Países con estadios más modernos, y con una afición de mayor poder adquisitivo, entran en la ecuación por partidos de NFL
Los dueños de la NFL han aprobado la tan esperada --por ellos-- ampliación de la temporada regular a 17 partidos este martes, un punto por el que han cabildeado desde hace años, con el enfoque puesto en una mayor internalización del juego.
"Se trata de un momento monumental en la historia de la NFL", expresó el comisionado, Roger Goodell, en un comunicado de la liga. "El acuerdo laboral con los jugadores y los recién firmados contratos televisivos proveen la base para mejorar la calidad de la experiencia de la NFL para nuestros aficionados. Y uno de los beneficios de cada equipo disputando 17 partidos de temporada regular es la habilidad para nosotros de seguir creciendo el juego alrededor del mundo".
A partir del 2022, hasta cuatro encuentros de sede neutral serán programados con un enfoque inicial en Canadá, Europa, México, Sudamérica y el Reino Unido, de acuerdo a la NFL, con Alemania entre los países que podrían recibir un partido en años venideros.
Para México, que tiene programado todavía al día de hoy uno de dos partidos internacionales de la campaña del 2021 --junto al Reino Unido--, de acuerdo a lo último que señaló públicamente el propio Goodell respecto al tema, durante su conferencia de prensa anual de la Semana del Super Bowl, la ampliación de la postemporada significa, a primera vista, una especie de garantía de mantenerse entre los destinos regulares de lo que ahora parecerá una especie de tour anual de la liga por distintas latitudes. Esa es una noticia espectacular para fanáticos de la NFL que no viven en los países donde se ha jugado de manera regular en años recientes, o para quienes no es sencillo viajar a esos destinos.
También, sin embargo, significa que crece la competencia. ¿Canadá, Alemania, México, Sudamérica y Reino Unido, como enfoque inicial, para cuatro partidos? Oh, oh.
Países con estadios más modernos, y con fanáticos con un mayor poder adquisitivo entran en la ecuación. Alemania, en particular, ya fue sede en ciudades como Berlin, Frankfurt y Cologne de franquicias de la NFL Europa, posee un estadio de última generación en Munich, y cuenta con una constante presencia norteamericana a través de 21 bases militares en ese país --Michael Strahan creció en Mannheim, y comenzó a jugar como linebacker para el Mannheim Bison in 1985-- siempre pareció la siguiente parada más lógica para la NFL, sin lugar a dudas.
Canadá ya ha recibido partidos de NFL en el pasado reciente, en Toronto, y los aficionados están extremadamente familiarizados con el deporte en general, gracias en buena medida a la CFL. Además, las distancias para salir de los Estados Unidos para cruzar la frontera norte no generarán muchas quejas de los equipos que radican en la zona norte, donde están situadas la gran mayoría de las franquicias.
Sudamérica es una región interesante para la NFL, y en mi particular opinión, pensaría en Brasil. Acaba de celebrar una Justa Olímpica y una Copa Mundial con estadios actualizados, y posee una tremenda afición al deporte, como hemos podido atestiguar cada año durante la Semana del Super Bowl con nuestros colegas de ESPN Brasil.
Si partimos de cuatro partidos en sede neutral al año, ya llevamos un listado de cinco países, por más que el tema de Sudamérica esté apenas en ciernes. Si esperamos un poco más, y el experimento genera rendimientos --porque todo se trata, al final, de eso-- podríamos ver a países como Japón, China y Corea levantando la mano en el Lejano Oriente, y aunque parezca descabellado ahora, por qué no pensar en una eventual visita de la NFL a Medio Oriente.
En otras palabras, el calendario de la NFL podría comenzar a asemejarse un poco, con el paso de los años, al calendario de Fórmula 1. Eso sí, con solamente cuatro partidos anuales por repartir, a diferencia de las 23 carreras que componen el serial actualmente.
Es un sueño emocionante para quienes creemos en la calidad del producto, pero al mismo tiempo, no podemos perder de vista que México tendrá que estar a la par de lo que ofrecen los potenciales rivales.
Aquí vale la pena aclarar que no todo es cuestión únicamente de dinero: la experiencia cuenta mucho. Incluso, la experiencia podría ser todo. ¿A qué me refiero? Bueno, una parte de la afición insiste --por minúscula que sea la asistencia-- a seguir exclamando a todo pulmón el grito homofóbico en los partidos de la Selección Nacional de México, como ocurrió recientemente en Guadalajara en el torneo Preolímpico, en dos partidos, a pesar de las múltiples advertencias que ha lanzado la FIFA al respecto.
Sé que es un tema cansado, trillado, y que parecería no tener cabida en una sección de NFL, pero volvemos a las palabras clave, la experiencia de juego, y recordamos que en el partido entre los Houston Texans y los todavía Oakland Raiders en el Estadio Azteca del 2016, ese mismo grito se escuchó en cada patada de salida del cotejo.
La NFL ha estado bajo enorme presión mediática por su postura en temas sociales, y ese microscopio excede sus fronteras. El mundo observa cómo la liga deportiva más exitosa financieramente hablando --¿ya vieron sus últimos contratos de televisión?-- responde ante incidentes de acusaciones por acoso sexual, violencia doméstica, racismo y, sí, también homofobia, entre muchas otras cuestiones.
Bajo el nuevo escenario de la International Series de la NFL, la liga no necesita hacer como FIFA y amenazar con retirar puntos o vetar estadios. La solución es, en cambio, más simple: elegir otro estadio, en otro país.
Luego, habrá otras interrogantes que requieren respuesta, como la percepción de la inseguridad pública, el tema de la seguridad de los alimentos, el tema de salud pública --mientras siga la pandemia-- y otros que, por supuesto se van a alzar para cada una de las sedes candidatas, cada una ofreciendo respuestas variables. Se trata de algo más que ir a un juego.
No nos equivoquemos, en ningún momento se va a reducir a un concurso por "la mejor afición de NFL", o "la afición más conocedora de fútbol americano". La cosa no va por ahí, y sería lamentable pensar que sí. Este ambicioso proyecto de la NFL se está construyendo, y todavía no sabemos cuál será el proceso para determinar las posibles sedes internacionales de forma anual, eso está bien claro.
El fútbol domina el globo como el deporte más popular del mundo. El béisbol conquistó Asia y el Caribe, y el baloncesto hizo lo propio con Europa. Deportes como el rugby y el cricket también han superado numerosas fronteras para establecer sus regiones de influencia bien definidos, y el automovilismo se ha reencontrado con una nueva globalidad.
Es el turno de la NFL de volver a probar suerte, esta vez con un mejor producto y no solamente partidos de exhibiciones, en tierras cada vez lejanas. A algunos, en los Estados Unidos, les costará desprenderse de cuatro partidos al año, por más que no inciden en los normales 16 a los que veníamos acostumbrados desde 1978, porque se acaba esa especie de exclusividad, pero las posibilidades parecen ilimitadas.
México tiene asegurado, por ahora, un asiento de primera fila, para atestiguar el potencial crecimiento, pero es momento de pensar en enriquecer la experiencia de juego para no perder ese sitio de favorito.