cara ruta de la agencia libre para encontrarle un complemento ideal a Mack. Robert Quinn firmó un contrato por cinco años y 70 millones de dólares con Chicago en el pasado mes de marzo.

Quinn tiene 30 años de edad, y se puede pronosticar razonablemente que no verá el fin del contrato que acaba de firmar. Sin embargo, es una gran contratación para Chicago. Quinn supo aprovechar su única temporada con los Dallas Cowboys, bajo una reestructuración de un año y 8 millones de dólares, y a sabiendas que DeMarcus Lawrence sería el enfoque de atención de las ofensivas logró 11.5 capturas para liderar al club. Fue su mayor total de capturas desde el 2013.

Aterriza en Chicago en una posición similar, dado que Mack sigue siendo el enfoque de las ofensivas. Gracias a Quinn, los Bears poseen una buena posibilidad de terminar el año con dos jugadores en doble dígito de capturas este año.

¿A quién van a echar de menos?

Prince Amukamara inició 42 de los 44 partidos en que jugó para los Bears a lo largo de tres temporadas en Chicago, antes de emigrar a Las Vegas Raiders, quienes lo cortaron recientemente. Amukamara no es un esquinero de élite en la NFL, pero sí es un veterano capaz para un puesto titular.

La salida de Amukamara deja un hueco importante en la esquina opuesta a Kyle Fuller. Por el momento, Buster Skrine podría ser el favorito para iniciar la temporada en ese puesto, pero él ha sido a lo largo de la mayor parte de su carrera un especialista en la ranura. Eventualmente, el novato Jaylon Johnson --seleccionado en la segunda ronda, procedente de Utah-- deberá tomar ese puesto, pero no sabemos cuánto podría tardar eso.

Otros involucrados en la rotación incluyen a Duke Shelley y Kevin Toliver II.

Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus

Tackle defensivo Eddie Goldman, profundo Jordan Lucas.

¿Qué dicen las casas de apuesta?

El Caesars Sportsbook tiene a Chicago con las terceras mejores probabilidades en la NFC Norte para coronarse en la división, pagando +350. Para la Conferencia, solamente seis equipos aparecen con una peor línea que el +2000 que les asigna esta casa de apuesta.

En lo concerniente a ganados y perdidos, Caliente pone la línea de los Bears en 7.5, pagando -138 a las altas y +100 a las bajas.

Pronóstico para el 2020

Mucho de la temporada de Chicago dependerá de que inicien o no de manera sólida el primer mes, porque el calendario se complica hacia la segunda mitad del año. En sus últimos 10 partidos, hay dos citas contra los Minnesota Vikings y Green Bay Packers, respectivamente, además de cotejos ante los New Orleans Saints, Tennessee Titans y Houston Texans.

La situación de quarterbacks está lejos de ser la ideal, y no sabemos si el backfield será, de nueva cuenta, un talón de Aquiles ofensivo para los Bears. Creo que este equipo se va con una marca de 6-10 y regresa al mercado de mariscales de campo en el siguiente draft.