De tercero en el orden de plantilla a quarterback de playoffs, el viaje de Alex Smith con Washington ha sido asombroso
A lo largo de los años hemos presenciado historias inspiradoras en el mundo de los deportes. La surfista Bethany Hamilton perdió su brazo cuando tenía 13 años y eso no la detuvo para ser multi-medallista en su disciplina; James Conner, corredor de los Pittsburgh Steelers, superó el cáncer para cumplir su sueño de llegar a la NFL y ser de los mejores en su posición; o Eric Abidal, quien también venció esta enfermedad para volver a jugar con el Barcelona.
Hoy estamos viendo una más con Alex Smith, quarterback del Washington Football Team, quien se recuperó de una de las lesiones más graves que hemos visto en el fútbol americano y está por jugar la postemporada con su equipo.
Todo comenzó un domingo 11 de noviembre de 2018. El equipo de Washington llegaba a su partido contra los Houston Texans como líder divisional, pero nadie estaba preparado para lo que veríamos. Kareem Jackson y J.J. Watt capturaron a Smith, jugada que le provocó ruptura de tibia y peroné. El mariscal de campo abandonó el partido y fue el fin de su temporada, en la que, con su ausencia, solo ganaron un partido más y perdieron el resto.
Tras la grave lesión, Smith fue operado y se esperaba que comenzara su recuperación, pero lo peor aún estaba por venir. Tras la cirugía, el quarterback sufrió fascitisnecrosante y sepsis, situación que puso en peligro su vida, por lo que tuvo que entrar a quirófano en 17 ocasiones más.
Parecía que su carrera había terminado, los doctores hablaban de amputarle la pierna para evitar problemas mayores, pero el mariscal no se rindió, lucho contra todas las adversidades y comenzó una ardua y dolorosa recuperación. Incluso parte de su recuperación la hizo en el Centro Médico Militar de San Antonio, donde hay soldados que sufrieron graves heridas de guerra.
Smith intentaba ganar su propia guerra, no perder la pierna, volver a caminar, correr y quizá volver a jugar.
La gran noticia llegó en julio de 2020, cuando los doctores le dieron el alta médica y le permitieron volver a practicar el deporte que tanto ama: el fútbol americano.
Hoy, además de haber guiado a su equipo a los playoffs, es, para mi gusto, el candidato más fuerte para llevarse el premio al regreso del año en la NFL.
De tercero en el orden a quarterback de playoffs
Quizá los números de Smith no son los mejores; no se acerca a los conseguidos por un Ben Roethlisberger quien también volvió al emparrillado después de perderse la temporada pasada por lesión, pero no podemos demeritar lo que ha conseguido Washington con él como mariscal.
Nadie imaginó que sería titular esta temporada, sabíamos que podría tener unos cuantos lanzamientos, pero hasta ahí. Dwayne Haskins y Kyle Allen eran las opciones principales del head coach Ron Rivera; sin embargo, las malas actuaciones de Haskins y una lesión de Allen le abrieron la puerta a Smith para tener la titularidad y convertirse en pieza importante del equipo.
De los tres mariscales de Washington, Smith fue el único que tuvo un récord positivo:
Smith jugó en las Semanas 5 y 9, en las que sumó 362 yardas y un touchdown en 33 pases completos. Pero se ganó la titularidad en la Semana 10, cuando Washington llegaba con récord de 2-6. Su primer partido lo perdió en los últimos segundos contra los Detroit Lions, después de eso hiló una racha de cuatro victorias consecutivas.
Destaca haberle ganado al acérrimo rival, los Dallas Cowboys 41-16 y quitarle el invicto a Steelers tras vencerlos 23-17. Así que después de la Semana 14, Washington ya estaba 6-7 y peleando su división. Pero Smith se perdió los juegos de las Semanas 15 y 16, los cuales perdieron con Haskins al mando. Smith volvió para el último partido y lo ganó para sellar el pase a los playoffs.
Sin Smith como quarterback titular, el equipo de Washington promediaba 18.1 puntos por partido, mientras que con él de inicio promedió 25.6 puntos por partido.
El quarterback que Washington necesitaba
La historia de Smith es digna de contarse, se convirtió en una fuente de inspiración para su equipo y para el mundo entero. Un hombre que luchó por su vida, por salvar su pierna, por volver a caminar y consiguió el milagro de volver a jugar a nivel profesional y hacerlo sin miedo.
Después de ser capturado en 22 ocasiones, con el miedo de volver a sufrir lo mismo que en 2018, cualquiera hubiera optado por retirarse, pero Smith luchó tanto por estar ahí que hoy disputará la postemporada, sin temor, sin nada que perder y mucho que ganar.
The Associated Press es la encargada de entregar el reconocimiento al Regreso del Año en la NFL y para esta edición suenan grandes nombres como candidatos para llevarse este galardón. Roethlisberger, Watt, Rob Gronkowski, y Smith son algunos de ellos, pues volvieron al emparrillado después de lesiones o salieron del retiro para brindar buenas actuaciones.
La AP entrega este premio a jugadores que han superado adversidades como lesiones o tuvieron un mal desempeño en temporadas pasadas y que vuelven para jugar a un buen nivel.
Por esto es que Alex Smith debe recibir el premio como el Regreso del Año en la NFL: por sus logros deportivos, por lo que está consiguiendo con Washington, por la enseñanza que nos está dando y por su perseverancia.